Políticos y la luna de miel

Las tomas de posesión de los presidentes municipales, a las que asistió el gobernador Miguel Barbosa Huerta, fueron verdaderos ejercicios de poder, política y pluralidad, en resumen, una nueva realidad del estado.

Durante dos días, viernes y sábado de la semana pasada, el mandatario recorrió el estado y mantuvo un discurso a favor de la austeridad, la transparencia y la honradez.

Los escenarios fueron diversos y civilizados.

La mañana del sábado muy temprano dio posesión al alcalde Huauchinango, Rogelio García Angulo, propuesto por Nueva Alianza; dos horas después estuvo en Teziutlán con Carlos Peredo, quien en esta ocasión llegó por Morena a su cuarta gestión como alcalde, y al mediodía abrazó y lució su buena relación con el panista Eduardo Rivera Pérez.

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Dos panistas más recibieron al gobernador Barbosa y ratificaron el acuerdo que existe para llevar una coordinación en Seguridad Pública, Paola Angón de San Pedro Cholula y Edmundo Tlatehui de San Andrés Cholula. Concluyó el viernes con las nuevas autoridades morenistas en Atlixco, Ariadna Ayala, y Tehuacán, Pedro Tepole.

El sábado se lo dedicó a los priistas de Zacatlán, José Luis Márquez y más tarde a Lorenzo Rivera de Chignahuapan.

En todos los casos repitió su mensaje, pero en cada uno tuvo detalles para los nuevos ediles y los asistentes, en escenarios distintos y plurales, mostrando que está en el mejor momento de su mandato y ejerce el poder sin distingos de ideología y posiciones políticas.

Al final, un ejemplo de una nueva realidad política en el estado, donde priva la pluralidad y los ciudadanos esperan armonía y coordinación entre sus autoridades más allá de sus posiciones políticas personales.

¿Un adelanto de 2024?

En ese año, los mismos protagonistas de este fin de semana serán aliados o rivales, para entonces el ambiente no será tan cálido y armonioso como el del pasado fin de semana, porque habrá más actores e intereses que estarán en juego en las elecciones de renovación de la presidencia de la República, Congresos federal y estatal y ayuntamientos.

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Un ejemplo, la toma de posesión del presidente municipal de Tecamachalco, Ignacio Mier Bañuelos, quien el viernes estuvo acompañado de su padre, Ignacio Mier Velazco, coordinador de los diputados federales morenistas y de los gobernadores constitucional y electo de Sinaloa, los presidentes de las Cámaras de Senadores y Diputados Federales, además del líder nacional de Morena, Mario Delgado. Capacidad de convocatoria y poder hay y valdrán para 2024.

Nada garantiza que el ambiente en el que se desempeñó el gobernador prevalezca, en su momento habrá confrontación y lucha por el poder, tan descarnada como sea necesario.

Por lo pronto, esperemos que prevalezca por muchos meses y los dos próximos años la coordinación y los acuerdos entre el gobernador y los alcaldes, de todos los partidos, que sea una larga, eficaz y eficiente, luna de miel. Ojalá.

 

De las anécdotas que se cuentan

El pasado 15 de octubre, Evelyn Salgado Pineda, tomó protesta como gobernadora de Guerrero.

Haciendo de lado a todos los lugares comunes que se han dicho a favor de la hija de Félix Salgado Macedonio, no hay espacio para el optimismo.

Entrando como sustituta de su padre tras ser acusado en marzo de abuso sexual, acoso y violación sexual por parte de tres mujeres y con su propio esposo vinculado a sospechosas relaciones, sin omitir que su suegro ha sido involucrado con la organización Beltrán Leyva, luce complicado su futuro como gobernadora.

En otro país, es evidente que una familia así ni siquiera sería considerada en serio para una gubernatura.

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Dicen los malosos que el incendio del Baby´O, el antro legendario, fue para darle la bienvenida a Salgado Pineda.

De acuerdo a los expertos en seguridad interior, además de contar con la presencia de casi todos los cárteles nacionales, Guerrero está a merced de seis familias que se disputan el control de la producción, almacenamiento y distribución de amapola y opio, en territorios que la autoridad ignora pero que han aparecido en documentales extranjeros.

Por su parte, Zihuatanejo y Acapulco están a merced de los grupos delictivos más violentos que ha conocido el país: Cártel Jalisco Nueva Generación, Zetas, Sinaloa y distintas escisiones de la organización Beltrán Leyva, ya no se diga lo que ocurre en el Filo Mayor.

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Y a todo lo anterior, hay que agregarle la guerrilla por excelencia: el EPR, cuyo dominio en el estado de Guerrero es evidente, dado que ahí se fue gestando la organización paramilitar e insurgente más robusta del país.

Sin exagerar un ápice, la pesadilla de Guerrero va para largo, con posibilidades severas de que mute de Estado disfuncional a un Estado roto por los intereses que le dominan.

Y pensar que tiene límites con Puebla.

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Facebook: Fernando Alberto Crisanto

 

*BC