Trump suaviza postura migratoria ante crisis laboral en el sector agrícola

Trump suaviza postura migratoria ante crisis laboral en el sector agrícola

El presidente Trump admite necesidad de mano de obra migrante en el campo estadounidense, pese a su retórica de deportaciones masivas.
Por Redacción 12 Abril, 2025

WASHINGTON (apro).– El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha comenzado a moderar su discurso respecto a los inmigrantes indocumentados que trabajan en el sector agrícola. En una reunión con su gabinete en la Casa Blanca, Trump afirmó que permitirá que aquellos trabajadores recomendados por rancheros “puedan quedarse un tiempo” en el país.

 

Mano de obra indocumentada, indispensable para el campo estadounidense

Este cambio de discurso contrasta con las promesas de su campaña electoral, en la cual insistió en ejecutar redadas masivas para deportar a todos los inmigrantes sin documentos, sin importar el sector en el que laboraran. Desde que inició su segundo mandato, el pasado 20 de enero, Trump ordenó a agentes del ICE, la DEA, US Marshall y ATF intensificar operativos de detención, provocando la deportación de miles de extranjeros.

Sin embargo, la medida ha generado un efecto negativo en la economía agrícola. El temor a ser detenidos ha llevado a muchos trabajadores del campo, la construcción y servicios a esconderse o dejar de asistir a sus labores. Esta ausencia de fuerza laboral ha provocado un alza significativa en los precios de productos como frutas, verduras y carne, afectando directamente a la canasta básica en Estados Unidos.

 

 Trump reconoce necesidad de regularización para trabajadores agrícolas

 

Ante la presión de los productores agrícolas, quienes dependen de la mano de obra barata de inmigrantes indocumentados, Trump suavizó su postura al declarar: “Trabajaremos con los campesinos para que puedan regresar y pasen por un proceso legal. Vamos a hacernos cargo de nuestros agricultores”.

 

Campo

 

Aunque no ofreció detalles concretos, sus declaraciones abren la puerta a una posible ampliación del programa de empleo temporal agrícola, algo que requeriría la aprobación del Congreso de Estados Unidos. Este tipo de programas podrían ofrecer una solución temporal mientras se debate una reforma migratoria de fondo.

Pese a que Trump ha calificado a los inmigrantes como “criminales, narcotraficantes, asesinos y violadores”, los dueños de ranchos y campos agrícolas contradicen esta narrativa, defendiendo a los trabajadores que aseguran son vitales para el funcionamiento del sector.

El presidente insiste en que los inmigrantes indocumentados “roban empleos a los ciudadanos estadounidenses”, aunque es bien sabido que muchos de esos mismos ciudadanos rechazan empleos en el sector agrícola debido a las duras condiciones laborales y bajos salarios.

 

La realidad económica del sector agrícola en Estados Unidos ha obligado al presidente Trump a reconsiderar su política migratoria. Aunque su discurso sigue siendo ambiguo, sus palabras apuntan a una posible apertura para regularizar la situación de miles de trabajadores agrícolas indocumentados, indispensables para la economía rural del país.

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