Cómo combatir la ansiedad generada por las redes sociales
Por 26 Mayo, 2025En la actualidad, el ritmo acelerado de internet y las redes sociales ha llevado a una sensación de ansiedad y agotamiento en jóvenes y adultos. Este fenómeno, conocido como FOMO (Fear of Missing Out), refleja el miedo a perderse algo importante, generando una presión constante por estar al tanto de todo.

¿Qué es el FOMO y cómo nos afecta?
El FOMO es el malestar que surge al creer que estamos quedando fuera de un evento, conversación o tendencia relevante. Este sentimiento de angustia se mezcla con la necesidad de validación social, haciendo que muchas personas dependan excesivamente de su teléfono móvil.
Aunque estar en todas partes a la vez es imposible, muchos intentan hacerlo, lo que provoca estrés, frustración y una desconexión del mundo real.
Impacto del FOMO en la salud mental
Esta sensación no solo afecta el estado de ánimo y autoestima, sino que también reduce la capacidad de concentración y evita que las personas disfruten del presente. En lugar de enfocarse en lo que están viviendo, se preocupan por lo que creen que están perdiéndose, lo que deteriora su bienestar emocional.
Consejos para reducir el FOMO
Existen diversas estrategias para gestionar el impacto del FOMO y recuperar el equilibrio emocional:
- Filtrar la información y priorizar lo que realmente aporta valor.
- Establecer momentos sin conexión para limpiar la mente y reducir la dependencia digital.
- Practicar una “digital detox” que ayude a disminuir la ansiedad por redes sociales.
- Reconocer quiénes importan en la vida real, en lugar de centrarse en interacciones virtuales.
La importancia de desconectarse
El FOMO es un efecto secundario de la hiperconectividad, pero no debe convertirse en un obstáculo para el bienestar. Aprender a soltar y priorizar ayuda a valorar más lo que se está viviendo, en lugar de enfocarse en lo que se cree que se está perdiendo.

Vivir el presente sin miedo
Más allá de la presión de la era digital, es fundamental reconectar con la realidad y disfrutar de cada momento sin la constante preocupación por lo que ocurre en línea. Reducir la dependencia de las redes sociales permite un mayor bienestar y una mejor calidad de vida.
Con información de La Razón
*ARD