Cielo exige justicia: presunta violación en manada en Campeche expone red de encubrimiento y silencio
Por 26 Julio, 2025San Francisco, Campeche.– La noche del 30 de marzo de 2025, Cielo, una joven de 22 años, fue víctima de una presunta violación en manada dentro de su propio domicilio, en el municipio de San Francisco, Campeche. Los agresores: Yeshua N., Jorge N. y Ángel N., conocidos en el entorno local y con vínculos familiares con funcionarios públicos, según denuncias de la madre de la víctima.
Fiesta, abuso y silencio institucional
Todo comenzó como una salida nocturna con amistades. Tras acudir a un antro, Cielo y el grupo decidieron continuar en un after party en su departamento. Fue ahí donde, según la carpeta de investigación CI-2-2025-448, los tres sujetos habrían abusado sexualmente de ella, aprovechando su vulnerabilidad.
Al día siguiente, el 31 de marzo, Cielo acudió junto con su madre al Centro de Justicia para la Mujer, dependiente de la Fiscalía General del Estado de Campeche (FGECAM). Se clasificó el delito como violación equiparada tumultuaria, y el 15 de abril se giraron órdenes de aprehensión.
No obstante, pasaron casi cuatro meses antes de que Ángel N. fuera detenido el 10 de julio. De los otros dos acusados no se tiene información oficial sobre su paradero.
Una madre que dejó todo por justicia
Liz Rodríguez Berzunza, madre de Cielo, vendió su casa en Playa del Carmen, Quintana Roo, para mudarse a Campeche y acompañar a su hija durante este proceso. En entrevista, relató cómo fue testigo del sistema de justicia saturado y, en ocasiones, insensible:
“Ahí fue que aprendí que un 58 es una violación… junto con mi hija había otras mujeres esperando ser atendidas”, recordó.
La madre denunció que al inicio del proceso, funcionarias públicas pusieron en duda la versión de su hija, lo que las llevó a rechazar la asesoría legal de oficio y contratar abogados particulares.
Red de protección política
Liz señala que los presuntos agresores tienen relaciones con actores políticos locales, incluidos funcionarios del gobierno estatal y colaboradores en campañas de Morena. Asegura que la madre de uno de ellos trabaja en el área de comunicación del gobierno de Campeche.
Estas conexiones políticas, denuncia, han obstaculizado el avance del caso, además de dificultar el acceso a audiencias con figuras clave como la gobernadora Layda Sansores. En mayo, organizó una marcha al Palacio de Gobierno acompañada de amistades y familiares, sin lograr ser recibida.
Más mujeres, el mismo patrón
Tras hacer público el caso el 16 de mayo, Liz comenzó a recibir mensajes de otras jóvenes que aseguran haber sido víctimas del mismo modus operandi: ser drogadas o embriagadas en afters para luego ser abusadas. Algunas reconocieron a los mismos presuntos agresores, pero prefirieron no denunciar por miedo o vergüenza.
Yeshua N. ya había sido denunciado previamente en un tendedero universitario durante el 8M en la Universidad Autónoma de Campeche, lo que sugiere un patrón de conducta repetitivo.
“No nos vamos a callar”
La vida de Cielo cambió, pero no fue silenciada. Liz, su madre, enfatiza que a pesar de las secuelas físicas y emocionales, su hija tomó la decisión valiente de denunciar. Con el paso de los meses, han buscado apoyo en organizaciones civiles, en el Congreso local e incluso han escrito a la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, solicitando su intervención.
“Mi hija tiene un temple fuerte, es valiente. Se levantó y denunció porque no podía permitir que siguieran haciendo esto a más jóvenes”, afirma Liz.
Ambas continúan firmes en su lucha por verdad, justicia y reparación, y han convertido su dolor en una causa que visibiliza la revictimización institucional y la impunidad política en casos de violencia sexual.
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