Huaquechula celebra la ancestral fiesta de la Santa Cruz
Por 30 Abril, 2025Huaquechula, Pue- La madrugada del 3 de mayo, las campanas repican antes del alba en este municipio enclavado en los valles poblanos. Con incienso y pólvora, comienza una celebración que entrelaza lo ancestral y lo divino: la Fiesta de la Santa Cruz, declarada Patrimonio Cultural del estado hace 28 años.
La fecha, que parece sacada del calendario litúrgico, tiene sus raíces en el mundo prehispánico, cuando mayo marcaba el inicio del ciclo agrícola. Los pueblos originarios invocaban a sus deidades con danzas y ofrendas para asegurar la fertilidad de la tierra. Con la llegada del sincretismo religioso, los evangelizadores reinterpretaron los rituales, dando paso a una festividad que, dos siglos después, sigue tan viva como las primeras semillas de la temporada.
La Cruz: el corazón de Huaquechula
Hace 217 años, según la tradición oral, una piedra tallada en forma de cruz apareció misteriosamente en la cabecera municipal. Desde entonces, la pieza se convirtió en objeto de devoción colectiva, atrayendo cada año a cientos de fieles y curiosos.
“La Cruz es el corazón de Huaquechula”, dice don Erasto, uno de los mayordomos de más antigüedad. “Aquí todos crecemos sabiendo que ese día se trabaja para la fiesta”.
Actividades y rituales de la celebración
Este sábado 3 de mayo, las actividades comenzarán a las 6:00 horas, encabezadas por las 34 mayordomías que organizan la jornada. A lo largo del día, habrá bailes, música de banda, procesiones, así como la tradicional quema de toritos de pirotecnia, un espectáculo tan vibrante como ruidoso.
A la una de la tarde, los topiles y sus toritos danzarán entre una multitud de habitantes y visitantes, marcando el clímax festivo.
Preparativos y hospitalidad poblana
La fiesta, como cada año, también será un festín gastronómico. En cada casa se ofrecerá mole, arroz, tamales, pan y chocolate, servidos con la hospitalidad que distingue a los pueblos del interior poblano. “El que llega, come”, dicen aquí, como regla no escrita.
Los preparativos no han cesado. Desde esta semana, cuadrillas municipales pintan señaléticas y limpian las calles del centro, que será el corazón de la celebración.
El 1 de mayo, los toritos serán entregados simbólicamente a cada mayordomía, quienes los prenderán el sábado como ofrenda festiva y religiosa.
*ARD