Le partió la cabeza de un machetazo por pegarle a su madre

Teoloyucan, Edomex. De un certero machetazo en la cabeza que provocó la exposición de la masa encefálica, Antonio terminó con la vida de su padrastro cuando le daba una golpiza a su madre.

El fatal desenlace ocurrió en una casa en el barrio Cuaxoxoca en Teoloyucan.

Aurelio “T”, alcoholizado, comenzó una riña con su esposa Ana María “A” sin imaginar que sería la última vez que la golpeaba hasta el cansancio.

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La mujer soportó poco el castigo con los puños y las patadas de Aurelio y cayó al piso, en el suelo el hombre la sometía a golpes y patadas en todo el cuerpo.

Antonio llegó a su casa y escuchó los gritos aterradores de su madre, la buscó por la casa y los halló en la cocina, el hombre tenía sometida a su madre en el suelo, la mujer ya presentaba sangrado en cara y cabeza.

Fue entonces que le reclamó el maltrato a su padrastro y le pidió que dejara de golpear a su madre, pero como respuesta recibió insultos y amenazas.

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Su madre seguía gritando de dolor y el hombre le pego dos golpes más, fue entonces que Antonio lo retó, el intercambio de golpes comenzó en la cocina, de ahí pasaron al patio. Aurelio recibía más de lo que atinaba a darle a Antonio.

Ana María gritaba en la cocina sin poder levantarse, sangraba de la cara y la cabeza por los golpes y patadas que le había propinado Aurelio.

Afuera, el castigo en cara y cuerpo de Aurelio hizo que poco a poco perdiera el duelo con Antonio que no dejaba de lanzarle golpes que hacían blanco y estragos en la humanidad de Aurelio.

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De pronto Antonio vio un machete en el patio. Aurelio estaba casi noqueado de tanto golpe recibido, hincado a medio patio, que no vio venir el machetazo en su cabeza que hizo salpicar la masa encefálica.  Y ahí quedó tendido boca abajo, con el machete clavado en la cabeza. 

Antonio todavía tuvo tiempo de entrar a la cocina a auxiliar e incorporar a su madre para después huir de la casa.  Al poco tiempo los uniformados llegaron al lugar, alertados por los vecinos que habían escuchado los gritos de la mujer.

Ana María narró a los policías municipales lo que había pasado. Señaló que Aurelio era muy violento, especialmente cuando bebía, por lo que su hijo Antonio estaba pendiente de ella para que no le pegara, pero este día su hijo había llegado a la casa en el momento en que era golpeada y su hijo la defendió a muerte contra Aurelio.

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