Los otros datos, ahora fallaron
Por 7 Julio, 2021El lunes pasado no fue un buen inicio de semana para el principal inquilino de Palacio Nacional.
El presidente Andrés Manuel López Obrador, y el periodista de Univisión, Jorge Ramos, se confrontaron en una discusión sobre la cifra de los muertos provocados por la pandemia de Covid-19 en México.
Los dos se han encontrado en otras ocasiones, pero convirtieron parte de la conferencia de prensa matutina en un debate entre ellos.
Primero, por los números de la violencia en México y luego, por el coronavirus.
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Ramos, periodista de origen mexicano egresado de la Iberoamericana quien desarrolló su carrera en Estados Unidos, preguntó a López Obrador la estrategia que usó para atender la pandemia y la diferencia entre la cifra oficial de fallecidos y el exceso de muertes asociadas al coronavirus. “Lamento mucho que un periodista como tú esté desinformado”, le respondió el presidente.
“Quería hablarle de sus muertos, quería preguntarle si asume la responsabilidad por el mal manejo de la pandemia”, insistió el periodista.
La discusión se dio porque Ramos dijo que México era el cuarto país con más muertes provocadas a causa de la pandemia. Su afirmación estaba sustentada en los datos oficiales del Gobierno de la Cuarta Transformación.
El presidente mexicano respondió solicitando a su equipo que mostraran una lámina en la que México aparece como el sexto país en la lista, pero en este caso, era de la tasa de defunciones.
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“Es importante mostrarte esta información, lo otro es calumnia”, insistió el mandatario.
Ramos reprochó además actitudes que tuvo López Obrador, como recomendar a los mexicanos que salieran a comer afuera en medio de la crisis sanitaria o que no utilizara un cubrebocas en ninguna aparición pública.
“Eso baja el nivel del debate”, reclamó el presidente.
“¿Cómo no voy a aceptar la responsabilidad (sobre los muertos por Covid) si soy presidente de México?”, agregó después de varios minutos de discusión.
“Pero usted dice que vamos bien, cuando en realidad, con tantos muertos, ¿cómo se le puede decir eso a los familiares de las víctimas?”, insistió el reportero.
“No coincido contigo. Siento que hay un sesgo para cuestionar a nuestro Gobierno, pero tenemos nuestra conciencia tranquila”, sentenció un López Obrador irritado porque sus datos no fueron suficientes para cambiar lo que opinan millones de mexicanos, que el gobierno federal no tiene una política adecuada para atender la pandemia, que aún no tiene fin y al contrario los funcionarios de Salud han tenido que aceptar que enfrentamos ahora la tercera ola de contagios.
Quedó demostrado que, el presidente también pierde.
De las anécdotas que se cuentan
Los otros precios de López Obrador.
“Lo tienen difícil los de la mafia porque ¿cómo le van a hacer? Si no tenemos precio. Lo que estimamos más importante en nuestra vida es la honestidad, y esta doctrina, esta filosofía es la que queremos que se vaya extendiendo, una nueva corriente de pensamiento”.
Tales fueron las palabras de Andrés Manuel López Obrador el 3 de julio, al inaugurar el cuartel de la Guardia Nacional en Caborca, Sonora.
El mismo estado en el que la federación ha gastado cientos de millones de pesos en remodelar estadios de beisbol.
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Algunos medios de comunicación interpretaron lo de “mafia” como delincuencia organizada; sin embargo, otros tantos lo vieron en la lógica de “la mafia en el poder”.
La realidad es que no se entiende muy bien a cuál mafia se refería el presidente.
Con todo, dada la acostumbrada práctica de inventarse enemigos invisibles, la frase no tiene ninguna relevancia, aunque sí puede aprovecharse la oportunidad para pensar que la mafia sí le tiene tomada perfectamente la medida.
Se antoja primero en citar al “Culiacanazo”, que le permitió identificar al cártel de Sinaloa el precio, el miedo a detener a un capo del más alto perfil.
Un segundo punto sería la incapacidad para devolver la calma a Tierra Caliente y de manera específica, a Aguililla, terruño de Nemesio Oseguera.
Y un tercer elemento sería el que una presidenta municipal de Morena en Reynosa tenga una masacre contra ciudadanos inocentes, como consecuencia post-electoral.
Dicen los que saben que todos tenemos un precio y que el chiste de la vida es conocer la cantidad. En el caso que nos ocupa, ni dan ganas de encontrarlo.
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Con información de Lo de Hoy Noticias
*AR