El Negro, jefe de plaza del CJNG 2

Hoy, dos apartados más del texto en inglés, “PUEBLA 2005-2024. 32 notes from a burning sanctuary”, del investigador y doctor Mauricio Saldaña, en la mejor investigación sobre el crimen organizado en Puebla, durante las últimas dos décadas.
Parte 18: la reunión del combustible

“El 12 de marzo de 2018, Omar Jonatán López y sus socios tuvieron invitados especiales en “El hoyo negro”: su entusiasmo había rendido frutos y lo visitaban enviados de Rafael Cortéz, padrastro del extinto Jesús Martínez Mirón (“Kalimba”), desde Palmar de Bravo. La idea era que López invertiría para asociarse y trabajar en el robo de combustible.

“El tema no era original: se lo habían planteado los de CJNG a López. El planteamiento tenía sentido, ya que así quedaría aún más comprometido con los de Jalisco y como es costumbre de Nemesio Oseguera, el robo de hidrocarburo y el narcotráfico van de la mano.

“La reunión fue un desastre. Peor se puso cuando los halcones de ambos bandos avisaron que el Ejército iba en camino para el mercado: al final, los dos grupos optaron por una acción inteligente y huyeron. Los de Palmar de Bravo salieron de la zona de peligro; López y los suyos se ocultaron en sus bodegas de piratería.

“El 26 de marzo de 2018, López y un grupo de leales estaban armando un escándalo, en Clavijero. Un grupo de la Policía Estatal acudió al lugar, a cargo del comandante Filiberto Rugerio Serrano; el motivo por el que este policía acudió, fue porque la zona era extremadamente conflictiva y los municipales no tenían capacidad para un enfrentamiento.

“Sin embargo, Rugerio sabía que el territorio escondía a López, pero no tenía la certeza absoluta. El comandante no tuvo mayor oportunidad, cuando llegó al lugar y fue recibido por fuego de AR15. López había creído que era un operativo específico en su contra.

“López tenía motivos para reaccionar como un demente: si Rugerio iba por él, significaba que alguien en el gobierno estatal había roto un trato fáctico, unilateralmente; o, algo peor: poco antes, durante un interrogatorio, un mensajero de CJNG había sido capturado con un kilogramo de cocaína de alta pureza. Y había dicho que se lo entregaría a Jonatán López.

“Con la información que dio el mensajero, se preparó el operativo. Todos dudaban: ¿las Fuerzas Armadas caerían en su domicilio o en otro lugar? Al final, el enfrentamiento accidental entre Rugerio y López se dio en la casa de éste. Cierto es que la Marina y el Ejército llegaron al lugar, pero tarde, porque todo había sido repentino.

“Así, en medio de este mar de intrigas, se dio la desigual batalla entre López y Rugerio. Durante el enfrentamiento, la peor parte se la llevó el comandante, pero López salió seriamente herido y escapó con rumbo a Tepeaca, sabedor de que sería extremadamente complicado que lo capturaran en ese municipio”.

Parte 19: “Los Sinaloas” contra “Los Oaxacos”

“Los Sinaloa” aparecieron en 2018, como un grupo de presuntos sicarios que habían pertenecido al cártel de Sinaloa y que llegaron por goteo a la ciudad de Puebla, a la CAPU. Un personero de Jonatán López, “Flavio”, fue el cazatalentos.

“A sus invitados de Sinaloa, “El Negro” los concentraba en una casa de la 74 poniente, entre 23 y 25 norte. La lógica era sencilla: a invitación de “Flavio” y de López, estos delincuentes seguirían la línea del cártel del Golfo y los Zetas: así como los ex gafes eran la guardia pretoriana de Osiel Cárdenas, “Los Sinaloas” serían el escudo armado de López.

“Los Sinaloas” comenzaron a familiarizarse con el terreno y comenzaron a intimidar a los comerciantes del mercado Unión y del Hidalgo. “Flavio” señalaba a quien debían visitar y lo hacían de inmediato. Su experiencia en otras entidades fue desplegada sin problemas.

“Entre paranoico y consumido por los narcóticos, “Flavio” comenzó a identificar deslealtades hacia él desde sus supuestos incondicionales en el mercado Unión. Para sembrar miedo y mostrar músculo al mismo tiempo, asesinó a varios de sus antiguos sicarios. Ahí es donde aparecen “Los Oaxacos”.

“Siguiendo con las analogías, “Los Oaxacos” eran la versión local de “Gente Nueva” respecto a los Zetas y el cártel de Sinaloa: se les inventó para enfrentar a los grupos armados de sus enemigos. Primarios e igualmente feroces, “Los Oaxacos” mostraron de qué estaban hechos: el 22 de noviembre de 2018, un comando llegó a ejecutar a “Flavio” y varios de sus colaboradores.

“Así, se dio lugar a una guerra con propósitos claramente establecidos: “Los Sinaloa” se hicieron independientes de López y “Flavio” y posicionarse como una pandilla de alto impacto. Y sus perseguidores, “Los Oaxacos” querían lo mismo.

“Los Oaxacos” comenzaron a seguir el modelo de robo sindicado: hordas de criminales de poca monta se dedican a robar autopartes, teléfonos celulares y joyería. La concentraban en puntos específicos de la ciudad y “Los Oaxacos” se las pagaban.

“Posteriormente, estos personajes surtían a revendedores en la 46 poniente (para las autopartes) y la 8 poniente (para los celulares). El metal robado lo distribuían con compradores legales en el Centro Histórico.

“También robaban tráileres con mercancía legal, en diversos puntos del estado, sobresaliendo Puebla, Zaragoza, Libres y Oriental, además de perpetrar cobro de piso y robos en Sanctorum y la UH-Volkswagen.

“El poder de “Los Sinaloa” fue disminuyendo cuando su líder Gildardo Gerardo fue detenido en mayo de 2020 y posteriormente enviado al CEFERESO de Oaxaca. Quedaron atrás los momentos de gloria de “Los Sinaloa” cuando fueron traídos por goteo desde Culiacán por órdenes de “El Negro”.

Son tres capítulos del extraordinario documento del doctor Mauricio Saldaña, un parte de la más completa investigación criminal que se haya hecho en Puebla en las últimas dos décadas.

Hasta aquí la historia de un peligroso delincuente, El Negro, detenido esta semana por la Fiscalía del Estado. Aunque sólo se le acusa de un delito, el homicidio del comandante, hay un cúmulo de ilícitos que en su momento se sumarán a su expediente.

La Seguridad Pública es prioridad en el estado y en ese sentido va cortar cabezas de quienes son los jefes, como en este caso del Cartel Jalisco Nueva Generación en la plaza de Puebla.

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*ARD