Rancho del terror: Arrestan a reclutadores y expolicías ligados al CJNG en Jalisco
Por 24 Marzo, 2025En septiembre del año pasado, la policía entró en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, donde se encontraron cadáveres y restos humanos, además de la detención de 10 personas.
Durante esta operación también se rescataron a dos supervivientes secuestrados en el lugar. Sin embargo, después de este operativo, un manto de silencio cubrió el caso, que permaneció casi olvidado por varios meses.
Fue hasta el reciente escándalo que el caso del rancho Izaguirre volvió a la vida pública con una gran intensidad. Ahora se están realizando las primeras detenciones por reclutamiento forzado y matanza de víctimas, mientras la conexión de los expolicías de Tala con el Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha hecho más evidente.
Primeras detenciones clave relacionadas con el crimen organizado
El fin de semana pasado, las autoridades federales, en conjunto con la Guardia Nacional y la policía de investigación, arrestaron a José Gregorio Lastra, de 51 años, quien es señalado como presunto reclutador de jóvenes para el CJNG.
Lastra, originario de Veracruz, tiene antecedentes criminales y estaba vinculado con el crimen organizado en Jalisco, especialmente en el rancho Izaguirre, donde se sabe que se sometían a torturas y entrenamientos físicos a los jóvenes reclutados para convertirlos en sicarios.
Según las autoridades, Lastra era uno de los comandantes del CJNG y tenía un alto cargo dentro de la organización criminal, además de estar vinculado con Gonzalo Mendoza, conocido como "El Sapo", líder de uno de los grupos de sicarios del cartel.
Además de Lastra, fueron detenidos dos expolicías de Tala, José Antonio N y Gabriel N, quienes, según las investigaciones, actuaban como reclutadores y facilitadores del ingreso de jóvenes al rancho Izaguirre.
Los expolicías fueron arrestados por su vinculación con el crimen organizado, y se reveló que formaban parte de una red de corrupción que operaba en la región, sirviendo de sicarios para el CJNG.
En particular, el grupo de expolicías fue responsable de arrestar a los jóvenes y entregarlos al cartel, en un acto de colaboración con la delincuencia organizada.
Uno de los expolicías fue arrestado en Colima, donde portaba cartuchos, aunque la verdadera razón de su detención fue una orden de aprehensión que ya existía en Jalisco.
Se especula que podría haber otros expolicías involucrados en el caso, ya que la corrupción dentro de las fuerzas de seguridad parece estar más extendida de lo que inicialmente se pensaba.
El descubrimiento de un campo de torturas y adiestramiento criminal
El caso alcanzó una nueva dimensión cuando las madres buscadoras, un grupo de mujeres que han perdido a sus hijos debido a la violencia en México, irrumpieron en el rancho Izaguirre el 5 de marzo.
El descubrimiento que hicieron fue escalofriante: huesos humanos y restos calcinados fueron encontrados en lo que parecían ser piletas crematorias, lo que desató una nueva ola de horror y conmoción en la opinión pública.
Las imágenes de ropa y zapatos apilados sin dueño conocido, junto con los restos humanos, fueron rápidamente difundidas a través de las redes sociales.
Las madres buscadoras, al ver estos objetos, comenzaron a revisar las prendas para identificar a sus desaparecidos. La noticia del descubrimiento del rancho de Teuchitlán, junto con las imágenes desgarradoras, hizo que muchos mexicanos compararan este sitio con los campos de exterminio nazis, bautizando el rancho como el "Auschwitz mexicano".
El hallazgo de los restos humanos y las evidencias de tortura en el rancho Izaguirre dejó al descubierto la brutalidad del cartel en su proceso de adoctrinamiento de jóvenes, a quienes sometían a un entrenamiento físico despiadado y a condiciones inhumanas para convertirlos en sicarios.
Las víctimas eran reclutadas a través de falsas promesas de empleo, pero una vez en el rancho, eran forzadas a entrenarse bajo amenazas y torturas.
La Fiscalía de Jalisco en el encubrimiento
Lo que está quedando cada vez más claro es que la policía de Tala tuvo un papel fundamental en el reclutamiento y entrega de los jóvenes al CJNG.
En uno de los testimonios obtenidos por las autoridades, una de las víctimas escuchó mientras estaba cautiva que iba a ser “entregada a la gente”, lo que hace referencia a la conexión de la policía con los sicarios del cartel.
La policía de Tala era tan temida en la región que los habitantes los comparaban con los mismos criminales, debido a su implicación en actividades ilícitas y su complicidad con el CJNG.
Por otro lado, la Fiscalía de Jalisco, que ha sido duramente criticada por su incompetencia en el manejo de este caso, ahora enfrenta un proceso de reparación de errores. Si no hubiera sido por las madres buscadoras, el caso podría haber permanecido en el olvido.
Estas mujeres, guiadas por la esperanza de encontrar a sus hijos, arriesgaron sus vidas al entrar en el rancho y destapar la verdad oculta en Teuchitlán.
Desde ese momento, la presión pública ha forzado a las autoridades a tomar medidas más enérgicas y a investigar a fondo el caso, aunque muchos temen que, una vez que se apague el interés mediático, el sistema de impunidad vuelva a prevalecer.
Con información de El País
*BC