El pan: ¿enemigo de la salud o aliado en una dieta equilibrada?
Por 31 Enero, 2025El pan ha sido señalado en los últimos años como uno de los principales culpables de enfermedades como la diabetes y la hipertensión, siendo eliminado de muchas dietas por quienes buscan perder peso o mejorar su salud. Sin embargo, el académico y especialista en alimentos Fabián Cuenca, de la Universidad del País Vasco, destaca que esta percepción está basada en mitos. Según Cuenca, estas enfermedades no se desarrollan exclusivamente por consumir pan, sino que son el resultado de factores multifactoriales como la genética y un estilo de vida sedentario.
¿Es el pan realmente dañino?
En su artículo en The Conversation, Cuenca argumenta que la "demonización" del pan ha sido desproporcionada y que, en realidad, el consumo de pan de manera equilibrada puede ser beneficioso para la salud. Además, el experto señala que el pan no es un alimento inherentemente dañino, sino que puede formar parte de una dieta nutritiva si se elige el tipo adecuado. El pan integral, por ejemplo, es rico en fibra, vitaminas y minerales que ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardiovasculares y mejoran la salud digestiva.
Una de las principales preocupaciones sobre el pan tiene que ver con su impacto en los niveles de azúcar en sangre. Sin embargo, el efecto de este alimento depende del tipo de carbohidratos que contiene. Los panes elaborados con carbohidratos complejos, como el integral, tienen un impacto mucho menor en la glucosa en sangre en comparación con los panes de harina refinada. Además, la fibra del pan integral ayuda a ralentizar la absorción de glucosa, evitando los picos de azúcar y contribuyendo a una energía sostenida.
El consumo de pan también tiene beneficios relacionados con la saciedad, lo que puede ayudar a evitar el consumo excesivo de otros alimentos. Especialistas de la Fundación Española de Nutrición (FEN) respaldan el consumo de pan integral, destacando sus aportes nutricionales, como el selenio, fósforo, magnesio y zinc, elementos esenciales para la salud.
Por otro lado, el gluten ha sido un tema de debate en la salud, especialmente con el auge de las dietas sin gluten. Sin embargo, los estudios indican que más del 90% de la población puede consumir gluten sin problemas. Solo aquellas personas con enfermedad celíaca o sensibilidad al gluten no celíaca deberían evitarlo. Además, los productos etiquetados como "sin gluten" suelen ser más procesados y carecen de la fibra y los nutrientes de los panes con gluten.
Pan integral vs. pan blanco: ¿cuál es la mejor opción?
El pan integral, al estar hecho con el grano completo, ofrece mayores beneficios nutricionales que el pan blanco, que se elabora con harinas refinadas y contiene menos nutrientes. La Fundación Española de Nutrición y estudios de Harvard coinciden en que el pan integral no solo estabiliza los niveles de glucosa en sangre, sino que también contribuye a la saciedad y disminuye el riesgo de enfermedades como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.
Recomendaciones sobre el consumo de pan
El consumo ideal de pan varía según el tipo y las necesidades individuales. Harvard recomienda limitar el pan blanco a dos rebanadas al día y sugiere un consumo moderado de pan integral para aprovechar sus beneficios. La OMS establece hasta 250 gramos de pan al día en una dieta equilibrada y hasta 400 gramos para personas con alta actividad física.
La calidad de los ingredientes: un factor crucial
Es importante considerar la calidad de los ingredientes del pan, ya que algunos panes reformulados incluyen aceites vegetales insaturados, como los de oliva y canola, que son beneficiosos para la salud cardiovascular. Es recomendable evitar panes con azúcares añadidos y grasas saturadas, ya que estos ingredientes se encuentran comúnmente en productos ultraprocesados que aumentan el riesgo de enfermedades crónicas.
Con información de Infobae
*ARD