Familiares encuentran pistas de Merari Noemí García Mejía en Rancho Izaguirre
Por 21 Marzo, 2025
La familia de Merari Noemí García Mejía, una joven de 19 años desaparecida desde mayo de 2024 en Jalisco, identificó varias de sus pertenencias entre los objetos asegurados en el rancho Izaguirre, ubicado en Teuchitlán, un predio vinculado a un presunto centro de tortura y adiestramiento relacionado con el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), según los colectivos de búsqueda que han trabajado en el lugar.
De acuerdo con lo que narró su hermana Rubí en entrevista con Azucena Uresti, Merari Noemí desapareció el 20 de mayo de 2024. Un mes antes, la joven había recibido una oferta de trabajo a través de una agencia, la cual le prometía un salario de seis mil pesos semanales. Rubí explicó que, al revisar la captura de pantalla de la oferta, se detallaba que la agencia cubriría todos los gastos de transporte, hospedaje y alimentos, e incluiría “clases de entrenamiento, como defensa personal”. Según lo que Merari le comentó, parecía tratarse de un trabajo como guardia de seguridad.
“Incluso le dijeron que si no podía llegar, le mandarían un transporte para encontrarse en el lugar”, agregó Rubí durante la entrevista.
Última publicación en redes sociales antes de desaparecer
La joven vivía con su pareja y su hijo de un año, y no informó a su madre ni a su hermana sobre la entrevista de trabajo, relató Rubí. “Ese día, ella se va. Nos comenta el papá de su niño que se sube a un Uber con sus maletas. En su Facebook, ella publicó una foto ese mismo día, el 20 de mayo, mostrando sus maletas, los tenis que llevaba puestos y cómo iba vestida”, explicó Rubí.
La familia de Merari comenzó a preocuparse cuando la joven dejó a su hijo al cuidado de su madre y nunca regresó por él. “Desde ese día, no tuvimos más noticias de ella. No volvió a conectar a sus redes sociales ni a darnos señales de vida”, comentó Rubí.
La última llamada y el rastro en Tlaquepaque
Meses después, la Policía Cibernética informó a la familia que, al revisar las llamadas realizadas desde el teléfono de Merari, se identificó que su última llamada fue realizada desde la nueva central de Tlaquepaque. “La fiscalía nos dijo que habían analizado la llamada, pero no sabían a quién pertenecía el número. Revisaron, pero aparentemente no había indicios claros”, explicó Rubí.
Pertenencias de Merari reconocidas en el rancho Izaguirre
La familia no conocía la noticia sobre el aseguramiento del rancho Izaguirre en septiembre de 2024, hasta que el 5 de marzo de 2025 Rubí se enteró al ver una transmisión en vivo en el perfil de Facebook del colectivo Guerreros Buscadores de Jalisco. “Empecé a revisar las fotos y me di cuenta de inmediato: reconocí los tenis, la maleta y una biblia que mi mamá le había regalado”, relató Rubí.
La Fiscalía advierte dificultades para extraer ADN
Tras reconocer las pertenencias, la familia se contactó con el colectivo de búsqueda y luego acudió a la Fiscalía, donde le informaron que debían esperar la revisión de las fotografías de los objetos encontrados. Las autoridades les explicaron que lo más probable era que no se pudiera extraer ADN de los restos hallados en el rancho, ya que se habían calcinado a temperaturas extremadamente altas. Rubí añadió que seguirán buscando a Merari hasta tener información certera sobre su paradero o recibir respuestas definitivas.
Este caso resalta no solo la angustia de una familia en busca de respuestas, sino también las dificultades para obtener justicia ante un contexto de desapariciones y violencia vinculada a grupos criminales. La familia de Merari sigue luchando por obtener claridad en torno a su desaparición y hacer todo lo posible para dar con su paradero.
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