Gral. Trauwitz, la conexión

Gral. Trauwitz, la conexión

Del reportero
Por Fernando A. Crisanto 21 Diciembre, 2021

En aquellos años, el sexenio de Enrique Peña Nieto, visitaba con frecuencia Puebla. Normalmente llegaba en un lujoso avión de Pemex, era subdirector, y el gobernador Rafael Moreno Valle enviaba el helicóptero para que se trasladara a la capital poblana, sus dos sobrinos ocuparon la secretaría de Turismo en esa gestión local.

En ocasiones se le veía en Casa Puebla, eran los tiempos en que aumentaban los casos del huachicol en el estado y como responsable. el militar llegaba con su equipo a establecer estrategias y revisar sus avances.

El pasado 17 de diciembre, el general Eduardo León Trauwitz fue detenido por autoridades canadienses para iniciar su proceso de extradición, informó la Fiscalía General de la República.

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En segundos, las cajas de resonancia del régimen se aplicaron diligentemente a señalar a León como la cabeza de la hidra en el tema del robo de combustible a Pemex.

“El militar es señalado por su probable responsabilidad en el delito de robo de combustible o ‘huachicoleo’”, apuntaron.

Más lejos, los propagandistas oficiales señalaron de una vez que “se pudo comprobar que él y un grupo de cómplices, también ya procesados, presuntamente encubrieron y protegieron el huachicol en las redes de distribución de la petrolera”.

Sin embargo, las costuras de la irregularidad de la investigación fueron saliendo, inclusive de los comunicados que se han reproducido en los medios, al señalar que “la orden de extradición en contra de León Trauwitz se tramitó desde noviembre de 2019”.

En ese sentido, se ha dicho hasta el hartazgo que “el general del Ejército (sic) fue jefe de escoltas de Enrique Peña Nieto cuando este gobernó el Estado de México. Una vez que llegó a la Presidencia de la República, lo nombró al general (sic) como titular de la Subdirección de Salvaguardia Estratégica de Pemex”.

Y, “según las pesquisas, desde este cargo, el general y otros militares supuestamente facilitaron las actividades de huachicoleo. Por ello, se obtuvieron órdenes de aprehensión en su contra por el delito de delincuencia organizada y sustracción de hidrocarburos (…) En 2019, el general afirmó que vivía en ‘angustia’ porque sus cuentas bancarias llevaban congeladas desde hace meses”.

Sin embargo, hay otros elementos que van más allá de las anécdotas y que permiten establecer que León Trauwitz solo es una hebra que si se jala, va a llevar a una maraña en la que, literalmente se encuentran cientos de nombres, intereses y poderes que cruzan a todos los partidos políticos de México.

 

Los “cómplices” del general Trauwitz

Lo primero que llama la atención es la presentación de los testimonios de ciertos militares que “fueron testigos de cómo se sustraía ilegalmente el hidrocarburo”.

De acuerdo a los testimonios, estas personas señalaron a distintos personajes más, que en su momento fueron subgerentes de Seguridad de PEMEX en los estados de Tamaulipas, Chihuahua y Ciudad de México, a quienes se les responsabiliza de no evitar la perforación de ductos de Pemex para el robo de combustible ni reportar las tomas clandestinas que detectaban”, según los documentos.

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León Trauwitz estaría acusado de proteger, junto con sus “cómplices” a los ladrones de combustible, “generando un daño patrimonial de al menos 45 mil millones de pesos, en el lapso 2012-2018, de acuerdo a las estimaciones de Pemex”, apunta el escrito.

Es decir, que, según la 4T, León Trauwitz era el rey del robo de combustible en México en esos años y las Fuerzas Armadas, así como Pemex y media docena de dependencias más, no eran capaces de identificarlo y mucho menos de perseguirlo.

El 28 de enero de 2019, en su mañanera cotidiana, Andrés Manuel López Obrador tuvo como invitado al general Homero Mendoza, en ese entonces jefe del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional.

El militar informó que León Trauwitz “regresó de su comisión en Panamá y había sido asignado a la Dirección General de Personal, en espera de que se le haga algún requerimiento legal o administrativo como jefe de Subdirección de Salvaguarda de Pemex”.

Un reportero le preguntó a López Obrador sobre León Trauwitz y el tabasqueño se apresuró a responder a su estilo, en la vaguedad que domina todo: “Lo que se está haciendo ahora, les hablaba de que se está haciendo una investigación integral, conjunta, de todas las dependencias. Recuerden que se dijo desde el principio, lo acaba de mencionar la licenciada Olga, de que el robo de combustible se convierte en delito grave, la corrupción y el fraude electoral, son temas en donde no vamos a dejar de insistir… Ahí les dejo de tarea lo de la pregunta del compañero”.

El reportero pasó por encima de la respuesta y le repreguntó a López Obrador si León Trauwitz estaba bajo investigación. López Obrador respondió que “está en una lista de personas que se investigan con relación a esto. Sin que haya, todavía, nada definitivo. Se está investigando a todos, los que tienen que ver o tuvieron que ver con esto”.

Por “Esto”, debe entenderse al robo de combustible, dado que, al presidente, cuando le incomoda una pregunta, emplea demostrativos para todo lo habido y por haber.

Si se ciñe uno a las fechas, la detención de Trauwitz queda atrapada por las dudas entre que, “regresó de su comisión en Panamá y había sido asignado a la Dirección General de Personal” y, “fue detenido por autoridades canadienses para iniciar su proceso de extradición”.

 

No funciona nada

Eduardo León Trauwitz fue nombrado titular de una nueva subdirección en Pemex la de Salvaguardia Estratégica. En términos menos ostentosos, era el jefe de unos 2 mil 500 elementos del Ejército que estaban destinados a la vigilancia de los ductos de gasolina.

Es importante mencionar que esa subdirección inició trabajos en 2014, cuando el robo de combustible ya era una pesadilla para la paraestatal. Y 2 mil 500 elementos no servirían de nada para controlar el saqueo de los ductos, considerando que sus adversarios no eran unos simples ladrones, sino cientos de comunidades enteras.

León Trauwitz no era un improvisado: egresado del Colegio Militar, es licenciado en Administración Militar en la Escuela Superior de Guerra y egresado de Relaciones Internacionales en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.

La buena estrella se posó sobre él, cuando fue nombrado jefe de la escolta del gobernador del Estado de México, Enrique Peña Nieto. Sus deberes, los que hayan sido, los desarrolló con eficiencia como para que el mexiquense le inventara un cargo en Pemex.

Su músculo se notaba también en la intriga palaciega: se dice que, en 2014, él bloqueó la iniciativa de ley para sancionar el robo de combustibles, emprendida por el entonces diputado Marco Antonio Bernal y así pudo Omar Fayad, proponer la suya en el Senado.

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Así, fue maximizándose la venta de combustible robado. Fue la ebriedad en pleno, con el huachicol a menos de diez pesos por litro, cuando en diciembre de 2016, el precio del litro de gasolina estaba en 14.81 pesos.

Docenas de poblaciones en el centro del país se preguntaron si tenía sentido dejar esa oportunidad de ganarse unos pesos, vendiendo un combustible que los compradores buscaban locamente. Y así fue que, para 2018, la paraestatal perdía docenas de miles de millones de pesos, tanto en el “picado de ductos” como el robo del combustible adentro de las propias instalaciones, las TAR (Terminales de Almacenamiento y Reparto).

Finalmente, en 2017, León Trauwitz estaba perdiendo la batalla. Sus arribos sin informar a las Comandancias de Zona y Región, ya causaban notorias molestias. Se presentaba con los jefes de seguridad en cualquier territorio de la paraestatal y no había resultados

Trauwitz señalaba que el gran problema estaba en las Salas de Control de Ductos, ya que era el espacio adonde se decidía si se bajaba o no el suministro de combustible en una zona que evidenciaba “picaduras”.

SEDENA, Marina, CISEN, PGR, Pemex… todo mundo analizaba y señalaba a los probables causantes del saqueo, pero nadie miraba al elefante en la sala. La complicidad para robar combustible era sistémica, generalizada, de todos los bandos.

 

Los aviones misteriosos

Mientras el combate a los ladrones de combustible seguía en dos bandos, los que decían que el robo funcionaba por la invisibilidad de la Sala de Control de Ductos y los que juraban que los malos eran los militares porque no vigilaban el campo, hacía ruido una compra.

Era 2014 y Pemex había pagado 71.3 millones de dólares por la compra de dos aeronaves. Un Cessna Citation Sovereign 680, modelo 2009, por 15.5 millones de dólares y, un Gulfstream Aerospace G-550, modelo 2010, por 55.8 millones de dólares.

Dicen los que saben que, al menos, esas aeronaves fueron compradas al doble de su valor comercial. Para hacer el pago correspondiente, se emplearon cuentas en Panamá y tiempo después, Matrix Aviation Inc., demandó en su calidad de vendedora de las aeronaves a Pemex y a la intemediaria, SYM Technologies, en una Corte de Florida, en Miami.

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El periodista Raymundo Riva Palacio identificó que ni Pemex ni la intermediaria pagaron alrededor de 1.7 millones de dólares a la propietaria de las aeronaves. Y los documentos que contenían la propuesta de compra, iban dirigidos hacia León Trauwitz.

La pregunta era obvia: ¿para qué se emplearían esos aviones de lujo?

Pues, según Pemex en esos años, para vigilar a los ductos. Y nadie sabe qué pasó con esos 1.7 millones de dólares.

 

El futuro pendiente

Dicen los que saben que León Trauwitz no es ni en sueños, la cabeza de la hidra.

Y que será la cuota que aportarán los “verde olivo” para zanjar un tema que a todos quema. León Trauwitz no es Emilio Lozoya. será sacrificado y posteriormente vendido al más puro estilo de Palacio, como la versión marcial de Rosario Robles. Al tiempo.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Facebook: Fernando Alberto Crisanto

 

Con información de Lo de Hoy Noticias

 

*ARD