El EJERCICIO físico, clave para una longevidad saludable en adultos mayores
Por 20 Marzo, 2025El ejercicio físico, lejos de ser solo una recomendación, se consolida como un pilar fundamental en el tratamiento para adultos mayores. Un consenso global destaca la importancia de personalizar los programas de ejercicio, haciéndolos tan esenciales como los tratamientos farmacológicos. Descubre cómo un plan de ejercicio puede transformar la calidad de vida y reducir costos en el sistema de salud.
El ejercicio, pilar fundamental para una vejez saludable
Con el aumento de la esperanza de vida, la pregunta clave para muchas personas es cómo lograr una longevidad sin perder calidad de vida. El Consenso Global sobre Recomendaciones Óptimas de Ejercicio para Mejorar la Longevidad Saludable en Adultos Mayores propone una respuesta clara: el ejercicio físico debe ser un pilar de tratamiento. Este consenso, respaldado por expertos de 40 países y décadas de investigación, promueve un enfoque revolucionario: el ejercicio debe ser considerado tan esencial como cualquier medicamento, especialmente en la atención a los adultos mayores.
Cambio de paradigma en la prescripción de ejercicio
El informe destaca que no se trata solo de agregar años a la vida, sino de asegurar que esos años se vivan con autonomía, energía y bienestar integral. Se propone que los programas de ejercicio personalizados sean tan fundamentales como los tratamientos farmacológicos. La idea es combatir la fragilidad, mantener la independencia y reducir los costos del sistema de salud.
De las caminatas al entrenamiento de fuerza
Durante décadas, estudios han demostrado que el ejercicio regular reduce el riesgo de enfermedades crónicas como las cardiovasculares, la diabetes y la osteoporosis. Sin embargo, las recomendaciones genéricas como "camine 30 minutos" ya no son suficientes para los adultos mayores, quienes enfrentan condiciones de salud complejas. Los expertos ahora abogan por el entrenamiento de fuerza progresivo, clave para preservar la función muscular y prevenir la fragilidad. La dosis de ejercicio debe ser precisa: si es insuficiente, los beneficios son nulos.
El ejercicio como tratamiento y no solo prevención
Más allá de la prevención, el ejercicio físico se presenta como una herramienta terapéutica. En casos de enfermedades como la sarcopenia o el párkinson, programas de entrenamiento de fuerza o HIIT han mostrado resultados sorprendentes. Además, el ejercicio puede complementar los tratamientos farmacológicos, mejorando su efectividad y reduciendo efectos adversos. Por ejemplo, en casos de hipertensión, programas de ejercicio cardiovascular pueden reducir la necesidad de fármacos en un 30%.
Reduciendo la polifarmacia con ejercicio
Uno de los grandes retos de la población mayor es la polifarmacia, que aumenta el riesgo de interacciones peligrosas. El Consenso Global enfatiza que el ejercicio puede reemplazar o reducir la necesidad de medicamentos para afecciones comunes en la vejez, como la hipertensión y la depresión. Sin embargo, la integración del ejercicio en los sistemas de salud enfrenta desafíos, desde la falta de infraestructura hasta la necesidad de más formación para los profesionales de la salud.
Formación en prescripción de ejercicio físico
El ejercicio como tratamiento efectivo solo puede ser aprovechado si los profesionales de salud están capacitados para prescribirlo correctamente. Muchos médicos carecen de conocimientos sobre cómo diseñar programas de ejercicio adaptados a las necesidades de sus pacientes. Se requiere una inversión en infraestructura y personal especializado para que los beneficios del ejercicio sean plenamente efectivos. Sin embargo, a largo plazo, el impacto económico sería positivo, al reducir hospitalizaciones y tratamientos prolongados.
El consenso global no solo es una guía sobre ejercicio, sino un manifiesto para repensar el manejo de las enfermedades en la vejez. “La fragilidad no es una excusa para evitar el ejercicio: es la razón definitiva para prescribirlo”, concluye el documento. La clave para una vida más larga y saludable no es solo vivir más años, sino vivirlos con calidad y bienestar.
Con información de El Economista
*ARD