El cerebro siempre tiene espacio para el ¿Postre?: Estudio te dice por qué
Por 21 Febrero, 2025Un nuevo estudio del Instituto Max Planck de Investigación sobre el Metabolismo en Colonia, Alemania, ha confirmado lo que muchas personas han experimentado después de una comida copiosa: siempre hay espacio para el postre.
Mecanismo cerebral y consumo de azúcar
La investigación, publicada recientemente, demuestra que este fenómeno no se debe a la capacidad del estómago, sino a la activación de ciertas neuronas en el cerebro que responden específicamente al azúcar. El neurobiólogo Henning Fenselau, autor principal del estudio, explicó que, desde un punto de vista evolutivo, el cerebro está programado para aprovechar el consumo de azúcar siempre que esté disponible.
Experimentos en ratones y resultados
Para probar esta hipótesis, los investigadores observaron el comportamiento de ratones que ya estaban saciados y analizaron la actividad neuronal en sus cerebros cuando se les ofrecía azúcar. Al igual que los humanos, los roedores parecían tener un “estómago para el postre”, mostrando una disposición a seguir comiendo dulces a pesar de estar llenos.
El estudio encontró que un grupo específico de neuronas, llamadas pro-opiomelanocortina (PMOC), se activa de manera especial ante el azúcar. Estas neuronas, que regulan el apetito y la sensación de saciedad, no solo envían señales de que el cuerpo ha comido suficiente, sino que también liberan una sustancia clave en el proceso: la beta-endorfina.
Implicaciones y futuras estrategias
Los científicos señalaron que estos hallazgos podrían tener implicaciones importantes en la lucha contra la obesidad, ya que el consumo excesivo de azúcar está relacionado con el sobrepeso y enfermedades metabólicas. Henning Fenselau sugiere que, en el futuro, podría ser posible desarrollar tratamientos que bloqueen esta vía opiácea en combinación con otros métodos para reducir el consumo compulsivo de azúcar.
Investigaciones futuras y desafíos
A pesar de sus hallazgos, los investigadores advierten que todavía hay muchas incógnitas por resolver. “Queremos entender qué sucede con este mecanismo en personas con obesidad. ¿Este sistema se desregula y contribuye al aumento de peso? ¿O la obesidad lo afecta de manera que las personas necesiten más azúcar para activar la misma respuesta de placer?”, comentó Fenselau.
Con información de Infobae
*ARD