Mario Marín en libertad
Por 12 Agosto, 2024En las elecciones estatales de 2010, no perdieron Zavala ni el PRI, perdió el gobernador Marín.
El "góber precioso", como se le conoció a partir del 15 de febrero de 2006 en todo el país, Mario Marín acumuló críticas y mala fama. Su gestión continuó, pero a partir de ese momento fue de bajo perfil y en el interior del estado, porque en la capital además de una manifestación masiva en su contra, el repudió se expresaba cuando lo reconocían en la calle o en restaurantes.
La calificación de “góber precioso” se originó por la publicación el 14 de febrero de 2006 en La Jornada nacional y en el programa de Carmen Aristegui en W Radio de una conversación telefónica que sostuvo Mario Marín con el empresario textilero Kamel Nacif, quien le agradeció su intervención y lo llamó así.
En la charla, el tema fue la aprehensión de Lydia Cacho, y el empresario se refirió al gobernador poblano con ese calificativo, y le dijo eufórico: “eres mi héroe de esta película, Papá.”
Por su parte, Mario Marín le declaró a Carlos Loret de Mola en su programa de Televisa por el Canal de las Estrellas una frase famosa a partir de ese momento: “es mi voz, pero no es mi voz”.
En 2005, en el libro “Los demonios del Edén” de Lydia Cacho se denunciaba a una red de pornografía infantil que tenía la protección de políticos y empresarios.
Jean Succar Kuri, líder de la red, denunció penalmente en Puebla a la periodista yucateca y ahí intervino la Procuraduría y la policía judicial poblana. La denuncia llevó a que Lydia Cacho fuera detenida en Quintana Roo bajo el cargo de difamación y fue trasladada a Puebla con tortura.
En cuanto logró su libertad, en diciembre de 2005, antes de Navidad, Lydia Cacho obtuvo un amplio respaldo social en todo el país e inició un largo proceso que llevó a la aprehensión de Mario Marín, después de que la grabación confirmó su complicidad con Succar Kuri y Kamel Nacif.
El sábado pasado, después de las 10 de la mañana en sus cuentas de redes sociales Lidya Cacho advirtió:
“En este momento liberando al “góber precioso” #MarioMarín acusado de ordenar mi tortura. Que pase el juicio desde su mansión en Puebla. Hemos demostrado en tribunales internacionales su vínculo con redes de #TrataDeNiñas Se mueven las redes criminales al interior del poder judicial. @lopezobrador. Este es el Poder Judicial mafioso”, sentenció.
La jueza Segundo de Distrito, Angélica del Carmen Ortuño Suárez, modificó la medida cautelar de prisión preventiva a prisión domiciliaria al exgobernador Marín, por su responsabilidad como autor intelectual de actos de tortura contra la periodista Lydia Cacho Ribeiro. El “góber precioso” podrá enfrentar su proceso judicial desde su casa en Puebla.
En la audiencia que se celebró el sábado por videoconferencia, Ortuño Suárez consideró que las medidas idóneas para que Marín continúe sujeto a proceso, son la exhibición de una garantía de 100 mil pesos, por la gravedad de los hechos que se le imputan, y le prohibió acercarse y comunicarse con las víctimas –en este caso Lydia Cacho, quien lo acusó de ordenar actos de tortura en contra– y testigos del caso.
También le prohibió salir del país, por lo cual su visa y pasaporte se mantendrán en el juzgado, además de girar un oficio de alerta migratoria a las autoridades competentes. Marín tendrá que llevar consigo un brazalete electrónico durante 24 horas para su localización permanente, debe someterse al cuidado y vigilancia de la Unidad de Medidas Cautelares de Puebla.
Lydia Cacho criticó el cambio de medida cautelar al exgobernador, pues consideró que es un riesgo, tanto para ella como para sus testigos y familiares. Ella denunció a Marín por ordenar actos de tortura y de encubrir a una red de pornografía infantil y trata de menores, exhibida en su libro Los demonios del Edén.
En febrero de 2021, Mario Marín fue detenido y se inició el proceso legal en su contra, que lo mantuvo en prisión hasta ayer. Hoy, a los 70 años, obtiene su libertad, pero la lucha de Lidya Cacho no terminará con esa decisión judicial.
De las anécdotas que se cuentan
Aquella tarde de otoño de 2010 en Casa Puebla, el gobernador Mario Marín recibió a Javier López Zavala, su candidato perdedor de la gubernatura.
Le reclamó porque consideró que hubo errores en su campaña, en la designación de candidatos a puestos de elección, de sus coordinadores y en general todo lo que había hecho para ser su sucesor, en lo que fracasó el chiapaneco.
Zavala escuchó y, cuando pudo hablar, contestó:
-No se equivoque gobernador, yo sólo hice lo que usted ordenó, empezando por mi nominación- concluyó y se levantó de la silla y abandonó la oficina de Mario Marín.
Del escándalo de Lidya Cacho, el ex gobernador no se pudo recuperar.
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*ARD
