Descubre el impacto del estrés en el desarrollo del CÁNCER
Por 18 Febrero, 2025El cáncer es una de las principales causas de mortalidad en el mundo y su origen está vinculado a diversos factores. Sin embargo, muchas personas se preguntan si el estrés prolongado podría ser un factor que favorezca el desarrollo de la enfermedad.
Las hormonas del estrés y su impacto en el cuerpo
El estrés activa el sistema nervioso autónomo, provocando la liberación de hormonas como el cortisol, la adrenalina y la noradrenalina. Estas sustancias cumplen un papel clave en la respuesta del organismo ante una amenaza, priorizando el flujo de energía al cerebro y los músculos para facilitar la reacción de lucha o huida. Sin embargo, otras funciones fisiológicas, como la respuesta inmunológica y la reparación celular, quedan en un segundo plano.
Si bien esta respuesta es beneficiosa a corto plazo, el estrés crónico puede generar efectos negativos en la salud. Se ha relacionado con enfermedades cardiovasculares, menor resistencia a infecciones y dificultades en la cicatrización. En los últimos años, también ha surgido evidencia que sugiere una conexión entre el estrés prolongado y el desarrollo de enfermedades neurodegenerativas, como el alzhéimer y el párkinson.
¿Qué relación tienen el estrés y el cáncer?
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no considera el estrés como una causa directa del cáncer. El Instituto Nacional del Cáncer de EE.UU. sostiene que la relación entre estrés y cáncer podría ser indirecta, debido a la influencia del estrés crónico en el desarrollo de hábitos poco saludables, como fumar, beber alcohol o llevar una dieta deficiente.
No obstante, recientes estudios experimentales han comenzado a demostrar que la conexión podría ir más allá y tener un impacto directo en la formación de tumores.
Diversos estudios de laboratorio han revelado que el estrés crónico podría debilitar el sistema inmunológico, reduciendo su capacidad de eliminar células anormales que podrían volverse cancerosas. Además, se ha observado que ciertas hormonas del estrés pueden afectar genes responsables de suprimir tumores, como el p53, una proteína clave en la regulación del crecimiento celular.
Por ejemplo, en estudios realizados con ratones, se ha demostrado que la inyección de corticosterona (equivalente al cortisol en humanos) disminuye la función del gen p53, favoreciendo el desarrollo tumoral.
Desarrollo de estrategias preventivas
A medida que avanza la investigación sobre el impacto del estrés en la salud, surge la posibilidad de utilizar marcadores biológicos para medir su nivel y evaluar su impacto en la aparición de enfermedades. Gracias a las tecnologías ómicas (genómica, proteómica, metabolómica) y el uso de big data, es posible analizar los niveles de cortisol y otras hormonas en muestras de sangre, orina o saliva a lo largo del tiempo.
De confirmarse la relación directa entre el estrés y el cáncer, se podrían desarrollar estrategias preventivas basadas en la monitorización de estos marcadores y la aplicación de intervenciones destinadas a reducir el estrés crónico. Esto incluiría técnicas de manejo del estrés, como la meditación, el ejercicio físico y el apoyo psicológico.
Con información de Tiempo
*ARD