Alianza, se va; llega el PriMor

Aunque en política todo es posible, la fractura que propició desde Palacio Nacional el presidente Andrés Manuel López Obrador a sus opositores de Va por México parece que no tendrá remedio ni hay formas de superarla, aunque localmente los dirigentes de Acción Nacional, Revolucionario Institucional y el de la Revolución Democrática insistan en que por lo menos en Puebla su coalición “goza de cabal salud”, lo que en los hechos no es cierto.

Hay un ingrediente que abona al futuro de la política mexicana y al proyecto de la 4T, ayer en Puebla, la lopezobradorista de cepa –su hija es la secretaría del Trabajo y Previsión Social del gabinete presidencial- y presidenta del Consejo Nacional de Morena, Bertha Luján Uranga, aceptó la posibilidad de una alianza electoral con los priistas, pues consideró que el PRI está en decadencia y para sobrevivir necesita acuerdos como apoyar una reforma que garantice por lo menos cuatro años más la presencia del Ejército en labores de Seguridad Pública.

Estremeció la profunda división en “Va por México”, las dirigencias nacionales del PAN y el PRD decidieron suspender la alianza, luego de la iniciativa del PRI que extiende cuatro años la participación de los militares en la Guardia Nacional.

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“Acuerdos que tienen que ver con la agenda, si nosotros estamos por una agenda de derechos humanos y si los del PRI están de acuerdo con esa agenda, pues claro que vamos a hacer acuerdo sobre ello, depende del tema”, agregó Luján.

Mientras, el dirigente nacional del PRI, Alejandro Moreno, negando que le está haciendo el trabajo sucio al presidente López Obrador, Bertha Luján no descartó acuerdos políticos o electorales con el Revolucionario Institucional, como en el tema de la Guardia Nacional, donde puede haber un pacto no solo con el priismo, sino hasta con otras fuerzas políticas, pues dijo que, en este caso “el fin justifica la alianza”.

Queda claro que Va por México y su subsidiaria Va por Puebla están ahora lejos de presentarse como un bloque de poder unido, capaz de arrebatarle la presidencia y las gubernaturas en 2024 al presidente López Obrador.

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Ni, aunque el presidente estatal del PRI, Néstor Camarillo, justifique la alianza a partir de que el PAN solo puede ganar la capital en 2024 y necesita a los tricolores para vencer en el interior del estado, hay posibilidad alguna de que lleguen a acuerdos localmente cuando a nivel nacional estén rotas las relaciones de los, hasta el miércoles, aliados de Va por México.

En el Senado aprobarán esta semana el dictamen que les envió la Cámara de Diputados para que la Guardia Nacional se incorpore a la Sedena, lo que ya aprobaron en Comisiones la noche del miércoles, y de paso lo hagan con algunos votos de priistas.

Más cerca de lo que se supone se puede formalizar la alianza de los priistas con Morena en lo que desde ahora ya se conoce como el PriMor.

Los hechos, y no los otros datos, así lo indican.

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*BC