La justicia social de todos y para todos

La justicia social de todos y para todos

En la opinión de...
Por Fernando Manza… 17 Febrero, 2022

Muchas veces hemos escuchado que justicia es darle a cada quien lo que le corresponde, lo cual no es del todo incorrecto, sin embargo, si nos quedamos solo con esa idea estaremos omitiendo una parte fundamental de la definición. Ciertamente ser justos es dar a cada quien lo que le corresponde, pero ello debe ser de acuerdo con sus derechos, capacidades y necesidades.

Lo anterior es muy importante ya que pone en perspectiva lo que hacemos unos por otros y se encuentra muy ligado a lo se ha definido como Justicia Social, la cual precisamente se conmemora a nivel mundial el próximo 20 de febrero.

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Se atribuye al sacerdote jesuita Luigi Taparelli D'Azeglio haber acuñado a mediados del siglo XIX la expresión "justicia social", definida como "la justicia entre los hombres", haciendo referencia a que todos los humanos son miembros de una misma especie y por lo tanto todos deben ser considerados como iguales en derechos, a pesar de tener diferentes capacidades naturales.

Este concepto es muy importante ya que pone en el centro del foco a una de las más grandes problemáticas de nuestro país, como es la desigualdad y las brechas sociales que de ella emanan.

De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) la desigualdad es entendida como “la condición por la cual las personas tienen un acceso desigual a los recursos de todo tipo, a los servicios y a las posiciones que valoran la sociedad”.

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Precisamente, el Banco Mundial (BM) ha informado que México forma parte del 25% de los países con mayores niveles de desigualdad, lo cual concentra la riqueza en el estrato más alto de la pirámide, pero también el más reducido.

Es así que en México solo el 10% de la población acapara el 79% de la riqueza nacional, mientras el 50% de los mexicanos libran día a día una batalla cotidiana contra la pobreza, acorde al Reporte Mundial de la Desigualdad 2022.

Si pensamos en una analogía de lo anterior, tendríamos que si el país fuera un pastel con 10 rebanadas, una persona se comería 8 rebanadas y las dos restantes serían repartidas entre nueve.

Este mismo estudio enfatiza que la pandemia por covid-19, y sus diversas variantes y olas, han hecho que la desigualdad se dispare en el mundo, ya que se ha acelerado, aún más, la concentración de la riqueza en unos cuantos.

Es por ello que hoy, más que nunca, se vuelve vital abordar la justicia social, como aquella condición que pugna por acciones para alcanzar la igualdad de oportunidades y el respeto irrestricto de los derechos humanos, con el fin de que las personas puedan desarrollarse plenamente y a su vez forjar una sociedad en paz.

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Tiene que haber claridad en saber que como sociedad no podremos avanzar mientras algunos sectores de nuestra población se encuentren en situación de desventaja.

Necesitamos tomar acción como sociedad, abanderando esta causa con el ejercicio de la justicia social, tomando perspectiva para hacer lo que nos corresponde con el fin de mermar las desigualdades y ayudar a quienes menos tienen a salir adelante.

Bien lo ha referido el IMCO que en México no basta con “echarle ganas” para salir adelante, ya que existen diversos factores que perpetúan la desigualdad en el país, por ello necesitamos todas y todos abonar desde nuestras diferentes trincheras para que quienes padecen esta desigualdad puedan salir del rezago.

A veces pensamos que como sociedad civil no somos a quien compete hacer algo al respecto, sin embargo, vivir en un país como México en el que la desigualdad es tan recalcitrante nos reclama acción urgente.

Necesitamos ser personas más justas y empáticas con quienes nos rodean e incluso, si está en nuestras posibilidades, ser actores activos de las acciones sociales que permitan a los demás tener mejores oportunidades de desarrollo.

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No me cansaré de decir -y en este caso escribir- que todas y todos podemos hacer algo para hacer la diferencia en la sociedad, porque no hay causa perdida más que aquella en la que nuestra actitud es indiferente.

Sumémonos como actores activos de la justicia, empezando hoy por poner en perspectiva que lo primero es la sociedad más vulnerable.

*ARD