Cómo evitar que se pegue el lente de contacto
Por 23 Septiembre, 2022Uno de los problemas más comunes que tienen quienes usan lentes de contacto es lo difícil que puede ser quitárselo. Y un lente de contacto pegado en el ojo es una molestia bastante grande. Sin mencionar que, si es primera vez que los usas, te puede asustar mucho que no te los puedas quitar. Pero no te preocupes, aquí te enseñamos los trucos para evitar que se pegue tu lente de contacto y te lo puedas quitar y poner de nuevo fácilmente.
¿Se te pegan los lentes de contacto en el ojo?
Casi todos los que usan lentes de contacto han pasado por esta situación más de una vez. Con el paso del tiempo, se vuelve algo tan común, que solucionar el problema es muy fácil. Y olvídate de eso que dicen que se te quedará detrás del ojo. Lo que si debes tener saber es que según el tipo de lente de contacto que uses, el proceso para despegarlo cambia.
Que el lente de contacto se pegue en el ojo es consecuencia de la resequedad. Por eso, siempre es necesario mantener lubricados los ojos. El especialista que te indique los lentes te debió dar indicaciones en este aspecto. Sin embargo, lo mejor es utilizar lagrimas artificiales antes y después de usar los lentes.
No es aconsejable dormir con los lentes de contacto, aunque se entiende que muchos pacientes olvidan quitárselo por la costumbre de tenerlos puestos. Así que, si un día se te pasó extraer los lentes para ir a dormir, una vez que te levantes, debes quitártelos y lubricar tanto el ojo como los lentes.
Claro, esto no quiere decir que no pueda ocurrir este accidente. Por eso, a continuación, te enseñamos la forma más fácil de despegar un lente de contacto.
¿Cómo sacar lente de contacto blando?
Este tipo de lente de contacto es el que más se pega al ojo. Para poder extraerlo, primero debes lavarte bien las manos y ubicar bien la posición del lente de contacto. Si es el caso que el lente está pegado en todo el centro de la córnea, es probable que se haya resecado, por lo que, será necesario enjuagar con solución salina estéril, el ojo unos segundos para que el lente se pueda despegar.
Para que el proceso sea efectivo, después de colocarte las gotas lubricantes o lágrimas artificiales, ciérralo y masajea el ojo suavemente, en el párpado superior. Cuando sientas que el lente se mueve, procedes a sacarlo como de costumbre.
Ahora bien, ¿Qué pasa si aun haciendo eso el lente sigue pegado? Puedes repetir estos pasos varias veces hasta que lo logres. Es importante que pestañees para que el lente se mueva. No te desesperes, en algunos casos, puede tardar varios minutos hasta que el lente se despegue de tu ojo, pero no se quedará allí para siempre.
Después de todo esto, es normal que el ojo se sienta irritado o seco. Para eso, puedes lubricarlo con lágrimas artificiales o solución salina estéril. Si este síntoma perdura por varios días y se tornan los ojos rojos, lo mejor es acudir a cita con el oftalmólogo.
¿Y si el lente no está centrado en la córnea? Entonces, deberás mover tu ojo en dirección contraria a donde se encuentra el lente. Ahora, masajea el párpado y parpadea hasta que sientas que el lente se ha movido. Otro truco es colocarse otro lente de contacto y parpadear. Este truco te ayudará a que el lente se mueva al lugar correcto y puedas sacarlo.
Extraer lente de contacto rígido o GP
Los lentes de contacto permeable se extraen diferente a los blandos. En este caso, no puedes masajear tus ojos, pues esto puede ocasionar que el lente lastime tu ojo. Por eso, para despegarlo del ojo, te recomendamos hacer lo siguiente:
En el caso que el lente se haya pegado a la parte blanca de tu ojo, usa la yema de tu dedo para hacer presión justo en el borde del lente. Al romper la succión que el lente está ejerciendo en tu ojo, se despegará fácilmente.
Hay otro método más convencional para despegar lente de contacto que es usar la ventosa, un artículo fabricado para el cuidado de los lentes de contacto. Esta pieza tiene una esquina cóncava con la que se ejerce presión en el centro del lente de contacto para que se adhiera a este y pueda separarse del ojo sin hacerle daño.