La memoria de Cienfuegos

El encarcelamiento en Estados Unidos del general de División Salvador Cienfuegos ha sido cualquier cosa, menos heterogéneo en reacciones.

A partir de todo lo publicado en medios de circulación nacional, es posible pensar en cinco posturas de la comentocracia para explicar lo ocurrido:

1.-El general fue capturado por la DEA, sin que sus compañeros en Lomas de Sotelo y el presidente Andrés Manuel López Obrador lo alertaran. Esta inacción fue concertada y tanto el secretario de la Defensa Nacional como el mandatario Andrés Manuel López Obrador lo hicieron a manera de escarmiento para innumerables mandos militares que no están contentos con lo que el inquilino de Palacio Nacional hace y deshace.

2.-El general no fue capturado por la DEA, sino que éste armó las cosas para entregarse en territorio estadounidense. Justamente, llevó a su familia para que todos se quedaran a salvo y él pudiera reiniciar una vida allá, lejos de sus poderosos enemigos en México.

3.-El general fue acusado por distintos personeros vinculados a la organización Beltrán Leyva, como una forma de revancha por no cumplir los acuerdos con ellos.

4.-El general fue acusado por la organización Beltrán Leyva, como represalia a la ayuda que el militar dio al cártel de Sinaloa, enemigo jurado de aquellos hermanos, particularmente de Arturo y de Héctor, quien no murió de un infarto, sino que fue ejecutado por manos anónimas, vinculadas a Cienfuegos.

5.-El general no fue capturado por revanchas con algún cártel ni se entregó para vivir en Estados Unidos. Le hicieron un “chaleco” por no colaborar lo suficiente con la DEA y el FBI cuando fue secretario de la Defensa Nacional, como esperaban los americanos que siguieran las cosas igual que en la administración de Felipe Calderón.

Conforme avancen los días, seguramente se irán robusteciendo otras líneas de especulación sobre la detención más rara que la DEA haya hecho en tiempos recientes de un mexicano de alto rango militar en territorio estadounidense.

Solo una cosa se mantiene firme, a Andrés Manuel López Obrador no le molesta la idea de la detención en lo absoluto.

¿En qué se basa esta afirmación? En que, si hubiera molestia, la Cancillería mexicana ya estaría moviendo al mundo entero para darle asistencia al militar y generar una campaña mediática contra la detención.

Hasta en Tik Tok ha salido López Obrador dándole las gracias al general Salvador Cienfuegos por la ayuda que le brindó para protegerlo durante el periodo post-electoral de 2018.

Que ahora se olvide de esas atenciones es absolutamente normal en el presidente, porque al igual que el gobierno de Estados Unidos y los políticos mexicanos, él no tiene amigos, tiene intereses.

De las anécdotas que se cuentan

Aseguran los que saben, que fue en la gestión del secretario de la Defensa Nacional, el poblano Enrique Cervantes Aguirre, cuando empezó a formarse un grupo de militares que trabajaba políticamente y empezó a construir puentes con gru