El hospital Guadalupe

El hospital Guadalupe

Del Reportero
Por Fernando A. Crisanto 8 Abril, 2025

Por años, una de las instituciones privadas de salud importantes en Puebla enfrenta sus momentos más difíciles y podría pronto desaparecer.

Por lo pronto, tiene deudas millonarias y no cuenta con la revalidación de los permisos ante la COFEPRIS de la Secretaría de Salud federal.

En un comunicado, de empleados y médicos despedidos, se da a conocer que el hospital Guadalupe de Puebla “que se caracterizó durante décadas por ser un centro médico de bajo costo a pesar de tener instalaciones de antaño y no haber apostado durante más de 10 años por una renovación”.

Además, mantenía la fama de ser un hospital económico que cuidaba a médicos que llevaban más de 35 años ejerciendo en sus consultorios a rentas económicas, sin embargo, mantenía un buen número de pacientes en urgencias, terapia intensiva y piso.

Denuncian que hasta que con la llegada de Juan Víctor García Ojeda, “un contador de media pinta que jamás había trabajado en el ramo médico y vio lo que nadie había visto, una familia dueña de un hospital que no tenía idea del negocio hospitalario.

“Este falso profesional ha ido quedándose con el manejo del hospital y vendiendo al mejor postor cada área médica, claro está siempre pensando en hacer un negocio que por sí solo jamás hubiera logrado”.

Agregaron que en los últimos 3 años se ha dedicado a “correr” a todos los médicos del hospital, así como quitar las concesiones que durante años el doctor Barranco, fundador del hospital, dio a sus colegas amigos y socios.

“En su ambición ha invitado a un grupo de médicos, comandados por la doctora Patricia Nuche Salazar, que fueron corridos de instituciones como el UPAEP para hacer negocios en sus respectivas áreas para terminar de desangrar lo poco que queda del antiguo hospital Guadalupe.

“Volviéndolo, con inversiones que salen de la bolsa de la actual dueña, el hospital más caro de toda la zona por arriba de instituciones como el Betania, o la Beneficencia Española, con precios de terapia intensiva que superan hasta los hospitales certificados. Por lo qué pacientes de zonas conurbadas que buscan llegar a un hospital económico, terminan “desangrados” en una sola noche, pidiendo siempre su alta voluntaria”, explicaron.

Trabajadores y usuarios denunciaron que, en su desesperación, Víctor García, quien se ha ganado la confianza de la dueña, pide “mochada” de todos los servicios, ofreciendo quitar concesiones de años por una sociedad o una jugosa suma de dinero.

“El hospital Guadalupe ya no es ni será lo que fue, gracias al abuso de este pseudocontador quien llegó para capitalizarse con lo que queda del hospital, reportando utilidades maquilladas siempre justificando que se está remodelando el inmueble, habría que reconocerle que durante su gestión el hospital perdió el 80% de sus clientes y de su ocupación hospitalaria”.

Los denunciantes hacen un llamado a las autoridades sanitarias, así como fiscales a revisar minuciosamente la operación del hospital Guadalupe; y a los médicos que fueron despedidos de manera injustificada a que acudan a las instancias laborales para que determinen su situación.

Por lo pronto, la Secretaría de Salud federal tendrá que intervenir directamente porque no tiene sus permisos actualizados por la Cofepris para seguir operando.

En ese escenario, el viejo hospital Guadalupe está a punto de morir.

De las anécdotas que se cuentan
 

El 2 de abril, falleció la buscadora Teresa González Murillo, en un hospital de Guadalajara, Jalisco, tras oponerse a un intento de rapto el pasado 27 de marzo.

Ese día, al menos tres hombres armados entraron a su vivienda en Guadalajara para secuestrarla, pero ella se resistió y el comando le disparó directamente al rostro. Sumamente grave, estuvo hospitalizada pero finalmente, nada se pudo hacer.

Teresa formaba parte del Colectivo Luz de Esperanza Desaparecidos Jalisco. De manera extraña, la noticia de su muerte fue filtrada antes de que las autoridades notificaran oficialmente a la familia y al colectivo.

Además de su trabajo en el colectivo, Teresa era líder de los comerciantes ambulantes del centro de Guadalajara.

“Su pérdida nos llena de tristeza e indignación, nos solidarizamos profundamente con el dolor que embarga a la familia de Teresa y alzamos nuestras voces para exigir que su muerte no quede impune. Demandamos a las autoridades competentes a una investigación exhaustiva y transparente que conduzca a la pronta detención y enjuiciamiento de los responsables de este atroz crimen. Es imperativo que se garantice la seguridad de todas las personas dedicadas a la noble labor de búsqueda, para que puedan ejercer su derecho sin temor ni amenazas”, lanzó el colectivo en un comunicado.

Teresa no pudo encontrar a su hermano Jaime, quien desapareció en septiembre de 2024.

Terrible final de estos hermanos, pero como remata el colectivo en su mensaje, “Su lucha no termina aquí. Su colectivo la respalda, su nombre permanecerá en nuestra memoria. Nos comprometemos a continuar la búsqueda de su hermano Jaime, manteniendo esa luz de esperanza que Teresa encarnaba”.

Un drama que seguirá en la memoria de muchos. Descanse en paz.

fcrisanto00@yahoo.com.mx
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Facebook: Fernando Crisanto

*ARD

 

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