Jóvenes y niños, No

En su columna de El Economista, Salud y Negocios publicada el pasado miércoles, la periodista Maribel Ramírez Coronel establece que la decisión anunciada el pasado 27 de julio, de que el Estado mexicano no aplicará vacunas a los menores de 18 años, generó reacciones en muchos sentidos, pero sobre todo hizo ver una cosa inequívoca: el gobierno federal decidió cerrar la llave del presupuesto de este año para la adquisición de más vacunas.

Será con el presupuesto de 2022, que se presentará a la Cámara de Diputados el 8 de septiembre, cuando se sepa el monto de recursos que se destinarán para la adquisición de vacunas antiCovid y si como en otros países se contempla vacunar a niños y jóvenes de 12 a 18 años, por lo pronto la posición mexicana de este año es “a ellos, los menores, no”.

Más adelante plantea los costos de la pandemia, y debido a que el gobierno federal no los transparenta, retoma cálculos que hacen los especialistas “porque pueden ayudar a ubicar escenarios y planear no sólo para seguir enfrentando el Covid-19 que aún no ha acabado, sino el costo del síndrome PostCovid”.

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Hay datos relevantes, por ejemplo, citó al doctor poblano Santiago Lastiri Quirós, profesional con maestría en medicina preventiva, administración médica y doctorado en políticas de salud y gerencia, quien construyó un modelo que permite visualizar el costo anual de la atención de los pacientes Covid en México hacia adelante.

“Conforme sus cálculos en un escenario sumamente conservador, el especialista estima el costo de la atención posterior al Covid de personas que fueron infectadas en México y que sobrevivieron. Y lo calcula en unos 56 mil 400 millones de pesos estimando un costo de 400 mil pesos por paciente hospitalizado y de 40 mil pesos (10% respecto del costo del hospitalizado) por paciente ambulatorio”.

Considerando las cifras oficiales de infectados -sin considerar que pueden ser mínimo 3 veces más altas como muchos especialistas y la misma Organización Mundial de la Salud lo ha reconocido-, Lastiri toma los números a mayo de 2021 cuando la Secretaría de Salud reportaba 2 millones 400 mil casos registrados. Y de éstos toma el 20% de hospitalizados, que serían 480 mil. Y si se considera que de éstos 75% sobrevivieron serían 360 mil egresados vivos, de los cuales a su vez estarán reingresando por secuelas al hospital un 15%.

“Eso da un total 54 mil personas que requieren atención PostCovid, y el costo que calcula el doctor Lastiri por la atención de estos mexicanos es de 21 mil 600 millones de pesos. Pero a éste le suma otros 34 mil 800 millones de pesos por los casos de pacientes ambulatorios que también quedaron con secuelas y que por lo tanto igualmente requieren seguir siendo atendidos hacia adelante. Sumando ambas cantidades -de hospitalizados y ambulatorios- nos lleva a la cantidad de los 56 mil 400 millones de pesos, que deberán ser cubiertos por el sistema de salud, ya sea con gasto público o privado”.

Ahora, el problema porque el gobierno de la Cuarta Transformación debe establecer cómo enfrentará los próximos costos de la pandemia que aún continúa, pero también los elevados costos de la atención postCovid que el sistema de salud no podrá evitar y que deberá prever cómo enfrentar.

Para el doctor Lastiri “lo importante es crear modelos de atención a través de protocolos que permita articular los esfuerzos y aprovechar la infraestructura médica que ya existe articulando la atención primaria, la secundaria y la terciaria”.

No se trata, comenta, de construir nuevas clínicas o abrir más centros de atención especializada, sino conformar protocolos de atención conjunta y multidisciplinaria para resolver las consecuencias del Covid en la gente que se queda con síntomas y padecimientos que perdurarán por algún tiempo.

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Esa es una de las razones del por qué la federación cerró la llave del presupuesto para este año y los niños y los jóvenes no están contemplados para ser vacunados en México, aunque ya los quieren ver en las aulas. Un ejemplo de cuando la política es más importante que la salud.

De las anécdotas que se cuentan

Para el presidente Andrés Manuel López Obrador hoy tiene dos prioridades políticas: la Consulta del próximo domingo y la revocación del mandato.

Señaló que el 21 de marzo de 2022 será el día de la consulta para saber si continúa en el cargo o renuncia y en eso pondrá todo su esfuerzo y poder.

Personajes cercanos a Palacio Nacional adelantaron a sus compañeros en los estados que no habrá cambio de dirigencias partidistas, antes de esa fecha.

Para septiembre próximo habrá una renovación de su padrón de militantes, aunque no les dará tiempo concluirlo.

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Refrendarán su militancia aquellos que lo son desde 2013, pero solo podrán participar en asambleas estatales quienes cumplen su afiliación en el periodo hasta 2017.

Quienes se registraron después serán militantes de Morena, pero no podrán elegir dirigentes con lo que dejan fuera a miles de morenistas de reciente integración.

Utilizarán el tema de la pandemia para justificar no elegir a sus dirigencias locales.

En Morena, callan y obedecen.

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*AR