Comer ultraprocesados anula los beneficios de una dieta saludable
Por 5 Agosto, 2025Londres, Inglaterra.- Aunque forman parte habitual de la dieta moderna, los alimentos ultraprocesados (UPF) podrían estar socavando los beneficios de las dietas saludables, según un reciente estudio del Centro de Investigación de la Obesidad de la Universidad Global de Londres, dirigido por el investigador Samuel Dicken.
La dieta importa, pero el procesamiento también
El estudio analizó a 55 adultos durante ocho semanas. Se dividió a los participantes en dos grupos con dietas equilibradas conforme a la guía oficial Eatwell, pero una basada en alimentos mínimamente procesados (como espaguetis caseros y avena natural) y la otra en productos ultraprocesados (como barritas energéticas y lasañas industriales).
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Ambos grupos lograron perder peso, sin embargo, quienes consumieron menos ultraprocesados redujeron su peso un 2.06%, frente al 1.05% de la dieta rica en UPF.
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Las proyecciones a un año indican que una dieta baja en UPF podría provocar una pérdida del 13% del peso corporal en hombres y del 9% en mujeres, frente a apenas un 4% y 5% respectivamente en el grupo de UPF.
Efectos más allá de las calorías
Los investigadores concluyen que, aunque ambas dietas eran nutricionalmente similares, el nivel de procesamiento afectó la sensación de saciedad y la cantidad consumida, lo que repercutió directamente en los resultados.
Dicken señaló que los efectos de los ultraprocesados podrían ir más allá del contenido calórico, ya que presentan posibles efectos adictivos y riesgos para la salud metabólica, aun sin etiquetas rojas de advertencia.
Obstáculos metodológicos y abandono del estudio
Durante la fase basada en alimentos naturales, 10 participantes abandonaron el ensayo o no cumplieron el protocolo, lo que representa el 20% de la muestra. Aunque los autores aseguran que esto no distorsiona los resultados, el catedrático Jordi Salas-Savadó advirtió que esta pérdida debe ser considerada como una “zona gris” metodológica.
El etiquetado no es suficiente
Otro estudio complementario de Dicken y Adrian Brown demostró que muchos productos ultraprocesados no llevan etiquetas rojas, lo que pone en evidencia las limitaciones del actual sistema de etiquetado nutricional al no considerar el nivel de procesamiento.
Hacia nuevas políticas públicas
Los especialistas proponen que las guías alimentarias y las etiquetas incluyan el nivel de procesamiento, y no solo datos nutricionales. Salas-Savadó incluso sugiere que estos hallazgos podrían dar pie a regulaciones más estrictas y medidas fiscales contra productos ultraprocesados.
En países como España, donde el 20.3% de la dieta incluye UPF (según cifras de 2018), el debate apunta hacia una revisión de las políticas de salud pública, considerando el entorno alimentario y la influencia del mercado como factores estructurales de la obesidad.
Con información de El País
*ARD