Los derechos de la mujer en la transformación social

Dedico estas líneas para reconocer a todas las mujeres que, a lo largo de la historia, han realizado una valiosa aportación a la democracia y la transformación social de México, a 68 años de poder ejercer su derecho a votar y postularse a cargos de elección popular.

A través de los siglos en todo el mundo, las mujeres han debido enfrentar una lucha para deconstruir la cultura discriminatoria y patriarcal. Exigieron primero sus derechos laborales, después el acceso a la educación y posteriormente sus derechos políticos, entre otros.

En nuestro país, fue un 17 de octubre de 1953 cuando el presidente Ruiz Cortines promulgó las reformas constitucionales necesarias, para que las mexicanas gozaran de la ciudadanía plena, publicando en el Diario Oficial de la Federación, su derecho a votar y ser votadas.

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La población femenina ha participado activamente en la construcción de México, trabajando sin descanso desde sus hogares en la educación y crianza de los hijos, así como en las labores domésticas, además de que son las principales cuidadoras de los miembros de la familia. También lo han hecho fuera de casa, en el campo, cultivando la tierra o en fábricas, recibiendo un pago inferior al de sus compañeros, por el mismo trabajo. Por ello, las mujeres mexicanas comenzaron a encabezar movimientos sindicalistas desde finales del siglo XIX.

Hace más de un siglo que las mujeres buscaban que sus derechos fueran reconocidos, y a pesar de los avances que hoy tenemos, también persisten algunos obstáculos para su plena participación en la toma de decisiones y la vida pública.

Con el paso del tiempo se han creado diversas políticas públicas e instituciones para brindarles apoyo, tal es el caso del Instituto Nacional de las Mujeres; ya que hay un derecho fundamental por el que debemos seguir luchando hombres y mujeres, el derecho a una vida libre de violencia.

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Desafortunadamente la violencia en todas sus expresiones sigue presentándose para las mujeres sin importar edad, preparación escolar o nivel socioeconómico, lo cual limita su pleno desarrollo. Por ello, ésta es una lucha donde todos debemos participar, con información, educación y disposición a romper estereotipos y roles.

Es importante destacar que, a pesar de los avances logrados, pasaron años antes de que el sufragio femenino se viera realmente proyectado en la elección de mujeres candidatas para cargos públicos. Cuántas historias no hemos escuchado sobre mujeres a las que proponen como candidatas solo para cumplir con una cuota de género y después de ganar la elección las mandan a descansar para que tome el lugar un varón.

La violencia de género también es una realidad que necesitamos combatir juntos, porque las mujeres tienen muchas cualidades y capacidades que las convierten en excelentes líderes.

Recientemente la presencia de las mujeres en la vida política está aumentando gracias a la exigencia de las cuotas de género, pero aún existen muchos ámbitos de la vida pública en los que no se refleja una verdadera equidad entre hombres y mujeres.

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Ha sido un camino largo donde se han sumado muchos esfuerzos para la participación femenina en la vida política del país, mujeres valiosas y valientes han contribuido a la consolidación de la democracia. Su presencia en ámbitos de toma de decisiones, tanto públicos como privados, es condicionante del mejoramiento de los niveles de vida sociales y económicos.

Aún quedan tareas pendientes para crear conciencia y frenar la violencia de género. Es necesario cerrar filas para avanzar en una auténtica participación de la mujer mexicana, ya que existen muchas zonas del país donde todavía se restringe su participación política y se ejerce violencia en su contra.

Con información de Lo de Hoy Noticias

*ARD