Buap, aún hay ultras

Buap, aún hay ultras

Del Reportero
Por Fernando A. Crisanto 29 Marzo, 2025

Fue a finales de los ochenta, cuando uno de los fundadores de la Escuela de Economía de la UAP, Jaime Ornelas encontró a alumnos suyos y de golpe les reclamó; “no sé por qué dejaron de ser comunistas, perdieron principios y lealtad a una ideología”.

No hubo respuesta, Ornelas quería discutir y ganar. Perdió a sus interlocutores que sin dejar de ser de izquierda lejos estaban de la disciplina estalinista del Partido Comunista y habían asumido que el modelo de “Universidad crítica, democrática y popular” terminó con la rectoría de Samuel Malpica y sus intenciones de demandar subsidio millonario sin rendir cuentas de nada.

Algunos de esos comunistas que extrañaba Ornelas, hoy son asesores e instigadores de los estudiantes radicales que rechazan abrir las puertas de CU de la Buap y ponen condiciones absurdas que van contra la mayoría de sus compañeros, quienes empezaron a regresar a clases presenciales o no han dejado de tomarlas a distancia, porque para la mayoría eso es lo importante.

El movimiento que empezó el 24 de febrero pasado, cuando alumnos de los últimos grados de la Facultad de Medicina reclamaban lugares para su servicio social y su estancia en hospitales, indispensables para su titulación, y no fueron escuchados por su director de facultad, se sintieron obligados a salir a la calle y llegar hasta CU. En menos de una semana llegaron a acuerdos, empezando por la renuncia del director.

A partir de ese momento y de la solidaridad de estudiantes de otras escuelas aparecieron demandas legítimas, como atención oportuna cuando denunciaban acoso, ellas y ellos, un comedor universitario, servicios básicos, el cumplimiento de sus profesores de las clases, laboratorios, mejores programas académicos, pero sobre todo diálogo con directores y funcionarios universitarios.

Las demandas son justas, pero los radicales vieron la oportunidad de incluir temas políticos, como la no reelección, más por intereses personales que para mejorar la casa de estudios.

La rectoría y el Consejo Universitario respondieron con propuesta de mesas de diálogo entre consejeros, autoridades y representantes estudiantiles para atender pliegos petitorios y llegar a acuerdos.

Más del 80 por ciento de estudiantes han decidido abandonar el plantón de CU, entregar las instalaciones de sus escuelas y retomar clases presenciales o volver a distancia.

Continúa el diálogo en mesas, a pesar de las presiones y amenazas de los radicales, asesorados por profesores, y que se hacen llamar Asamblea General del Paro, cuando en la realidad la mayoría está llegando a soluciones y volverán miles a clases en los próximos días.

Si las mayorías mandan, la minoría que tiene cerrados los accesos de CU debe asumir que no representan los intereses de la comunidad de la Buap.

Su modelo de una “Universidad crítica, humanista, democrática y popular” se agotó en el siglo pasado y ni con gobiernos de izquierda volverá, porque son otros tiempos y la República no tiene los recursos que ellos suponen merecen.

El dialogo en la Buap sigue dando resultados y gradualmente vuelve a la normalidad.

Los viejos comunistas están jubilados y los pocos que quedan en activo sueñan con su revolución bolchevique y revisan su texto de materialismo histórico de Marta Harnecker, que en realidad son loas al materialismo “histérico”, el que sueñan que no se muera.


De las anécdotas que se cuentan
 

El “Informe sobre la Situación Presupuestal de los OPLE” más reciente, emitido por la Comisión de Vinculación de Organismos Públicos Locales del INE, exhibe una bomba de relojería de cara a las elecciones de los juzgadores.

En enero de 2025, el informe coloca en alto riesgo a los Oples de Colima, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas. Y en riesgo medio apunta a Ciudad de México, Chiapas, Guerrero, Puebla, Quintana Roo, Tamaulipas y Yucatán.

Está el OPLE de Zacatecas, que solicitó 273 millones de pesos para el ejercicio 2025 y el Congreso local le autorizó 125 millones, con lo que apenas tendrá recursos para servicios personales hasta junio; y para servicios generales y materiales sólo hasta abril.

Luce complicado que se puedan organizar bien las elecciones de ministros y jueces y en esa prospectiva, es evidente que habrá inestabilidad, no solo en los procesos comiciales sino en la certeza e inatacabilidad de los resultados.

fcrisanto00@yahoo.com.mx
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*ARD

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