La extenuante jornada invisible del maestro: Más allá de las horas en el aula
Por 15 Mayo, 2025Ser maestro en México implica una carga laboral que no termina con el timbre final. Además de impartir clases, los docentes dedican tiempo a preparar temarios, calificar exámenes, atender a padres/tutores, realizar tareas administrativas y participar en capacitaciones.
El informe Panorama de la Educación 2024, elaborado por la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), revela que los maestros en escuelas públicas enseñan en promedio 1,007 horas al año, una cantidad que refleja la alta exigencia de la profesión.

Bajo salario y sobrecarga de trabajo
Además de las altas horas laborales, el salario promedio es considerablemente menor que el de otras profesiones. Según el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), los maestros de secundaria ganan en promedio 10,650 pesos mensuales, lo que representa un 17% menos que el sueldo de otras carreras profesionales.
Este panorama afecta el atractivo de la profesión, sumando niveles elevados de agotamiento y estrés que han sido reconocidos en estudios sobre riesgos psicosociales en el trabajo.

Burnout: afecta a docentes universitarios
La profesora e investigadora María Luisa Ávalos Latorre, del Centro Universitario de Tonalá, explica que el estrés laboral impacta la salud mental y física del 42% de los docentes en México.
Los problemas de ansiedad, depresión, trastornos musculoesqueléticos y afectaciones cardiovasculares son algunas de las consecuencias que enfrentan los educadores.
Este no es un fenómeno reciente. Desde 2014, se han registrado casos de desgaste emocional en México, Colombia y Brasil, agravados por la pandemia de Covid-19, que añadió desafíos en la transición al trabajo remoto.

La importancia de crear entornos laborales saludables
La maestra en Administración Catalina Arias Rodríguez enfatiza la necesidad de promover un ambiente laboral más saludable y satisfactorio para los docentes.
Desde la psicología de la salud, se recomienda el desarrollo de programas de intervención temprana, así como la implementación de cambios estructurales que reduzcan la carga laboral y fomenten el bienestar.
Estrategias personales para reducir el agotamiento
A nivel individual, los docentes deben fortalecer habilidades de manejo del estrés, identificar desafíos estresantes, buscar soluciones prácticas y regular sus emociones.
La promoción de hábitos saludables también es clave para mejorar la calidad de vida y garantizar un rendimiento adecuado en el aula.
Políticas organizacionales que promuevan el bienestar
Finalmente, Ávalos Latorre destaca la importancia de crear políticas organizacionales que permitan la reducción del estrés en el entorno educativo.
Medidas como pausas de autocuidado, espacios de intercambio entre docentes y el acceso a herramientas para el manejo del estrés, contribuirían a mejorar la salud mental de los maestros.
Con información de El Economista
*ARD