Abren escuelas, no llegan alumnos

El gobierno cumplió su objetivo de abrir las escuelas en el estado, pero los padres de familia decidieron no poner en riesgo a sus hijos ante el aumento de los contagios de Covid y no los llevaron a clases presenciales. Ese fue el escenario en todo el estado que se vivió ayer, al arrancar el ciclo escolar 2020-2021.

Por ello, ante el bajo número de alumnos que acudió a clases presenciales este lunes 30 de agosto, el gobernador Miguel Barbosa pidió a los padres de familia que confíen en las medidas sanitarias que están tomando las instituciones educativas.

"Llamo a todos los padres de familia, de todo el Estado a que hagan una reflexión profunda para poder convencerse de que el mejor lugar donde pueden estar sus hijos es en la escuela", insistió.

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Confía en que los alumnos pronto se verán contagiados de entusiasmo para regresar a las escuelas, por ello su administración debe garantizar todos los protocolos sanitarios.

"Debemos de vencer los miedos, las dudas de algunos padres de familia o de muchos padres de familia, los miedos, las dudas de muchos alumnos de todas las edades que han querido hasta este momento regresar de manera presencial al ciclo escolar, estamos ciertos que va ocurrir y va ocurrir de manera pronta, muy rápida, va a haber un contagio positivo para regresar a clases, viendo a compañeros que ya están en clases", insistió.

Barbosa dijo que es complicado mantener la educación vía remota, por ello, confía en que será positivo y en un corto plazo el regreso a las aulas.

Explicó que el confinamiento no ha sido positivo, pues la interacción es necesario en el desarrollo de las personas, principalmente la de estudiantes.

El estado de Puebla es uno donde se registró un ausentismo del 69 por ciento de alumnos de nivel básico en el regreso a clases, según reportes de la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia.

La presidenta de la organización, Aurora González, señaló que en total son 16 los estados en los que no se tiene gran afluencia de alumnos en las aulas, como: Jalisco, Colima, Puebla, Yucatán, Hidalgo, Quintana Roo, Nuevo León y Guerrero, entre otros.

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La mayoría de padres de familia prefiere mantener en aislamiento a sus hijos, sobre todo frente a un escenario donde menores de 18 años aún no tienen posibilidades de acceder a la vacuna, sumado a que en instituciones de educación pública no se cuenta con seguro de gastos médicos.

Pidió a los padres de familia que optaron por permitir el regreso de sus hijos a clases, que tomen las medidas pertinentes para garantizar la salud de los estudiantes, contemplando el uso permanente de cubrebocas, gel antibacterial y guardar la sana distancia.

La realidad domina en este caso del regreso a clases, por más que el presidente López Obrador y los gobernadores celebraron el inicio del ciclo escolar, las aulas se vieron vacías y es que los intereses políticos no siempre coinciden con los de los políticos. Este es el caso.

 

De las anécdotas que se cuentan

A Bucareli ¿llegó un nuevo florero, uno tropical?, por lo menos así parece.

El gobernador de Tabasco, Adán Augusto López, cubre la que era la segunda oficina más importante del gabinete en la administración pública federal y ha declarado que está ahí para hacer política, ¿será?

Sin trayectoria ni poder real, el abogado López está llamado a ser puntualmente intrascendente en la política nacional, aunque algunos quieran verlo como el Plan B del presidente para 2024.

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Analistas se han preguntado cuál es el propósito de colocar otro florero en las oficinas de Bucareli. La respuesta no tarda demasiado en llegar: literalmente, para cubrir el espacio que queda con la salida de Olga Sánchez Cordero, pero no para más.

Eso porque López Obrador no quiere sombras de poder en Bucareli.

Tampoco Julio Scherer. Menos el vocero presidencial.

Se anhela la unificación de secretarías para que cada vez menos personas tengan poder auténtico y solo queden burócratas, solícitos.

Adán Augusto no es precisamente un estratega político y tampoco es un sólido experto en temas jurídicos.

Tampoco podría decirse que tiene ascendencia sobre los integrantes de Morena a nivel de su Consejo y menos aún, que tiene el control de los gobernadores que emanaron de ese partido, aunque presuma su relación porque eran sus pares.

No se le reconoce como un probado interlocutor con las Fuerzas Armadas ni tiene madera de estadista.

Tampoco se le ubica como un conector eficiente con los distintos grupos de presión y de interés que operan en la República entera.

Sin que se le desee algo malo a López Obrador, la verdad es que da escalofrío la posibilidad de que algo le suceda y quede en su lugar por un breve lapso, Adán Augusto.

Si ahora mismo hay un descontrol puntual en la administración federal, en tales condiciones llegaríamos al desamparo absoluto.

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La grisura, como forma de gobierno, se consolida.

Malos tiempos para el país se presentan con la ausencia de brillo, como parte del control de la gobernabilidad.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Facebook: Fernando Alberto Crisanto

 

Con información de Lo de Hoy Noticias

 

*AR