Síndrome del anal inquieto, nueva secuela del Covid-19

¿Cuáles son los síntomas del SÍNDROME ANAL INQUIETO, posible SECUELA DEL COVID?

Según los expertos involucrados en el caso japonés que fue diagnosticado con esta afección, esta es una variante del ‘síndrome de piernas inquietas’.
Por Redacción 7 Octubre, 2021

Una misteriosa enfermedad posterior al COVID-19 conocida como ‘síndrome anal inquieto’ ha afectado a un hombre japonés, de 77 años, que anteriormente estaba contagiado del nuevo coronavirus.

El estudio del caso publicado en BMC Infectious Diseases informó que después de semanas de recuperación y la prueba negativa del virus SARS-CoV-2, el hombre desarrolló un malestar anal profundo e inquieto, a casi 10 centímetros de la región perineal.

Según los médicos del Hospital Universitario de Tokio, se encontró que los síntomas mostrados por el hombre estaban relacionados con los que mostraban los pacientes con síndrome de piernas inquietas (SPI).

 

¿Qué es el ‘síndrome anal inquieto’?

Según los expertos involucrados en el estudio del caso japonés, es una variante del ‘síndrome de piernas inquietas (SPI)’, que también se ha relacionado con una pequeña cantidad de casos de COVID-19.

El SPI es un trastorno “neurológico, sensoriomotor común”, desencadenado por la disfunción del sistema nervioso central. Es una afección que causa una urgencia incontrolable de mover las piernas, generalmente debido a una sensación de incomodidad.

Las sensaciones, que generalmente ocurren más bien dentro de la extremidad que sobre la piel, se describen como:

  • Cosquilleo
  • Hormigueo
  • Tirones
  • Dolor
  • Picazón

Los científicos diagnosticaron al paciente japonés con el síndrome anal inquieto después de determinar que sus síntomas coincidían con los criterios de SPI.

La sensación del ‘síndrome anal inquieto disminuye con el movimiento, como estiramientos, sacudir las piernas, pasear o caminar. Lo mismo que con el de las piernas inquietas.

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En el paciente japonés no se encontró alteración de la vejiga, recto o disfunción eréctil. Las pruebas neurológicas no encontraron anomalías y el paciente no tenía antecedentes familiares de SPI ni movimientos periódicos de las extremidades.

El estudio del caso indicó que el “malestar anal” se alivió con clonazepam, un medicamento que se usa para tratar las convulsiones. Aparte de eso, el ejercicio como caminar o correr le dio al anciano, diagnosticado con la afección, cierta sensación de alivio y comodidad.

*BC