Una familia de narcos los dueños de las “licuachelas” de Tepito, ejecutados por ajuste de cuentas

Una familia de narcos los dueños de las “licuachelas” de Tepito, ejecutados por ajuste de cuentas

Los dueños de Dolls Drink las “licuachelas” de Tepito fueron ejecutados, pertenecían a una familia de narcotraficantes de la Unión Tepito
Por Redacción 2 Junio, 2023

Los dueños de Dolls Drink las “licuachelas” de Tepito, fueron ejecutadas la noche de este miércoles 31 de mayo en la colonia Aragón Inguarán de la alcaldía Gustavo A. Madero. Las víctimas, identificadas como Diana Odeli Rodríguez y Adrián Mendoza, fueron ejecutadas con seis tiros cuando se dirigían a su casa. La madre de Diana Odeli, identificada como Angélica Martínez, alias “La Kika”, declaró que miembros de la delincuencia organizada “los extorsionaban” por su chelería ubicada en el número 41 de la calle Jesús Carranza, en la colonia Morelos, y que ellos se negaban a pagar.

Sin embargo, “La Kika” fue vinculada con uno de los fundadores del cártel de la droga capitalino más letal de los últimos tiempos, se trata de Francisco Javier Hernández Gómez, alias “Pancho Cayagua”, ex líder de la Unión Tepito, quien fue ejecutado traicionado por su subalterno y socio dentro del cártel.

La historia de Dolls Drinks

Dolls Drinks es un negocio familiar que comenzó a operar en agosto de 2010 en un inmueble del barrio de Tepito. En un primer momento el servicio solo era de bebidas para llevar, pero en 2020, después de que la familia de Adrián Mendoza (el dueño) pasara por una mala racha económica, empezaron a colocar mesas para los clientes en una zona de estacionamiento.

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El negocio fue creciendo a tal grado que en febrero pasado Cazzu y Christian Nodal, sorprendieron a sus fans en la famosa chelería. Entre los famosos que también fueron al popular negocio de “licuachelas” se encuentran Bellakath, Santa Fe Klan, Paola Rojas, Juan Pablo Zurita, Adrián Marcelo, Kristal Silva, Gomita, Briela Sanz, Duva Yescas y los payasos Chilin y Pikin.

Sobre la ejecución

La ejecución de los dueños de las licuachelas se registró sobre el Eje 2 Oriente, en Congreso de la Unión y Oriente 21. Los responsables de la agresión, los habían estado esperando a que salieran de un domicilio en Avenida Congreso y tras el ataque huyeron a bordo de una motocicleta de color negro.

Minutos después de las 9:00 de la noche comenzaron a surgir los primeros reportes del atentado. A la escena del crimen acudieron unidades médicas y los oficiales de la Secretaría de Seguridad Ciudadana que actuaron como primeros respondientes acordonaron la zona.

Pancho Cayagua, líder de la Unión Tepito ejecutado por su socio

La Kika es una mujer de 60 años y madre de la dueña de las licuachelas que fue ejecutada, pero también es conocida por sus vínculos con el narcotráfico en la Ciudad de México. Su cuñado era Pancho Cayagua, el gran líder fundador de la Unión Tepito hasta que fue asesinado en 2017, pocos meses después de que el gran capo del sur de la capital, Felipe de Jesús Pérez, alias El Ojos (líder del Cartel de Tlahuac), cayera en otro homicidio.

La historia de Pancho Cayagua al frente de la Unión Tepito comenzó exactamente el 18 de mayo de 2010. Ese día, en el corazón del Barrio Bravo, considerado como “el gran centro neurálgico de la distribución de drogas” en la capital, hubo una reunión ideada por los Beltrán Leyva y encabezada por Édgar Valdez Villareal, La Barbie, que tuvo como objetivo reunir a los principales distribuidores de Tepito para unificarlos en un solo grupo.

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Si los cárteles de la droga tuvieran actas de nacimiento, esa fecha sería oficialmente el origen de la Unión Tepito. Entre los asistentes a la reunión se encontraban los hermanos Francisco y Armando Hernández Gómez, alias Pancho Cayagua y El Ostión; identificados como los principales distribuidores de drogas en el corredor Insurgentes-Zona Rosa.

Ese par de hermanos fueron los primeros cabecillas de la organización. Desde el inicio de la Unión Tepito se fueron abriendo paso en el mundo del crimen ejecutando a todas las familias de narcomenudistas de Tepito que no quisieron acatar los nuevos lineamientos del nuevo cártel formado en el barrio bravo.

A finales de 2015, las diferencias entre Pancho Cayagua y El Betito, otro líder de la Unión, provocaron una guerra interna por el liderazgo de la organización y el control del corredor de avenida Insurgentes. La confrontación dejó decenas de muertos de los dos bandos. Sin embargo, al parecer al Betito nunca le bastó su parte del pastel, y en octubre de 2017 mandó asesinar a su antiguo jefe y socio (Pancho Cayagua), engañándolo con una llamada telefónica aparentemente inofensiva.

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La tarde del miércoles 11 de octubre de 2017, en el estacionamiento de una Comercial Mexicana, ubicada en la esquina de Insurgentes Norte y Cantera, en la colonia Lindavista de la capital mexicana, Cayagua fue acribillado a tiros por sicarios que viajaban en dos motocicletas. De los 15 disparos que realizaron, cuatro hicieron blanco en su objetivo.

Ahí, en el asiento del conductor de un Renault Fluence con placas del Estado de México, terminó una carrera delictiva que duró más de dos décadas, y con ello el reinado de uno de los fundadores del cártel más popular de la capital.

Tras la muerte de Cayagua, el grupo criminal se dividió en facciones. El actual jefe es Eduardo Ramírez Tiburcio, alias El Chori, responsable de asesinatos, secuestros, cobro de piso (extorsión), narcotráfico, allanamiento de morada y trata de personas, según el Ejército. Sin embargo, la familia de Cayagua no se desvinculó por completo de la organización. El periodista Antonio Nieto, autor del libro el cartel chilango explica que, al perder a la cabeza de familia, el círculo de Pancho perdió fuerza y diversificó los ingresos, además de la venta de drogas, el negocio de licores fue una gran opción, ya que permite -tras la tapadera de vender alcohol y organizar fiestas- seguir con el tráfico de drogas.

La Kika, madre de una hija ejecutada

Angélica Martínez, más conocida como La Kika, llora desconsoladamente sobre los hombros de todos los que se han acercado a darle el pésame, combinando camisetas negras con cadenas doradas, zapatillas caras y gafas de sol. Iba a bordo de la camioneta baleada el miércoles en la avenida Congreso de la Unión, según documentos policiales. Al ser entrevistada por las autoridades, manifestó que su hija y Adrián Mendoza tenían una relación desde hace unos meses y que los tres regresaban a su casa por la colonia Gustavo A. Madero cuando un hombre se acercó a la ventanilla del auto y les disparó. El vehículo se estrelló contra el camellón de la avenida y los sospechosos se dieron a la fuga en una motocicleta. Dejaron atrás dos cadáveres, los dueños de las licuachelas del barrio bravo de Tepito.

En el barrio de Tepito, la venta de licores y sus calles se llenaron de lugareños vendiendo micheladas, vistosos cócteles de cerveza, pegajosos y llenos de dulces y siropes. Dolls Drink pronto se hizo famoso en Jesús Carranza, una calle frecuentada históricamente por narcotraficantes. Sus icónicos tragos, servidos en vaso de licuadora, son la excusa perfecta para entrar a sus fiestas. Escenario, pista de baile, DJ invitado, efectos de luz y música de perreo atrajeron a este rincón de Tepito a varios famosos mexicanos que no dudaron en sacarse fotos con un licuachela entre ellos Christian Nodal y Santa Fe Klan.

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Adrián Mendoza, alias El Pecas y dueño de las licuachelas, regentaba el negocio junto a su socia Diana (hija de la Kika). El Pecas tenía antecedentes policiales por delitos contra la salud pública y estaba vinculado a una facción de la Unión de Tepito, al igual que su hermano. Fotografías distribuidas en redes sociales lo muestran muy cerca de uno de los líderes de la organización. Hace apenas unos meses fue entrevistado por una emisora ​​de radio local para explicar el éxito de su negocio, Dolls Drink. “Nos enfocamos mucho en darles algo de calidad, no es vender por vender. Cada uno hace su lucha como puede”, explicó. Junto a ella estaba la imagen de la empresa, su sobrina Amairany de 18 años, conocida como La Barbie de Tepito por su estilo, sus curvas y su larga cabellera rubia.

Las causas del ataque aún no están claras. Documentos policiales apuntan a un enfrentamiento dentro del grupo criminal. Antonio Nieto asegura que ningún negocio de la colonia Tepito está exento de pagar el impuesto al cártel por “protección”, ni siquiera los familiares de su fundador y menos con otro líder al frente del grupo. “Quizás no quisieron pagar por su linaje”, esa es la principal suposición que considera el reportero. “También es posible que hubo un aumento de impuestos o que declararon menos de lo que realmente ganaban al cártel y fueron descubiertos vendiendo más droga de lo que decían en la tienda”, agrega.

Dolls Drinks mantiene sus promociones de fiesta para este fin de semana. En sus redes sociales, repletas de fotos promocionales de Amairany y del recinto, la influencer también ha rendido homenaje a sus tíos con publicaciones de ella llorando abrazada a un retrato de la fallecida. “Gracias papi por enseñarme tantas cosas”, se lee en uno de sus últimos textos.