El PRI y su decadencia

A pesar de sus miedos y temores, el quecholaquense Néstor Camarillo se reelegirá como presidente estatal del PRI, por supuesto con menos militancia, respaldo social y tantas derrotas, que necesita a Acción Nacional como vejiga para nadar.

La reciente denuncia pública de los coordinadores de la estructura electoral del Revolucionario Institucional por incumplimientos en el pago de sus servicios y malos resultados en la jornada comicial pasada, no es lo único que tiene en su contra el diputado local electo.

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La “fiel militancia partidista” esta sentida, su “líder” los ignoró para imponer candidatos cercanos a él como regidores en municipios donde no viven ni conocen. Crecieron sus fieles con puesto, que no representan a nadie en las comunidades.

Eso no se lo van a perdonar y es por ello que perdieron votos y posiciones.

Por ejemplo, en la capital fue la peor elección en su historia, apenas consiguieron 40 mil votos, cuando su promedio, en los últimos años 25 años era de más de 150 mil por jornada electoral, ganaran o perdieran.

No se les puede pedir el voto a quienes ignoran y tratan con la punta del pie.

“Bajo las siglas del PRI, sin alianzas, se ganaron 21 municipios (…) de gobernar 75 municipios nos bajamos a 21, después de que fue el partido de las mayorías durante 75 años”, dijo Margarito Gutiérrez, uno de los coordinadores electorales.

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Sobre el pago de los servicios en la elección del 6 de junio, los encargados de armar el ejército de representantes que se encargaron de los votos priistas, Jorge Cárdenas dijo que el presidente del directivo estatal adeuda un monto global de un millón 40 mil pesos.

Camarillo acordó la entrega de 35 mil pesos a cada uno de los 52 coordinadores de la estructura electoral, de los cuales sólo cumplió con el reparto de 15 mil pesos antes de los comicios.

Tras la jornada electoral se comprometió a cubrir lo restante en dos pagos: el 28 de julio y el 28 de agosto, sin embargo, ya incumplió la primera fecha,

“No estamos mendigando y no lo hacemos tanto por los centavos, sino porque hay acuerdos que él ha incumplido. No apoyo que sea presidente una vez más, porque no cumple. Queremos una dirigencia que nos cumpla en los pagos y sobre todo valore a la estructura”, insistió Gutiérrez.

Néstor Camarillo ocupa la dirigencia del PRI desde el 10 de julio de 2020 en carácter de “provisional” por decisión del Comité Ejecutivo Nacional. El 10 de agosto pasado anunció que competirá por el cargo en el proceso de renovación que abrió el partido, a fin de continuar como presidente hasta 2025, es decir para acumular más derrotas.

Los militantes del PRI, acostumbrados al poder, evaluaron el desempeño de Camarillo en la dirigencia estatal, luego que de los 77 municipios que gobiernan pasarán a 21 a partir de octubre. Por eso lo están abandonando y buscando más opciones políticas para participar.

A estas alturas ya perdió el respeto de sus compañeros y ni siquiera cuida las formas y la urbanidad política, característica de los priistas.

Todo indica que Néstor Camarillo ya decidió ser el último que cierre la puerta de un PRI poblano decadente.

De las anécdotas que se cuentan

“Van a otorgar créditos a tasas bajas por 650 mil millones de dólares. En el caso de México, le corresponden alrededor 12 mil millones de dólares. Nosotros podríamos utilizar esos recursos (...) para pagar deuda por anticipado. Eso también lo aclaro, porque nos importa que no nos aumente la deuda”, declaró el presidente Andrés Manuel López Obrador.

La prensa cercana al régimen calificó que esos recursos eran “una partida aprobada recientemente por el Fondo Monetario Internacional” (FMI), algo claramente disparatado.

De inmediato, Gerardo Esquivel, un subgobernador que el presidente nombró para el Banco de México, respondió que los Derechos Especiales de Giro (DEG o “Special Drawing Rights”, SDR, en inglés, no son una moneda.

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La trama inicia con una reunión en la que el FMI aprobó una asignación de los DEG equivalente a 650 mil millones de dólares. Visitando el sitio web del FMI puede leerse entre otras cosas, la siguiente:

“Para satisfacer la necesidad, cuando surja, de un suplemento a los activos de reserva existentes, el Fondo está autorizado a asignar derechos especiales de giro de conformidad con las disposiciones del Artículo XVIII a los miembros que son participantes en el Departamento de Derechos Especiales de Giro (…)”.

Se refiere a que el FMI aprobó la asignación de 456 mil millones de dólares para, entre otros objetivos, ayudar a los países miembro a hacer frente a la crisis provocada por la pandemia del Covid-19, pero claramente no autoriza acudir a la caja y pedir doce mil millones de dólares, para construir dos o tres Trenes Mayas, por ejemplo.

Ahora solo falta que se pida la renuncia de Esquivel, “un ultra tecnócrata”, por corregir a su jefe político.

A estas alturas, cualquier cosa puede ocurrir.

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Con información de Lo de Hoy Noticias

*AR