El Covid y los menores

Ella era una niña con la vida por delante, cursaba el segundo de secundaria y tenía planes. Una tarde, después de un entrenamiento, le avisó a sus padres que se sentía mal, “quizá gripe” advirtió.

La llevaron ese mismo día al médico, que pidió estudios. Al salir el resultado, el lunes le diagnosticaron neumonía causada por Covid y descubrieron que padecía diabetes infantil. De inmediato la hospitalizaron y en horas se radicalizó su mal hasta fallecer el martes por la tarde.

Precisamente en la tercera ola ascendente de coronavirus, los contagios y decesos entre menores a causa de la Covid-19 siguen sin dar tregua en el país.

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Hasta el pasado 8 de agosto se reportaron 613 defunciones de niños y 60 mil 928 contagios. Lejos de reducir los casos, durante la última semana de julio se reportaron mil 637 nuevos infectados entre niños –cifra que no se registraba desde diciembre pasado cuando se alcanzaron mil 689 casos infantiles– de acuerdo al último reporte del Sistema Nacional de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) con datos de la Secretaría de Salud.

A pesar de estos datos, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, minimizó las defunciones de menores por el virus durante esta tercera ola de contagios.

“La mortalidad en adolescentes y niños ya era muy baja en la segunda ola y continúa siendo muy baja en la tercera ola. Y todas estas ideas que han circulado de que ahora es una epidemia de adolescentes y niños no tienen un sustento de evidencia ni en México, ni en ninguna otra parte del mundo”, señaló el funcionario el pasado martes durante la mañanera de Palacio Nacional.

De acuerdo a los contagios, 57% corresponden a menores de entre 12 y 17 años, mientras que el 23% de los casos se presentaron entre 6 y 11 años y el resto en niños de 0 a 5 años.

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La percepción general es que los síntomas del Covid-19 son más leves entre los niños y jóvenes, pero los expertos siguen llamando a la precaución, especialmente para aquellos que tienen comorbilidades, como diabetes u obesidad, en el caso de la primera muchos, padres e hijos, ni siquiera lo saben y en la segunda no la toman en cuenta.

La Organización Panamericana de Salud (OPS) ha advertido de que hay menores que pueden desarrollar un síndrome inflamatorio multisistémico grave a partir de la covid-19.

En una entrevista con el diario español El País, Andreu Comas, académico de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí explicó que el aumento de los casos entre infantes es una señal de la escalada de contagios de la tercera ola como ya está ocurriendo en Estados Unidos.

“En Luisiana están teniendo un problema muy serio con la variante Delta, están teniendo una gran transmisión y esos niños que están muriendo, que están hospitalizados son simplemente la punta del iceberg porque el tamaño del contagio es muy grande y nosotros sabemos, por casos como la influenza, que los niños son grandes dispersores de la enfermedad”.

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El escenario no es el mejor para ellos, que son el futuro del país, aunque las autoridades lo desestimen e insistan en las clases presenciales a partir del 30 de agosto, “llueva, truene o relampaguee”.

Acéptenlo o no, hay miles de vidas en juego.

De las anécdotas que se cuentan

El 22 de julio, Anthony Fauci, zar anti-Covid en los Estados Unidos, dijo que se había tomado una decisión trascendental: “los estadounidenses que están inmunocomprometidos podrían necesitar refuerzos de la vacuna Covid-19. Los pacientes de trasplantes, de quimioterapia contra el cáncer, de enfermedades autoinmunes, que están bajo regímenes inmunosupresores, son el tipo de individuos que, si va a haber un tercer refuerzo, lo que probablemente ocurra, estarían entre los primeros en recibirlo”.

Fauci, director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de los Estados Unidos señaló que dicha entidad y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades están valorando aplicar a los pacientes inmunocomprometidos, una tercera dosis.

La decisión es sumamente relevante por el paquete de vacunas que Estados Unidos guardará específicamente para este grupo poblacional y porque señala el camino hacia los demás países, independientemente de la vacuna que empleen.

El tema no es menor, considerando que, en Estados Unidos, la vacuna Pfizer ha sido ampliamente usada y según se ha estudiado, disminuye su eficacia en cuestión de seis meses, considerando que se hayan aplicado las dos dosis.

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En Israel, también han identificado esa disminución en el poder de la vacuna de referencia, por lo que tiene pleno sentido que el gobierno de Estados Unidos quiera apartar unos 200 millones de dosis más de la vacuna de Pfizer contra el Covid-19 para atender a la población inmunocomprometida.

El tema está sobre la mesa de los estadounidenses.

En México, habrá que esperar a las meditaciones de Hugo López-Gatell y sus análisis de los que depende la salud de los mexicanos, por el momento.

Ojalá y como lo hizo la jefa de gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, no acepten las ocurrentes imposiciones del subsecretario de Salud.

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Con información de Lo de Hoy Noticias

*AR