Corridas de toros sin sangre podrían extinguir la raza brava en México, afirman ganaderos
Por 26 Mayo, 2025La aprobación de las “corridas de toros sin sangre” en Ciudad de México ha encendido las alarmas entre las ganaderías de toros bravos del país. De aprobarse esta medida a nivel nacional, el impacto sería devastador para el sector: más del 90 % del ganado bravo sería enviado al matadero en un plazo máximo de 18 meses, aseguran representantes del gremio.
Reforma antitaurina amenaza a más de 257 ganaderías bravas
Ramiro Alatorre, presidente de la Asociación Nacional de Criadores de Toros de Lidia (ANCTL), aseguró que esta nueva modalidad taurina, que elimina los tercios de varas, banderillas y la suerte suprema, representa una "prohibición encubierta". Según datos de la ANCTL, el 95 % de las 257 ganaderías registradas se dedican exclusivamente a la cría de toros de lidia.
Ganaderos como Sergio Hernández, del centenario hierro de Rancho Seco, advierten incluso de riesgos para la salud del animal. “Sin el castigo físico, el toro no libera endorfinas ni descongestiona su respiración, lo que puede llevarlo a un infarto en plena plaza”, explicó.
Riesgo económico, ecológico y genético para el campo mexicano
Más allá de la tradición, la principal preocupación del gremio es el impacto económico. La experiencia internacional no es alentadora: tras implementar corridas sin muerte en Quito en 2011, la plaza de toros cerró por falta de público. Un escenario similar en México afectaría a 118 mil cabezas de ganado bravo que hoy pastan en 170 mil hectáreas del país.
“Esto no solo afecta nuestra economía rural, también pone en riesgo la biodiversidad”, añadió Alatorre, señalando que la fauna en ranchos de lidia es hasta cinco veces mayor que en predios sin ganadería brava. Además, recalcó que solo entre 7 y 8 % de los toros mueren en el ruedo, permitiendo mantener la reproducción controlada del resto.
Por su parte, Julio Uribe, del hierro Torreón de Cañas, advirtió que de imponerse esta reforma, los criadores terminarán mezclando vacas bravas con toros de carne, diluyendo genéticamente una raza única adaptada a las exigencias de la tauromaquia.
El Congreso de Ciudad de México aprobó el 18 de marzo esta modalidad “sin sangre” y ahora se busca replicarla en todo el país mediante una reforma a la Ley Federal de Bienestar Animal, la cual podría debatirse este mismo año.
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