Trump declara a carteles mexicanos como organizaciones terroristas

Trump declara a carteles mexicanos como organizaciones terroristas

La medida, a decir de los especialistas, dará al Gobierno estadounidense enormes facultades que podrían vulnerar la soberanía de México
Por Redacción 21 Enero, 2025

La tan anunciada amenaza se hizo realidad. El presidente de Estados Unidos, el republicano Donald Trump, aprobó en su primer día como mandatario la orden ejecutiva que designa a los cárteles de la droga mexicanos organizaciones terroristas. “No le va a gustar a México”, dijo el magnate mientras firmaba el decreto en un pabellón deportivo frente a sus seguidores.

La medida, a decir de los especialistas, dará al Gobierno estadounidense enormes facultades que podrían vulnerar la soberanía de México, traducidas, por ejemplo, en ataques mediante drones o incursiones militares en suelo mexicano.

El Gobierno de Claudia Sheinbaum, quien ha defendido con firmeza que la relación bilateral será de cooperación y nunca de subordinación, estará sometido a la presión de obtener resultados en su política antidrogas medibles en los términos de Trump.

La relación diplomática de ambos países, liderada en México por una presidenta izquierdista y en EU por un político más cargado a la derecha xenófoba y racista, se anticipa ríspida en un tema tan prioritario como el de la seguridad binacional y amenaza con afectar el intercambio comercial, materia en la que los dos países son profundamente dependientes.

El mandatario republicano tiene entre sus máximos objetivos reducir el tráfico de fentanilo, una droga que mata a miles de estadounidenses (en 2023 murieron 70.000 personas a causa del opioide sintético). Sheinbaum, que abandera el discurso de afrontar el problema del narcotráfico mediante las ayudas sociales y la atención de la desigualdad, también ha enfatizado que entre sus prioridades se encuentran menoscabar las estructuras criminales y el decomiso de drogas, golpes de efecto que podrían dar un respiro a las negociaciones con Trump.

 

Una “invasión suave”

El académico Carlos Pérez-Ricart refiere que la orden para catalogar a los cárteles como terroristas otorga herramientas al sistema de seguridad, de inteligencia y de justicia de Estados Unidos para atacar de forma distinta a las organizaciones criminales mexicanas y abre la puerta a una “invasión suave”. “En lo concreto, para México, implica que el ecosistema de inteligencia de EU va a estar ya sobre el país, que es algo que no habíamos visto hasta ahora: va a ser objetivo de las agencias de inteligencia de Estados Unidos”, advierte.

 

Auge militarista

Oswaldo Zavala, académico y escritor dedicado al estudio del crimen organizado, matiza los alcances de la orden ejecutiva de Trump y observa que, en materia de seguridad, “la soberanía mexicana siempre ha estado vulnerada por la política antidrogas estadounidense”. El investigador señala que la nueva tensión en torno al fentanilo es una etapa más de la subordinación de México a la geopolítica estadounidense, “[una] relación tormentosa, conflictiva, de supuesta cooperación, entre comillas, que muchas veces más bien se parece al chantaje y la extorsión”.

Para el autor de Los cárteles no existen, la principal amenaza a la soberanía mexicana es la imposición desde EU y Europa del enfoque militarista en el tratamiento de la inseguridad y la migración. “Cuando hablamos de narcotráfico, hablamos de una manera de expresar las políticas militaristas globales, que en nuestro país toma la forma del combate al crimen organizado, pero que en otros países se llama combate al terrorismo, o en países como Estados Unidos, donde se mezclan incluso los conceptos de narco y terrorismo y, además, inmigración indocumentada”, indica.

 

De Golfo de México a Golfo de América: Trump renombra el mapa

En el mar de decretos firmados por Donald Trump como nuevo presidente de Estados Unidos en su primer día de su segundo mandato, hay uno que pretende renombrar las aguas que bañan el sureste del país. Cuando Trump lo propuso hace unas semanas sin haber hecho nunca un amague al respecto, el mundo reaccionó atónito. Ahora, después de jurar en el Capitolio en Washington y tomar posesión del cargo de presidente una vez más, el republicano ha hecho realidad su sorpresiva propuesta: por orden ejecutiva, el Golfo de México pasará a llamarse Golfo de América.

Ha sido uno de los últimos puntos agregados a su agenda política, junto con varios otros terremotos geopolíticos como el deseo de comprar Groenlandia, un territorio autónomo de Dinamarca; agregar Canadá como 51° Estado o retomar el control del canal de Panamá. “Estados Unidos va a reclamar su lugar como la nación más grande, más poderosa, más respetada del mundo, inspirando la admiración de todo el mundo. En poco tiempo vamos a cambiar el nombre del Golfo de México a Golfo de América”. En esas mismas palabras, indicó que también recuperaría el nombre del expresidente de finales del siglo XIX William McKinley para volver a nombrar la montaña Denali, en Alaska, como Monte McKinley, como se llamaba hasta el 2015.

El cambio de nombre del golfo no es un homenaje al continente, sino una referencia a los Estados Unidos de América, que en inglés suele ser llamado simplemente América. Y tampoco tendrá un impacto internacional previsible. Los presidentes de Estados Unidos tienen la autoridad de renombrar regiones geográficas a través de una orden ejecutiva que así lo indique, y es la Junta de Nombres Geográficos de Estados Unidos quien debe implementar el cambio, pero su jurisdicción es únicamente nacional.

La primera respuesta de México a la sugerencia del cambio de nombre fue irónica. Al día siguiente de cuando el ahora presidente Trump mencionó por primera vez su idea, el pasado 7 de enero, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum proyectó en su rueda de prensa mañanera un mapa de 1607 que muestra el territorio del norte de México y de parte de Estados Unidos mezclados. “¿Por qué no le llamamos ‘América mexicana’? Se oye bonito, ¿no? Desde 1607, la Constitución de Apatzingán era de América mexicana. Entonces, vamos a llamarle así”.

El cambio de nombre del golfo se enmarca en el conjunto de amenazas que Trump ha lanzado en contra de México. Ha acusado a su vecino al sur de estar “esencialmente” controlado por los cárteles de la droga, los cuales ha anunciado que se designarán como organizaciones terroristas, y ha reiterado su amenaza de imponerle aranceles si el Gobierno de Sheinbaum no consigue detener de manera radical el tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos.

Con información de El País

*BC

 

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