Las sombras de Toluca

En las campañas que iniciarán en el Estado de México el 2 de abril de 2023, es claro que habrá perdedores, votarán algo así como 12 millones de votantes. Y no es para menos el pesimismo si se toma en cuenta a los contendientes para suceder a Alfredo del Mazo, quien ya dio muestras de lo que viene.

Del Mazo no tiene mucho interés en que lo pasen por un proceso penal, aunque obtenga su libertad minutos después, por la bomba de relojería de sus cuentas en Andorra, en un escándalo que se ha dejado cocinar a fuego lento en la Unidad de Inteligencia Financiera y que será empleado si el mexiquense no cede la plaza.

Los nombres de los candidatos son para el olvido: Delfina Gómez Álvarez, Enrique Vargas del Villar, Juan Zepeda Hernández y Omar Ortega Álvarez, más la incógnita priista. La competencia entre ellos será de bostezo. A cambio, relucirán las estructuras.

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Delfina Gómez (Morena). En una de sus acostumbradas bromas, Morena anunció el 4 de agosto, que su candidata elegida por encuesta interna sería la maestra. Siguiendo con la chunga, su escala previa será como Coordinadora de los Comités de Defensa de la 4T, para saltar los candados electorales.

Realmente cuesta trabajo encontrarle algún mérito a la candidata que ha sido interminablemente acusada de recortarle el diez por ciento de sus sueldos a trabajadores del Ayuntamiento de Texcoco (2013-2015) para Morena.

Menos interés reviste ubicarle alguna actividad sobresaliente en el escritorio por el que estuvieron José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet. A López Obrador se le da el manufacturar candidatos robóticos, como puede verse también en el caso de la Ciudad de México, no solo con Claudia Sheinbaum sino con su evidente relevo, Rosa Icela Rodríguez.

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Enrique Vargas del Villar (¿PAN o alianza?). Anunciando la evidente fractura de la alianza opositora, no habían pasado 24 horas después de la nominación de Delfina Gómez cuando Enrique Vargas apareció en un grosero madruguete, por parte del PAN.

El exalcalde de Huixquilucan y actual coordinador panista en el Congreso del Estado de México, tampoco tiene mucho que presumir: cuando él dejo Huixquilucan, su esposa tomó el relevo, Romina Contreras.

Tampoco se olvida el crecimiento de sus empresas durante el tiempo que fue alcalde de uno de los municipios más prósperos en el país. Con todo, cualquier cosa podría pasar y no hay que descartar que el madruguete terminara en amotinamiento de los demás integrantes del bloque opositor.

Juan Zepeda (MC) Movimiento Ciudadano optó por elegir a un especialista en ser derrotado, para la competencia mexiquense: el senador Juan Zepeda, candidato por segunda vez a la gubernatura, considerando que ha perdido de todo y sin medida.

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Zepeda ha sido vencido en cinco elecciones: desde gobernador hasta diputado. Los rumores incluyen 32 millones de pesos invertidos en la construcción de su imagen. Se considera un rockero que sabe deleitar a las masas con sus interpretaciones.

Anduvo por Estados Unidos casi una década y cuando regresó a México se hizo un experto en Nezahualcóyotl: de 2013 a 2015 fue alcalde, vía PRD, pero antes, entre 2006 y 2009 fue su síndico.

Tales son algunas credenciales de este licenciado en Derecho por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y licenciado en Administración Pública por la Universidad del Valle de México (UVM).

El plan “B” del PRD. Como otro clavo al ataúd del bloque opositor, el PRD eligió como candidato a Omar Ortega, coordinador de los diputados de dicho partido en el congreso estatal, bajo un clima anodino: es el candidato “por si acaso”.

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Dejándose querer, Ortega ha señalado que, si el PRD va en alianza con el PRI y PAN, exigirá que se gobierne en coalición y que se cumpla con la transferencia de porcentaje de votos.

“Debemos ocupar secretarias estatales además de tener y respetarlas reglas claras para el año 2024, y así, sea un compromiso de largo alcance y plantear lo que se gana como coalición para que en la práctica sea benéfico para todos los que conformamos la coalición; a esto me refiero de que no es un tema de votos, sino de pluralidad”, ha comentado Ortega.

Ana Lilia Herrera o Alejandra del Moral (PRI). Tomándolo con las reservas del caso, se mencionan a dos mujeres: la primera es la diputada Ana Lilia Herrera, quien fue alcaldesa de Metepec, Senadora y en su momento secretaria de Desarrollo Social en el Estado de México.

La comunicóloga con posgrado en Derechos Humanos también ha sido secretaria de Educación en aquella entidad y tiene un robusto palmarés partidista. No es una improvisada y tiene experiencia en temas de gobierno.

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Alejandra del Moral es la segunda aspirante. Se habla de ella como la candidata de Del Mazo y se menciona que sus resultados en la Secretaría de Desarrollo Social han sido buenos, con todo y la avalancha en su contra por parte de la autoridad federal. Con todo, la oriunda de Cuautitlán Izcalli tiene un inconveniente: es muy cercana al expresidente Enrique Peña Nieto, por lo que es una moneda al aire su unción.

Algunos comentan que si alguna de estas dos políticas, es ungida como candidata priista a la gubernatura, se despeja el camino para que la cuota de género sea cumplida y con ello un hombre arribe a la candidatura del partidazo al gobierno de Coahuila.

Con todo, por ahí se asoma el expresidente municipal de Jilotepec, Ricardo Aguilar Castillo, quien ha dicho por activa y por pasiva que él será el elegido. Podría ser el candidato de Alejandro Moreno, lo que en automático no le ha generado demasiadas simpatías.

Lo que viene. Homónimo del dirigente priista, Alejandro Moreno, demóscopo de El Financiero, ha presentado distintas encuestas respecto a las elecciones mexiquenses y los datos no lucen bien para el supuesto bloque opositor: de acuerdo con Moreno, Morena ganaría por al menos 8 puntos de ventaja en 2023.

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La ventaja no solo la tendrá Gómez vía su principal valedor en Palacio Nacional, sino en el despacho de Del Mazo, quien lisa y llanamente se quedará en silencio viendo como la maquinaria de Palacio se lleva la elección, por las buenas o las malas.

Y así, el 4 de junio de 2023 llegará a su fin el PRI, en su propio domicilio histórico.

Alejandro Moreno Cárdenas sonreirá satisfecho, sin importar adonde se encuentre en ese momento.

 

De las anécdotas que se cuentan

Las cosas no le salen a Alejandro Moreno, intermitente dirigente del Partido Revolucionario Institucional (PRI).

De entrada, llama la atención un detalle curricular: en el Sistema de Información Legislativa (SIL), es “licenciado en derecho por la Universidad Autónoma de Campeche (UACAM)”.

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Sin embargo, una visita al portal de Cédulas Profesionales de la Secretaría de Educación Pública permite ubicar que en realidad es “licenciado en derecho por el Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores René Descartes PL Campeche”.

Empero, los desastres se acumulan, desde mayo 2022, cuando Layda Sansores, gobernadora de Campeche, filtró en sus redes sociales un audio en el que presuntamente es la voz de Cárdenas señalando que Cinépolis entregó 25 millones de pesos a su partido para financiar campañas electorales.

Poco después, Sansores divulgó el célebre audio en el que presuntamente el dirigente priista señala que “a los periodistas no hay que matarlos a balazos (...) hay que matarlos de hambre”. Pasaron unas semanas para que Sansores divulgara otro audio en el que presuntamente el priista conversaba con el exgobernador de Oaxaca, José Murat, conversando sobre la Reforma Fiscal.

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En dicho audio, la supuesta voz de Moreno Cárdenas apunta que: “Cuando tenga yo la comisión (en la Cámara de Diputados), vamos a cog*rnos a los empresarios con una reforma verg*s...o sea, pa’que se cagu*n. Apretarlos, se van a cag*r”.

El cateo de su residencia en Campeche, el 4 de julio, llevado a cabo por el fiscal de Campeche, Renato Sales Heredia, conduce a lo obvio: Moreno Cárdenas no es útil al priismo ni a Palacio Nacional.

Tres preguntas esperan respuesta: ¿en cuánto tiempo caerá?, ¿qué secretos divulgará para salvar su cabeza?

Y, ¿no terminará rogando por su Criterio de Oportunidad al estilo Emilio Lozoya?

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*ARD