El mundo sin USAID

El mundo sin USAID

Del Reportero
Por Fernando A. Crisanto 13 Febrero, 2025

No hay exageración alguna en señalar que el cierre de la estadounidense Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID, por sus siglas en inglés), puesta en marcha por el entonces presidente John F. Kennedy durante la Guerra Fría, puede ser una catástrofe tan importante como los aranceles que está repartiendo a mansalva, a veintitrés días de iniciado su mandato, Donald Trump.

Ahora mismo, se cuentan por docenas a los altos funcionarios de dicha Agencia que han sido enviados sin más a sus casas, dejando en vilo el destino de docenas de miles de millones de dólares en asistencia humanitaria a otros países.

El espectro de las ayudas que Estados Unidos daba a un sinnúmero de países, compite con su relevancia, Desde dar recursos para la asistencia alimenticia para bebés y niños desnutridos y apoyar a periodistas en sus causas, hasta atender centenas de acciones educativas en países con escasos recursos, por decir unas cuantas.

Kennedy creó USAID por dos motivos: contrarrestar la influencia soviética en el extranjero a través de la asistencia y buscaba darle orden a las donaciones que se hacían desde Washington.

El Congreso aprobó la Ley de Asistencia Extranjera y Kennedy estableció USAID como una agencia independiente en 1961.

En ese tenor, miles de ilusos dicen que, como ya no existe la Unión Soviética ya no tiene sentido tener semejante armatoste en funcionamiento, como si el Kremlin no existiera y no se contara con agencias gigantes en Moscú y Beijing que manejan sus propios programas, haciendo exactamente lo mismo.

Desde su primer día en el cargo, el pasado 20 de enero, Trump congeló por 90 días los recursos sobre la asistencia extranjera y el secretario de Estado, Marco Rubio, está moviéndose para trabajar solamente en programas de emergencia y de atención a desastres.

Rubio está trabajando para repartir pescado, no para enseñar a pescar.

En ese contexto, el presupuesto para apoyar a distintas agencias del Sistema de Naciones Unidas y la propia USAID han sido objetivos claros de los republicanos, buscan eliminarlos y con eso, bien puede decirse que viene un tsunami en términos de recortes asistenciales a la Autoridad Palestina, solo por decir un caso.

Con Trump en su primer mandato, Estados Unidos ya había dado muestras de lo que pensaba hacer y ahora, con la envoltura de que Elon Musk dirige un extraño ente llamado Departamento de Eficiencia Gubernamental, se ha iniciado la maquinaria para despedir a un sinnúmero de trabajadores y recortar billones de dólares en gastos gubernamentales.

Musk ya dijo que los fondos de USAID han sido utilizados para lanzar programas que no sirven y más lejos, le llamó “organización criminal”.

Más allá de las tonterías de Musk, hay lugares que podrían opinar diferente como es el caso de África subsahariana, que recibió vía USAID, poco más de 6 mil 500 millones de dólares en asistencia humanitaria el año pasado.

Solo hay que recordar que gracias a USAID, innumerables pacientes con VIH en África, pudieron ser atendidos o que, en Colombia, Costa Rica, Ecuador y Guatemala, se financiaron oficinas en las que los migrantes pueden solicitar ingresar a Estados Unidos.

En 2023, Estados Unidos gastó unos 40 mil millones de dólares en ayuda extranjera y es considerado el mayor proveedor de asistencia humanitaria en el mundo, empleando menos del uno por ciento de su presupuesto.

Es evidente que el pretexto es la recuperación de esos 40 mil millones, pero el objetivo puede ser mucho más mezquino. Encuestadores han identificado que 6 de cada 10 adultos en Estados Unidos dijeron que el gobierno estadounidense estaba gastando “demasiado” en ayuda al extranjero, e igual proporción señaló que el gobierno estaba gastando “demasiado poco” en educación, atención médica, infraestructura, Seguro Social y el Medicare. Hasta ahí, se trata de una opinión razonable, pero hay más.

Los Ángeles Times publicó hace poco que la Kaiser Family Foundation hizo un ejercicio similar, pero agregó una pregunta: ¿cuánto cree usted que el gobierno federal gasta en asistencia al extranjero? Y la respuesta dejó helados a los encuestadores. La mayoría de los encuestados consideró que el gasto en ayuda extranjera representa al 31 por ciento del presupuesto federal, no el uno por ciento que realmente es.

Trump quiere ganarse una parte de los electores que creen que el presupuesto federal se gasta a lo loco en asistencia al extranjero. Y eso lo ayudará a dejar un legado. Sin embargo, esa herencia será contraproducente.

Si USAID, uno de los mejores instrumentos de política exterior de Estados Unidos, desaparece, se esfuma la zanahoria y solo queda el garrote.

¿Cuántos países odiados por Trump pueden comenzar a sembrar zanahorias por todo el mundo, generando un efecto similar al que Estados Unidos producía con USAID?

¿Cuántas ventanas terroristas, extremistas e ideológicas se abrirán con la ocurrencia de cancelar la mayor maquinaria de asistencia que existía en el mundo entero?

De solo pensarlo, la idea produce escalofríos.

Ya no habrá zanahoria y garrote, sino dron y aranceles.

 

De las anécdotas que se cuentan

Concesionarios y conductores del transporte público que se oponen al Programa Integral de Reordenamiento y Modernización del Transporte, convocaron a una concentración mañana 15 de febrero en el zócalo capitalino.

Transportistas Unidos de Puebla, que exigen el aumento a la tarifa del pasaje desde el año pasado, están en contra de la serie de programas y apoyos económicos para actualizar sus unidades.

Consideran las propuestas de Movilidad y Transporte como insostenibles para seguir operando.

Por su parte, la secretaria de Movilidad señaló que a diario recibe de 100 a 150 solicitudes de gente que quiere concesiones y si no fuera negocio, no las seguirán solicitando.

En el fondo también hay un problema, hay funcionarios y ex funcionarios públicos que concentran decenas y cientos de concesiones y se resisten a dejar el negocio.


fcrisanto00@yahoo.com.mx
Twitter @fercrisanto
Facebook: Fernando Crisanto

 

 

*ARD


Diario Puntual te recomienda estas notas:

Transporte público moderno para Puebla

Los miedos al Infonavit

Alza en aranceles presiona industrias