La muerte de Alma Rosa Barragán
Por 26 Mayo, 2021El último posteo
Moroleón tiene como vecinos a Yuriria y Uriangato. Entrando a Michoacán, tiene frente a sí a Puruándiro y a Huandacareo, siendo éstos dos últimos territorio de CJNG en la zona. En Puruándiro todavía se recuerda la matanza con tufo a narco, de una familia entera en la colonia San Antonio Carano, el 23 de mayo del año pasado.
Pues el 25 de mayo de 2021, la candidata de MC a la alcaldía de Moroleón, Alma Rosa Barragán Santiago, posteó: “Buenas tardes, ¡Hoy es un día especial! Les quiero agradecer a cada uno de ustedes por su apoyo y confianza, ya somos 6,000 ciudadanos que queremos un cambio”.
Poco más tarde, la candidata subió un video en donde avisaba que estaba en La Manguita, sobre la calle Pedro Guzmán con Circuito Moroleón. En veinte segundos, invitaba a que la pasaran a saludar. Vestía sencillo: un pantalón vaquero y la playera naranja. El cubrebocas, riguroso.
Pero la muerte esperaba paciente a esta risueña mujer de 61 años. Estaba en lo suyo cuando un comando la roció a disparos. Ahí quedó Alma Rosa, literalmente muriendo en campaña.
Entró la consabida salva de condolencias y descalificaciones contra quien fuera, por la muerte de una mujer sin mayores complicaciones. Pero, los verdaderos culpables andan por otro lado, jugando a ser expertos y estadistas.
Solo sé que no sé nada
El viernes de la semana pasada, Rosa Icela Rodríguez, quien dice ser la titular de la Secretaría de Seguridad federal, en su proverbial catadura tipo Godínez, informó que “se ha dado seguimiento a 398 casos de candidatos y candidatas que participan en el presente proceso electoral, de los cuales 148 cuentan con protección”.
Quiero pensar que Rodríguez ha de suponer que eso de “candidatos y candidatas” le da sofisticación inclusiva a su mensaje. Entonces, ahora, con las omisiones criminales de funcionarios y funcionarias, tenemos candidatos y candidatas que han sido acribillados y acribilladas por sicarios y sicarias. La muerte sí sabe de paridad de género.
Hay que respirar hondo antes de reflexionar sobre los dichos de la señora.
Unos datos sobre seguridad
Pongo unos datos que permitirán entender al lector, la forma en que la mesa está puesta para incrementar la matanza de candidatos a alcaldes.
Son 1 mil 900 ayuntamientos los que se van a renovar, de acuerdo a las cifras del INE. Pensemos de manera económica que hubiera en cada alcaldía, cuatro candidatos: uno de MORENA, otro de PAN-PRI-PRD, uno más de MC (como Alma Rosa Barragán) y alguien más, que podría ser independiente, de un partido local o de otro partido nacional.
Si hay cuatro candidatos por alcaldía, tenemos a 7 mil 600 competidores. Si los datos de la señora Rodríguez son correctos, entonces la Secretaría de Seguridad federal, está protegiendo al 1.95 por ciento de todos los candidatos.
En otras palabras, la señora Rodríguez tiene un 98.05 de candidatos totalmente desprotegidos, en todo el país. Un éxito, pues.
Empero, habrá que pensar qué clase de protección se les tendría que dar a esos 7 mil 600 candidatos. Pues, basado en la experiencia profesional, diré que una camioneta blindada y al menos, dos escoltas armados y entrenados.
La dependencia federal en comento no tiene ni remotamente 7 mil 600 camionetas blindadas. Así que cada candidato tendría que jugársela con su camioneta o vehículo normal, que equivale a protegerse detrás de una cartulina.
Respecto a los dos escoltas armados por candidato, se necesitarían 15 mil 200 elementos. Ésos sí podrían conseguirse, pidiendo el apoyo a la Secretaría de la Defensa Nacional, la misma que dice que eliminó al Estado Mayor Presidencial pero que sus integrantes andan en distintos lugares y misiones.
Si allá en Constituyentes no ubican a este personal entrenado, podrían darse una vuelta por el Segundo Batallón de Servicios Especiales: ahí hay por lo menos 200, de los cuales 15 protegieron a Evo Morales cuando vino a comer a restaurantes de La Condesa y pasaba la noche en el Campo Militar número 1.
Del mismo autor: Ejecuciones en Puebla, enero y febrero 2021
En números redondos, fueron ocho mil los elementos que integraban al Estado Mayor Presidencial y ahora se encuentran en las funciones más insólitas. Tan solo en este agrupamiento, habría la mitad del personal necesario para proteger a cada uno de esos 7 mil 600 candidatos en todo el país.
Quiero suponer que la licencia para portar arma, así como las armas cortas y largas que traerían para cubrir a sus principales, no serían un problema. Ni el abastecimiento de las armas tampoco tendría relevancia.
Con todo, la medida sería insuficiente porque se le debería asignar dos escoltas a la pareja del candidato, lo que duplicaría el número de efectivos necesarios en un Estado en el que no se planean las cosas y se hace de la incompetencia pública un delito cotidiano.
El lector seguramente se preguntará si un plan de protección no pudo haberse preparado para evitar la muerte de docenas (sí, docenas) de candidatos en todo el país. La respuesta es: sí se pudo haber planeado pero aparecen tres problemas:
- 1.-Que alguien en la Secretaría de Seguridad Pública federal tenga los mínimos intelectuales para haberlo previsto.
- 2.-Que, justificadamente los candidatos de oposición podrían decir “no, gracias” porque se sabrían vigilados 24/7 por quienes los protegen.
- 3.-Que, se requeriría que el INE, la Secretaría de Seguridad Pública federal y la Secretaría de Gobernación hubieran negociado para hacerlo posible.
Pero no fue así: el titular de un organismo autónomo y dos floreros no pudieron hacer de lado su estrechez de miras y dejaron que los candidatos se muevan a su suerte. Ellos indujeron lo que está ocurriendo: que los cárteles y los clanes de la delincuencia organizada decidan quien vive y quien muere en estas campañas.
Un mensaje a Alma Rosa
No tuve el gusto de conocerte, pero espero que tu muerte no sea en vano y me gustaría que fuera la última en estas campañas llenas de sangre, adonde brotan las facilidades hacia los cárteles y clanes en todo México.
Mientras tanto, hay muchas mujeres que también son candidatas como tú y que se están jugando la vida porque tienen ideales y los defienden. Los que mueren, se van cuando se les olvida. No será tu caso.
*BC