Académico Upaep llama a retener talento científico para que no se vayan de México
Por 7 Junio, 2024Puebla, Pue- En México, uno de los desafíos más significativos es la fuga de cerebros. Este fenómeno ocurre cuando el país invierte en la educación de sus ciudadanos, pero luego estos emigran y sus conocimientos benefician a otros países. Este problema se agrava por la falta de condiciones laborales adecuadas y oportunidades para el desarrollo científico dentro de México. Es esencial que abordemos esta situación, creando un entorno que atraiga y retenga a nuestros talentos, destacó Pablo Marco Trejo García, profesor del departamento de Física de la Upaep.
El académico indicó que se espera que el nuevo gobierno implemente estrategias efectivas para superar estos desafíos y promueva un crecimiento sostenido en ciencia, tecnología y educación. “En unos años, podríamos reunirnos nuevamente para evaluar si hemos logrado avances significativos y cómo estos han impactado en nuestra sociedad”, acotó el académico.
Apuntó que, en los últimos años, se ha visto una disminución en los apoyos para la ciencia básica, enfocándose más en la ciencia aplicada. En países desarrollados, se continúa apoyando esta diversidad en investigación, lo que les permite estar a la vanguardia del conocimiento y la innovación. En México, es crucial que reconozcamos y fomentemos esta diversidad para no quedar rezagados en el panorama científico global.
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Agregó que es fundamental que se incrementé la inversión en investigación y desarrollo, fortalecer la vinculación entre academia e industria, y mejorar las condiciones laborales para nuestros científicos. Solo así, se podrá construir un futuro próspero y sostenible para México.
Señaló que desde 1970, con la creación del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT), se buscó reunir a la comunidad científica y gestionar la inversión en estas áreas. Sin embargo, en los últimos años, la inversión del Producto Interno Bruto (PIB) en ciencia, tecnología e innovación ha disminuido, situándose en alrededor del 0.3%. La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) recomienda que los países destinen al menos el 1% de su PIB a estas áreas.
Dijo que comparativamente, países como Brasil ya han alcanzado un 1.17%, mientras que naciones de primer mundo destinan hasta un 5.4%. Es evidente que necesitamos políticas públicas que incrementen esta inversión si queremos fortalecer nuestra comunidad científica y avanzar como país.
Un desafío adicional que se enfrenta es la brecha en infraestructura y acceso a la tecnología. En muchas zonas rurales, la falta de caminos adecuados y servicios básicos impide cualquier desarrollo significativo. Sin una infraestructura adecuada, las posibilidades de realizar experimentos y proyectos tecnológicos se ven severamente limitadas. Además, aunque hemos promovido áreas STEM (por sus siglas en inglés, ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas), desde una edad temprana, aún queda mucho por hacer para proporcionar a los estudiantes los recursos necesarios para su desarrollo.
*ARD