Cómo cuidar la salud de las RODILLAS y prevenir dolores
Por 18 Marzo, 2025El dolor de rodilla es una de las consultas más frecuentes en clínicas de fisioterapia. Descubre cómo proteger estas fundamentales articulaciones mediante hábitos, ejercicios y cuidados preventivos.
La importancia de cuidar las rodillas
Las rodillas son articulaciones esenciales para el movimiento y la estabilidad corporal. A lo largo de la vida, soportan una carga constante, lo que las hace vulnerables a molestias y lesiones. Según Shaq Lampier, fisioterapeuta del Marylebone Health Group, el dolor de rodilla afecta a personas de todas las edades, independientemente de su nivel de actividad física. Implementar hábitos preventivos y ejercicios específicos es clave para mantenerlas en buen estado.
Cuidados iniciales ante molestias en las rodillas
El dolor de rodilla es una señal de alerta que no debe ser ignorada. Martin Sharp, nutricionista y entrenador, recomienda atender cualquier molestia con descanso, aplicación de hielo y antiinflamatorios locales. Si persiste después de 72 horas, sugiere usar ibuprofeno y mantenerse bien hidratado. Sin embargo, advierte que el uso prolongado de antiinflamatorios puede afectar la función renal, por lo que consultar a un especialista es crucial en caso de que el dolor dure más de una semana.
Ejercicio para fortalecer y proteger las rodillas
Caminar regularmente es una actividad accesible que fortalece los músculos circundantes y mantiene la lubricación articular, ayudando a prevenir el dolor. Estudios recientes indican que 7,500 pasos diarios son suficientes para obtener beneficios.
Por su parte, el running, cuando se realiza adecuadamente, no desgasta las rodillas y puede ser beneficioso para la salud articular. Además, fortalecer los cuádriceps, isquiotibiales y glúteos mediante sentadillas y estocadas es fundamental para reducir la carga sobre las rodillas.
Alimentación y terapias complementarias para rodillas sanas
La dieta influye en la salud articular. Omega-3, presente en pescados y frutos secos, reduce la inflamación y mejora la lubricación articular, mientras que el calcio y el colágeno refuerzan los huesos y cartílagos. Adicionalmente, la terapia de contraste, que alterna entre sauna y agua fría, estimula la circulación y acelera la recuperación muscular. No obstante, personas con problemas de presión arterial deben consultar a un médico antes de probarla.
Con información de Infobae
*ARD