Desapariciones forzadas en Sinaloa: la fosa séptica como nueva táctica del crimen organizado
Por 23 Mayo, 2025En la sindicatura de Tacuichamona, al suroriente de Culiacán, un grupo de madres buscadoras ha desenterrado una aterradora realidad. En un complejo de 13 fosas sépticas de 3,300 litros cada una, han encontrado restos humanos sumergidos en desechos.
María Isabel Cruz Bernal, líder de un colectivo de búsqueda, relata el hallazgo de tres cuerpos con expresiones de miedo y dolor aún visibles. Durante cinco días consecutivos, el equipo ha recuperado desde fragmentos óseos hasta osamentas completas, una muestra de la magnitud del problema.
El método de desaparición ha evolucionado en una guerra interna entre facciones del crimen organizado, que ahora emplean estos sistemas de drenaje como cementerios clandestinos. En este pueblo de silencio absoluto, donde nadie ve ni oye nada, el terror sigue reinando.
Un sobreviviente rompe el silencio
El testimonio de un hombre que logró escapar de una de estas fosas resulta clave. En octubre, viajaba junto a otros cuatro trabajadores cuando fueron interceptados en Tacuichamona por hombres armados. Les vendaron los ojos, los desnudaron y, sin motivo claro, les dispararon.
Los cuerpos fueron arrojados a la fosa y cubiertos. Sin embargo, él, herido pero vivo, permaneció flotando en los residuos durante 24 horas, hasta que pudo escapar guiándose por las torres eléctricas. Desnudo y ensangrentado, logró llegar a la comunidad de Las Flores, donde recibió ayuda.
Las cifras reflejan la crisis: solo en 2024, 1,610 casos de desaparición forzada fueron registrados, con una impunidad del 100%. Además, en el último cuatrimestre, 911 desapariciones triplicaron las cifras de años anteriores.
El Consejo Estatal de Seguridad Pública alerta sobre la gravedad del problema: la cantidad de desaparecidos equivale a llenar ocho aviones Boeing 737-800. Mientras tanto, los colectivos de búsqueda siguen descubriendo cuerpos en fosas clandestinas y ahora, en aguas negras.
“Es la deshumanización”, insiste Isabel Cruz, mientras el camión de extracción de desechos anuncia que pronto expulsará más residuos… y quizá más restos humanos.
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