Controversia automotriz

México dio el primer paso en lo que podría convertirse en un choque frontal con Estados Unidos por interpretaciones divergentes de la letra del T-MEC, que involucran a la industria automotriz, hoy una de las superavitarias para nuestro país.

A más de un año de la puesta en marcha del Tratado Comercial, Estados Unidos discrepa de cómo se deben interpretar las reglas para obtener el Valor de Contenido Regional (VCR), es decir, cómo hacer el cálculo para llegar al 75 por ciento de VCR que ahora se solicita, en el TLCAN era 62.5 por ciento.

La interpretación pone en riesgo a la industria porque la intención de EU es imponer aranceles a los autos que, aunque producidos en la región, no lleguen a esa integración.

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La Secretaría de Economía presentó el viernes pasado la solicitud de una consulta con las autoridades comerciales de Estados Unidos acerca de discrepancias que se tienen en la interpretación del apartado de reglas de origen para el sector automotriz en el Tratado.

“México ha identificado una posición divergente entre nuestros gobiernos con relación a la interpretación de las disposiciones sobre reglas de origen para el sector automotriz”, indicó Economía en la solicitud de consulta enviada a Estados Unidos el 20 de agosto.

México apunta a “metodologías alternativas” contempladas dentro del tratado para calcular valor de contenido regional, que debe ser de 75 por ciento para vehículos de pasajeros y camiones ligeros.

El tratado plantea las consultas como procesos que buscan solucionar un problema sin activar mecanismos más tensos, como un panel de resolución de controversias.

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Ambos gobiernos tendrán 75 días para solucionar la controversia en la etapa de consulta. Si ambas partes no alcanzan un acuerdo que las satisfaga, México podrá solicitar la creación de un panel que resuelva el asunto.

“Esta solicitud se realiza con la finalidad de evitar o resolver una posible controversia sobre la manera en la que el Gobierno de los Estados Unidos de América, por su interpretación, está imponiendo ciertos requisitos a los productores de vehículos automotores que son incompatibles con el texto del T-MEC y las Reglas Uniformes”, apuntó México.

Uno de ellos es un valor de contenido regional del 75 por ciento de todas sus partes y componentes y el 75 por ciento en el caso de las partes que se consideran “esenciales”.

El choque puede tardar, pero se dará afectando a las plantas de autos que están instaladas en México. 

Jorge Molina, profesor de comercio internacional en el ITESM, declaró a El Financiero que “Lo que podemos esperar es que EU se va a llevar esto, literalmente, hasta la última consecuencia”.

Las reglas de origen en el sector automotriz son tema delicado tanto para México como para EU y que ya se trató en reuniones previas sin acordar nada concreto.

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“Obviamente es importante, porque cualquier número que le puedas mover al valor de los materiales implica que puede ser más difícil alcanzar el valor de contenido regional establecido en el tratado para vehículos”, explicó el especialista.

Mientras hay una solución, la industria automotriz instalada en México está en vilo porque la integración que demanda Estados Unidos es muy difícil alcanzarla y la amenaza de aranceles a los autos nuevos que no lo logren, generará más conflictos económicos de los que ahora tenemos en el país y Puebla es uno de los estados que más pueden sufrir estos desacuerdos en las interpretaciones comerciales.

De las anécdotas que se cuentan

“Pero yo estoy optimista y vamos a estar pendientes de que no se contagien los niños, que si hay un contagio se le atienda rápido, cuidarlos. Tenemos que correr ciertos riesgos, como todo en la vida. Imagínense si no salimos porque nos puede pasar algo, pues nos vamos a quedar todo el tiempo encerrados. Nooooo, tenemos que enfrentar las adversidades, los caminos de la vida”.

Tales palabras no son de Omar Antonio Geles Suárez, el músico y compositor colombiano que escribió “Los caminos de la vida” y que él mismo terminaría por grabarla, cuando fue rechazada por Rafael Orozco, integrante de “El Binomio de Oro”, quien fue asesinado en su casa de Barranquilla, en 1992.

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Las inspiradas palabras son del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien ya informó que se abrirán las escuelas, sin importar la lluvia, los truenos o los relámpagos.

No acepta los verdaderos riesgos, dada su proclividad a anecdotizar y a jurar que, si se ignoran los problemas, éstos se pudrirán en el camino.

Los expertos verdaderos, no los cercanos a Hugo López-Gatell, no están preocupados porque se desarrolle una masacre biológica sobre cientos de miles de niños que regresen a las escuelas, lo que les preocupa es que se conviertan en vectores o transmisores.

El temor de los expertos es que un pequeño que se contagie y desarrolle algunos síntomas menores, regrese a su casa y contagie a sus hermanos mayores, padres o abuelos, quienes podrían enfermarse gravemente, sin que se enteren de lo que ocurrió.

Es fácil decir que hay que enfrentar a las adversidades, pero con poco menos de 250 mil muertos, millones de contagiados y otros tantos millones de empresas en bancarrota, tal vez las cosas no son tan lineales.

Como tampoco lo son, los caminos de la vida.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Con información de Lo de Hoy Noticias

*AR