Universitarios a votar, hoy

Universitarios a votar, hoy

Del reportero
Por Fernando A. Crisanto 20 Septiembre, 2021

La Benemérita Universidad Autónoma de Puebla lleva por lo menos 40 años de vida democrática, en un ejercicio periódico para la elección de sus autoridades personales y sus consejos Universitario y académicos.

En la entonces UAP, eligieron en 1981 a Alfonso Vélez Pliego como rector y rechazaron la propuesta del respetado ingeniero Luis Rivera Terrazas, entonces rector, quien impulsó a Luis Ortega Morales.

Durante dos periodos de gestión, uno de ellos por su reelección, Alfonso construyó una gran corriente universitaria, el velecismo, que aún perdura sin él.

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Pero el Alfonso brillante y extraordinario político no consiguió la continuidad de su proyecto y su secretario de rectoría, José Doger Corte, perdió las elecciones democráticas con el historiador Samuel Malpica Uribe.

Hubo tiempos de inestabilidad, pero en pleno ejercicio de la democracia la Universidad retomó su rumbo y cada periodo es convocada su comunidad a la elección de autoridades personales y sus consejos, desde el universitario y todos los de unidad académica.

Este lunes, los universitarios poblanos tienen una nueva cita con las urnas que, en esta ocasión, por primera vez, serán electrónicas y estudiantes, docentes y administrativos podrán depositar sus votos a través de sus correos electrónicos, todo a partir de las 8 de la mañana y hasta las seis de la tarde.

Hoy mismo, se conocerá el resultado, que será avalado el miércoles en sesión del Consejo Universitario.

El pasado viernes, los tres candidatos a la rectoría de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla –la doctora Lilia Cedillo, y los maestros Guadalupe Grajales y Ricardo Paredes- se presentaron ante el Consejo Universitario para presentar y defender sus propuestas para los próximo cuatro años y con ello concluyeron el periodo de sus campañas.

Hasta ahora marca diferencia a favor, por el respaldo abierto y mayoritario de profesores, estudiantes, administrativo y directores de unidades, la doctora Cedillo, quien con su Proyecto de defensa de la autonomía universitaria y mayor atención a los problemas de la comunidad, consiguió el convencimiento de quienes están seguros que ella es la mejor opción por su experiencia y talante académico.

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Mujer y eminentemente investigadora y docente, todos los días da clases, son sus principales cualidades que darán un nuevo rumbo de la casa de estudios.

La BUAP es una institución en la que su comunidad ejerce su derecho a elegir a sus autoridades y su rumbo y durante cuatro décadas lo ha demostrado con creces.

El próximo lunes, los universitarios poblanos lo confirmarán.

 

De las anécdotas que se cuentan


Desde el inconsciente colectivo de México se da una pelea un tanto bizantina entre los que defienden a ultranza el comportamiento previo a la pandemia del Covid-19 y los que quieren que, de la noche a la mañana, la sociedad actúe como si hubiera nacido con el instructivo para vivir en el caos.

Los que no entienden que no entienden, siguen aferrados a mantener el comportamiento social previo a la pandemia.

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Ahí están docenas de miles de fiestas familiares que se hacen a escondidas, pero la muerte es inteligente y de todos modos encuentra a alguien en el camino.

En la misma lógica, es posible ver todos los días a familias enteras caminando sin cubrebocas, ya sea porque se vacunaron, lo cual, asumen, les da super poderes, o porque lisa y llanamente ya están hartos de andar “con el bozal puesto”, como calificó el poblano Manuel Bartlett al cubrebocas.

Del otro lado, está un ejército de buenas conciencias que más allá de que sean médicos o no, se la pasan un día sí y otro también en una frenética obsesión para que se mantenga toda clase de “buenas prácticas”, al grado de que adentro de su propia vivienda, quieren que se emplee el cubrebocas, sin nadie enfermo en casa, se aclara.

Si esto ocurre a nivel de cubrebocas, hay que ver lo que está ocurriendo con las fiestas nacionales, sobresaliendo el dúo 15-16 de septiembre.

También se acerca el día de muertos y el 24 de diciembre.

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Y lamentablemente, todos estos días vendrán con su apuesta de enfermos y fallecidos.

La autoridad deberá mesurar si vale la pena hacer fiestas por una concepción claramente fallida de la “normalidad”.

El asunto es más complejo que hacer “fiestas”, a emergencia no termina hasta que se acaba, parafraseando a Yogi Berra.

La autoridad de Salud no asume que se ha equivocado atendiendo la pandemia y ya va por otro fin de año lleno de pifias.

fcrisanto00@yahoo.com.mx

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Con información de Lo de Hoy Noticias

 

*ARD