Y Trump, cumplió
Por 3 Febrero, 2025El magnate de los casinos, lo hizo.
El sábado 1 de febrero echó a andar aranceles del 25 por ciento a las exportaciones de Canadá y México, así como un arancel del 10 por ciento a los productos chinos.
Estados Unidos también impondrá aranceles del 10 por ciento a los productos energéticos de Canadá. El arancel trae una cláusula tóxica, subirá, si los países que reciban tal gravamen, aplican los suyos a los productos estadounidenses, como han advertido los gobiernos mexicano y canadiense.
Los aranceles van contra Tirios y Troyanos, no solo contra México, pero sí hay dos dedicatorias a considerar: la primera es que tales gravámenes “responden a la necesidad de proteger a los ciudadanos estadounidenses de la crisis de fentanilo” y la otra, es que son plan con maña.
El plan con maña es que se mantendrán los aranceles hasta que México acepte jugar rudo contra el crimen organizado y de manera específica contra la producción y envío de fentanilo a Estados Unidos.
Vamos por partes. Los comentarios de distintos analistas señalan que a México le espera una caída del PIB en por lo menos 2 por ciento. Con el presupuesto federal asistencial de la doctora Claudia Sheinbaum, que reparte becas y pensiones a millones de mexicanas y mexicanos, el efecto será devastador, ya que tendría que recortar estos gastos en forma pronta.
No se necesita ser sabio para saber el efecto dominó que traería algo así a la 4T, hordas clientelares quedarían expuestas a los vaivenes de la economía real, esa que se ceba sobre los que menos ingresos reciben.
Si tal cosa ocurriera, el descontento iría en automático a las urnas y el proyecto transexenal de Morena se iría al vertedero en poco tiempo.
El segundo efecto es que, ante la caída del empleo y los subsidios en México, se daría un poderoso estímulo para que no pocos mexicanos quisieran irse a los Estados Unidos, generando una paradoja en la visión de Trump.
Por otra parte, considerando el impacto de los aranceles sobre los fabricantes de automóviles y generadores de acero, vegetales, frutas y una porción de la industria eléctrica, comenzará a mostrarse una obviedad, que México no produce artículos que inventó, sino que ensambla lo que se diseñó en otro lado, por lo que se reconfiguraría el nearshoring.
Adicionalmente, si se reducen las exportaciones mexicanas y por el terror en los indocumentados mexicanos residentes en Estados Unidos se caen las remesas, pegaría de manera directa en la paridad peso mexicano y dólar, que puede llegar esta misma semana a por 24 pesos por unidad.
Si la demanda por importaciones se reduce, no hay necesidad para distintos grupos industriales y comerciales del exterior por hacer operaciones en México. Solo tendrían que virar hacia otros mercados intermedios, precarizando las inversiones que se tenían programadas para nuestro país.
Ahora, hay que preguntarse qué es en realidad lo que va a ocurrir entre el gobierno estadounidense y el mexicano. Trump está apalancando la apuesta con México, en el sentido que, si no coopera, hará irrespirable la economía nacional.
Lo que Trump está jugando, no es tanto lo económico, sino poner de rodillas al Estado para que se mueva enérgicamente en dos rubros clarísimos: frenar la exportación criminal de fentanilo de México hacia la Unión Americana y, absorber los gigantescos pasivos de tener a diez millones de ilegales que ahora mismo se encuentran en dicha nación.
Más allá de la retórica de la doctora Sheinbaum, no pocos expertos señalan que lo que debe hacer de inmediato es enviar a un emisario confiable a Washington y acordar un plan a largo plazo, los 4 años de mandato de Trump, que considere ambas cuestiones: la reducción salvaje del fentanilo hacia Estados Unidos y la diáspora mexicana…hacia México.
Como todo en esta vida, si la doctora decide depender menos de los hinchas radicales de Morena y de las ocurrencias en Palenque, podría avanzar en una apuesta. Habida cuenta que su delfín es Omar García Harfuch, éste podría encargarse de combatir drásticamente al trasiego de fentanilo, bajo un bien pensado modelo de propaganda que les diga a los mexicanos que el súper policía está haciendo su chamba.
Del lado de la diáspora, las cosas son mucho más complicadas, ya que en muy poco tiempo el gobierno mexicano tendrá que generar apoyos de emergencia y acciones sostenibles de empleo, salud, educación y seguridad para los recién llegados.
México no saldrá bien librado de esta jugada de ajedrez de Trump. En donde sea y como sea, literalmente la reina está siendo amenazada y de paso le están atiborrando de peones contrarios el tablero.
Dos mil veinticinco será un año definitorio para la economía mexicana, para la seguridad binacional y de paso, para la sobrevivencia de un régimen que piensa más en la tribuna, pero no en las competencias políticas y geográficas de una globalización árida y exigente.
De las anécdotas que se cuentan
Por si se requería de más malas noticias justo en pleno inicio de las ocurrencias de Donald Trump, el INEGI soltó que la economía de México se contrajo 0.6 por ciento en el último trimestre de 2024, según su Estimación Oportuna.
La contracción a tasa trimestral de 0.6 por ciento entre octubre y diciembre fue mayor a la esperada oficialmente, de 0.2 por ciento. Es la primera caída del Producto Interno Bruto de México a tasa trimestral desde el tercer trimestre de 2021, cuando descendió 0.9 por ciento.
La pérdida de fuelle económico se vincula a la baja en la actividad agrícola, que descendió 4.6 por ciento anual y tanto la manufactura como la construcción se contrajeron 1.7 por ciento. Como se ha dicho en otro momento, la única actividad económica que dio la cara fue la prestación de servicios y comercio, con un avance de 2.2 por ciento.
Para dar una idea del tamaño de la caída, es la peor cifra de crecimiento desde el segundo trimestre de 2019. El diagnóstico de los distintos especialistas en el tema señala que los factores climáticos y los desastres al estilo de los huracanes, tuvieron mucho que ver, pero también hay elementos políticos y de planeación.
Si el indicador vinculado a la manufactura se muestra débil, es porque hay menores inversiones industriales en el país y buena parte de esto se debe a la pérdida generalizada de la confianza en el gobierno: si se pulverizó la certeza jurídica que se daba en los distintos mecanismos de justicia federal, los inversionistas saben que pueden perder su dinero por cualquier motivo.
Preguntando a los expertos, la recomendación es que los gobiernos estatales deben mejorar agresivamente las condiciones de certeza jurídica y mantenimiento de un clima favorable para las inversiones, particularmente las de infraestructura.
Si no se hace de esa manera, aun en primavera habrá un duro invierno económico.
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*ARD