Feminicida de Atizapán convivía con la familia de su última víctima

Feminicida de Atizapán convivía con la familia de su última víctima

Andrés “N”, presunto feminicida serial de 72 años, iba a comer con la familia de Reyna González, su última víctima
Por Redacción 23 Mayo, 2021

Autoridades del Estado de México revelaron que Andrés “N”, presunto feminicida serial de 72 años detenido en el municipio de Atizapán, se sentaba a comer con la familia de Reyna González, su última víctima.

“La familia de la última víctima está sumamente lastimada. Este señor era cercano a la familia. Iba incluso a comer a su casa. Allegándose de esta buena voluntad por parte de la familia, pues su última víctima se encuentra en este estado de indefensión, derivado de la confianza que se generaba”, dijo Dilcya García, fiscal para Delitos de Género de la Fiscalía del Estado de México, durante una entrevista con Adela Micha.

Agentes de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) continuaron el viernes con las pesquisas en el domicilio de Andrés “N”, de 72 años, presunto feminicida serial que ya fue vinculado a proceso por el asesinato de una mujer.

En el municipio de Atizapán, del Estado de México, la calle donde se ubica la vivienda permaneció acordonada y apenas se pudieron ver varias furgonetas, un camión y una excavadora realizando labores de investigación por parte de la FGJEM.

Lee también: VIDEO. Supuesta policía de EdoMex apunta con arma a familiares de detenido

Durante la tarde, un camión de carga salió de la zona lleno de escombro y según imágenes y videos distribuidos por la Fiscalía, dentro del domicilio continúan buscando pruebas y resto óseos, ya que, según medios locales, el sujeto dijo haber asesinado a más de 30 mujeres en los últimos 20 años.

Además, también compartieron el hallazgo de las identificaciones de dos mujeres desaparecidas en 2016 y 2019.

El martes, policías de la FGJEM ingresaron a este sujeto a un penal para ser investigado por el feminicidio de una mujer de 34 años, quien “habría sido asesinada y desmembrada dentro de un inmueble” en el que habitaba el presunto criminal.

“Derivado de las indagatorias hechas hasta el momento, se ha podido establecer que este sujeto podría estar relacionado con el asesinato de otras personas”, indicó un boletín de la Fiscalía estatal.

Norma era una madre trabajadora, el feminicida de Atizapán confesó que la mató

Norma Jiménez era una madre trabajadora, tenía alrededor de 41 años cuando desapareció en 2011. Andrés Filemón ”N” confesó, en su primera audiencia en los juzgados del penal de Barrientos, en Tlalnepantla, que ella había sido una de sus víctimas, fue la que primera que recordó y nombró.

El 6 de agosto de 2011 Norma cubrió su turno de 2 pm a 10 pm como mesera en una lonchería bar llamada Barrigón, ubicado en la calle Zahuatlán colonia San Javier, a las 10:15 pm se comunicó con su familia diciéndoles que se dirigía a casa pero nunca llegó.

La ficha de búsqueda describió sus señas particulares: “cadera grande y glúteos prominentes, además de tener una mancha en la piel en el pómulo derecho, una cicatriz de forma vertical en el abdomen de cesárea”.

Aunque sus abogados le sugirieron reservarse su derecho a declarar, Andrés N. expresó: “lo hecho hecho está, sólo quiero decir la verdad, ahí está el esposo (de Reyna), él vio todo”. Sólo lloró cuando le dijeron que por los delitos señalados no saldría de prisión, pero no lo hizo cuando narró cómo mató y destazó una a una a sus víctimas.

Mi hija viajó a la CDMX para estudiar: papá de posible víctima de feminicida en Edomex

Rubicela Gallegos, quien desapareció en 2019, podría ser una de las víctimas de Andrés 'N', presunto feminicida que fue detenido en Atizapán.

Armando Gallegos, padre de Rubicela, dijo que su hija salió de Monterrey, de donde son originarios, para poder continuar con sus estudios en la Ciudad de México. 

"Mi hija terminó su carrera en 2009 y se fue para la Ciudad de México para continuar sus estudios, a ella le faltaba solo una materia para ejercer su carrera", comentó entrevista con Azucena Uresti para Grupo Fórmula.

Te puede interesar: En Ciudad Juárez, hallan a tres mujeres sin vida encobijadas

"Para ella fue muy fácil irse a la Ciudad de México por el trabajo que tenía y por la ambición de ser alguien productivo en la vida", dijo. Asimismo, mencionó que Rubicela Gallegos desapareció el 20 de julio de 2019 en el centro de Tlalnepantla, y hasta el momento no sabían nada de ella hasta que se enteraron por medio de redes sociales de los hallazgos. 

"Mi hija desapareció el 20 de julio de 2019 en el centro de Tlalnepantla cuando se encontraba en un restaurante-bar", mencionó. 

Puntualizó que autoridades de seguridad del Estado de México ya se pusieron en contacto con él para brindarle toda la información necesaria sobre el caso.  "Para el lunes o martes estaré por allá para reunirme con las autoridades y tener alguna información", dijo. Armando Gallegos destacó que Rubicela Gallegos jamás les comentó nada sobre Andrés 'N', "nosotros conocíamos algunos de sus amigos a través de redes sociales, pero no sabíamos nada de ese señor", finalizó. 

Las cortejaba en bares y tras su rechazo coleccionaba sus bellos rostros

El feminicida de Atizapán detalló que elegía a sus víctimas por bonitas, pero las mataba cuando lo rechazaban, por eso quería conservar sus rostros, los arrancaba con gran cuidado junto a su cuero cabelludo, tras apuñalarlas en el corazón.

Detalló que su primera víctima fue Norma “N”, desaparecida el 6 de agosto de 2011 en el municipio de Tlalnepantla, Estado de México. De acuerdo a su ficha de desaparición, trabajaba en un bar denominado “El Barrigón”.

Se segunda víctima fue Berenice Sánchez Olvera, ella tendría alrededor de 20 años y trabajaba en el bar denominado “El Marinero”.

A dos mujeres más, Alyn y Gardenia, también las cortejó y de nueva cuenta lo rechazaron para tener una relación sentimental, a ellas de igual forma las conoció en el Bar “El Barrigón”, mujeres de las cuales, no se tiene una ficha de identificación.

Al igual que estas mujeres, en 2016 conoció en otro bar a Flor Ninive, quien también trabajaba como mesera, la invitaba a comer y le daba regalos, sin embargo, también ella se negó a ser su pareja sentimental por lo que la asesinó en octubre de ese año.

Rubicela, era repartidora de aplicación de comida por teléfono, a ella la vio ir por un pedido a un restaurante y ahí la secuestró, le gustó tanto que también la quería sólo para él, acabó con su vida en 2019.

Su última víctima fue Reyna a la que degolló y después la llevó hasta el sótano, donde la destazó para comérsela y agregó que pensaba guardar algunas partes como recuerdo de la víctima con quien convivía cotidianamente y conocía muy bien desde hace tiempo.

El asesinato de Reyna

La señora Reyna fue la última víctima del feminicida de Atizapán identificado como Andrés "N" así lo declaró el abogo Sergio Baltazar Rodríguez, quien trabaja para Bruno Ángel, esposo de la víctima.

Destacó que la mujer desapareció el día en que compraría accesorios cosméticos y que fue el llamado "Monstruo de Atizapán", quien la acompañó a conseguir estos insumos para después encontrar la manera de asesinarla.

El abogado apuntó que el acusado miente al decir que tenía una relación sentimental con la señora Reyna, ya que no había condiciones para que se diera este tipo de acercamiento sentimental y la familia de la víctima se encargaba de ayudarlo debido a su condición.

Añadió que la familia tenía confianza con el hombre e inclusive le decían "abuelito", lo cual contrasta con lo despiadado de su actuar y la forma en la que confesó el crimen sin ningún remordimiento.

Te puede interesar: (VIDEOS Y FOTOS) Arrestan a FEMINICIDA SERIAL; Tenia a MUJERES DESCUARTIZADAS en su CASA
 

Bruno, esposo de Reyna González, la víctima por quien fue descubierto, rindió su declaración donde narró que se despidió de su esposa el viernes a las cinco de la mañana y luego se fue a trabajar, ella le dijo que ese día iría a comprar refacciones para celulares ya que a eso se dedicaba, por lo que se quedó de ver con Andrés, pero ella nunca regresó, al otro día ingresó a la fuerza al domicilio del sujeto de 72 años, encontrando la terrible escena de su esposa cercenada sobre una mesa del comedor.

El esposo de Reyna González, madre de dos pequeñas hijas de cuatro y ocho años de edad, pidió que se deje de mencionar que ella tenía una relación con este hombre, explicó que era un amigo de la familia, que le tenían lástima y trataron de apoyarlo económicamente por ser de avanzada edad, por lo cual le tenían plena confianza.

“Mis hijas no pueden ver la televisión porque dicen que ella tenía una relación extra marital, lo cual no es cierto, no sé si él lo inventó”, dijo el hombre por el cual Andrés “N” logró ser detenido.

Durante 20 años, Andrés “M” pudo haber asesinado y descuartizado a varias mujeres , según el registro de su libreta. Él mismo afirmó que también se las comía

Esposo de la víctima desmiente que feminicida tuviera una relación con Reyna

“Es falso, rotundamente falso que mi esposa era amante de don Andrés. Sí lo visitaba constantemente, pero por humanidad para hacerle de comer y ayudarlo en algunos quehaceres de la casa, ya que vivía solo y por su edad ya no podía hacer muchas cosas”.

Así, de manera rotunda lo manifestó en entrevista Bruno, esposo de la señora Reyna, quien habría muerto a manos del presunto asesino serial de Atizapán, Andrés “N”.

Una vez preso, Andrés N declaró que asesinó a Reyna por celos, pues supuestamente tuvo una relación amorosa con ella y lo había amenazado con dejarlo.

En tono molesto por todo lo que se dice de la supuesta relación sentimental de su esposa, de 38 años, con Andrés “N”, de 72, Bruno reiteró que su cónyuge no era amante del sujeto, “yo siempre supe que lo visitaba continuamente en su domicilio porque ella misma me lo hacía saber y me comentaba que lo visitaba para ayudarlo en algunos de los quehaceres de la casa, pues por su edad muchas cosas ya no podía hacer”.

Te recomendamos: Tras estar desaparecida, hallan a mujer ENTERRADA en kínder

Incluso, agregó, “yo en varias ocasiones acompañé a mi esposa a la casa del señor Andrés, a quien estimaba y lo consideraba como un buen amigo, porque, al menos en apariencia, era un hombre tranquilo y bueno que me caía muy bien, por su nobleza.

“De verdad, sólo porque lo viví en carne propia, si me hubieran dicho, todo ha salido a la luz de don Andrés, su maldad y la sangre fría que tuvo para asesinar a tantas mujeres, no lo hubiera creído, porque, repito, lo tenía considerado como un hombre bueno e incapaz de hacerle daño a nadie”.

“Sigo muy perturbado, no lo puedo creer, me resulta difícil de creerlo, siento que esto es una pesadilla, primero porque descubrí el demonio que escondía dentro don Andrés, y luego por la brutalidad con que asesinó a mi esposa, en verdad que el señor no rompía un plato, no lo puedo creer”.

“El día en que asesinó a mi esposa, el pasado viernes 14 de mayo, como siempre solía hacerlo, mi esposa me habló por teléfono para avisarme que iba a la Ciudad de México en compañía de don Andrés para comprar mercancía para su negocio de accesorios y teléfonos celulares”.

“Sin ningún problema, porque eso era muy seguido, le contesto que estaba muy bien y que se fueran con mucho cuidado”.

Sin embargo, debido a que pasaron las horas y su esposa no llegaba a su casa ni le contestaba el teléfono, un tanto preocupado se trasladó a la casa de don Andrés para saber si estaba ahí o preguntarle si no la había visto.

De entrada, dijo, notó un tanto extraño y nervioso a don Andrés y luego surgieron muchas dudas y sospechas en él, pues le manifestó que no había visto a su esposa ni sabía nada de ella, cuando varios de sus inquilinos y la hermana de su esposa horas antes la habían visto entrar a la casa de él.

Ante esta actitud, dijo, entró casi por la fuerza a la casa y luego sobrevino la tragedia y el terror, pues al entrar en una de las habitaciones encontró la ropa y la bolsa de su esposa.

Luego, al bajar al sótano por unas escaleras de madera, lo que vio lo dejó paralizado, pues descubrió el cuerpo de su esposa destazado, por un momento pensó en matar a su vecino, pero cuando subió a buscarlo, ya se había dado a la fuga, pero finalmente fue detenido y encarcelado.