García Luna ya comparte cárcel con El Chapo en la “supermax” ADX Florence
Por 30 Junio, 2025Genaro García Luna, exsecretario de Seguridad Pública durante el sexenio de Felipe Calderón, fue trasladado recientemente a la penitenciaría federal ADX Florence, ubicada en Colorado. En ese mismo centro de reclusión se encuentra Joaquín “El Chapo” Guzmán, lo que convierte al exfuncionario mexicano en el nuevo vecino de uno de los criminales más vigilados del mundo.
ADX Florence es conocida como la “Alcatraz de las Rocosas”, una prisión diseñada para albergar a los internos más peligrosos bajo condiciones extremas de aislamiento. Ahí, García Luna cumplirá su condena de 38 años y cuatro meses, impuesta por conspiración para el tráfico de drogas, crimen organizado y falsedad de declaraciones.
Inicialmente, García Luna fue recluido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn, pero su defensa alegó condiciones inseguras. Posteriormente, fue enviado a la penitenciaría USP Lee en Virginia, antes de su traslado definitivo a la “supermax”.
El juez Brian Cogan dictó sentencia en octubre de 2024, y hasta junio de 2025, García Luna no ha cubierto la multa de dos millones de dólares impuesta. Alega no tener recursos, aunque el juez sostuvo lo contrario con base en sus finanzas presentadas durante el juicio.
El Chapo, Palma y otros narcos mexicanos en Florence
Además de Guzmán Loera, otros exlíderes del narco como Héctor “El Güero” Palma, Osiel Cárdenas Guillén y Juan García Ábrego también fueron confinados en ADX Florence. Todos ellos enfrentaron regímenes similares de aislamiento extremo, sin acceso a visitas, clases o convivencia.
Desde su llegada en 2019, “El Chapo” ha reportado serias afectaciones físicas y mentales, como insomnio, ansiedad, pérdida de memoria e incluso taquicardias nocturnas no atendidas. Su defensa califica su situación como “una vida sin estímulos”, en condiciones inhumanas.
De superpolicía a preso: la caída de Genaro García Luna
La condena contra García Luna representó un hito en la justicia bilateral México–Estados Unidos, al ser el funcionario mexicano de mayor rango sentenciado por colaborar con el narcotráfico.
Durante el juicio, fiscales estadounidenses presentaron testimonios de miembros del Cártel de Sinaloa, documentos financieros y registros de propiedades que evidenciaban enriquecimiento ilícito y protección institucional a criminales entre 2006 y 2012.
El expresidente Felipe Calderón ha negado tener conocimiento de estos vínculos y afirmó que nunca recibió pruebas verificables contra su exsecretario. Sin embargo, el proceso dejó al descubierto una estructura de complicidad oficial con el crimen organizado.
El 25 de junio de 2025, el Departamento del Tesoro de EE. UU., a través de FinCEN, reveló que García Luna presuntamente canalizó más de 40 millones de dólares mediante la firma Vector Casa de Bolsa y otras entidades, entre 2013 y 2019. Según el informe, los recursos provendrían de sobornos pagados por el Cártel de Sinaloa.
Además, FinCEN señaló a CI Banco e Intercam por supuestamente facilitar el tráfico de opioides y precursores químicos, aunque las instituciones han negado las acusaciones. Vector aseguró que opera bajo estándares internacionales de cumplimiento y supervisión.
Reacción desde México
La presidenta Claudia Sheinbaum informó que la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) mantiene comunicación con EE. UU., pero hasta ahora no ha recibido evidencia concluyente que implique directamente a las entidades financieras mexicanas involucradas en el informe del Tesoro.
Sheinbaum reiteró el compromiso del gobierno federal con la transparencia financiera y la cooperación internacional para combatir el lavado de dinero y el financiamiento del crimen organizado.
Cómo se vive en ADX Florence
La prisión ADX Florence fue inaugurada en 1994 en el desierto de Colorado. Allí, los internos viven en celdas individuales de concreto de apenas 2x3 metros, con mínima interacción humana. Pasan 23 horas al día en aislamiento, sin contacto visual con otros reos, y vigilados las 24 horas mediante cámaras y sensores.
Su diseño, con más de mil puertas de acero y un sistema subterráneo de traslado interno, ha impedido cualquier intento de fuga en tres décadas. Además, su ubicación remota, a 185 kilómetros al sur de Denver, refuerza su inaccesibilidad.
Con información de Infobae
*BC