La mujer necesita apoyo legal eficaz: Cecilia Monzón

Con el objetivo de brindar acompañamiento, apoyo legal y tener acceso a la justicia para mujeres violentadas, la activista y abogada penalista Cecilia Monzón Pérez, trabaja tejiendo redes para brindarle a la mujer una representación legal con eficacia, además de dar a conocer que el 90 por ciento de casos que representa es de mujeres violentadas de los que destaca el delito de violencia familiar.

Ventiló que la mayoría de los casos cuando funge como asesora o defensa existen casos que la han marcado, sobre todo donde los hombres utilizan a sus hijos de rehenes o de pretexto para violentar a una mujer.

Asimismo, señaló que muchas veces la justicia tarda para llegar a una mujer, debido a que no existen personal y sí mucha carga de trabajo, con ello el violentador gana tiempo para seguir afectado a los hijos y a la mujer.

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Monzón Pérez, enfatizó que es un calvario que la mujer pueda acceder a la justicia, ya que intervienen diversas circunstancias como el económico, relaciones de poder, pues existe un sistema que beneficia más a los hombres que a las mujeres.

Detalló que aparte de la carga de trabajo que existe en los Ministerios Públicos, también trabajan con lo que pueden, pues hay poco personal, no existe política pública para evitar dicha situación.

“Por más que se haga una estrategia de buscar a los ministerios públicos, muchas veces no se pueden abrir carpetas de judialización porque se están recibiendo denuncias o porque sólo existen dos ministerios públicos y si tienen temas personales que hacer, pues qué haces”, aseveró.

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La Comisión Interamericana de los Derechos Humanos (CIDH), ha señalado que en varios países existe un patrón de impunidad sistemática en el procesamiento judicial y en las actuaciones en torno a casos de violencia contra las mujeres debido al hecho de que la gran mayoría de estos casos carece de una investigación, sanción y reparación efectiva. 

La impunidad de estas violaciones de derechos perpetúa la aceptación social del fenómeno de la violencia contra las mujeres, el sentimiento y la sensación de inseguridad en las mujeres, así como una persistente desconfianza de éstas en el sistema de administración de la justicia. 

Por lo que, estas deficiencias se traducen en un número aún ínfimo de juicios orales y sentencias condenatorias que no corresponden a la prevalencia del problema, donde este desafío y sus consecuencias fueron identificados de manera uniforme por representantes de los Estados, de la administración de la justicia, de la sociedad civil, del sector académico y por mujeres pertenecientes a diferentes grupos étnicos y raciales.

La CIDH ha podido verificar que la violencia y la discriminación contra las mujeres todavía son hechos aceptados en las sociedades americanas, lo cual se refleja en la respuesta de funcionarios de la administración de la justicia hacia las mujeres víctimas de violencia y en el tratamiento de los casos.  Existe asimismo la tendencia de observar los casos de violencia contra las mujeres como conflictos domésticos que deben ser resueltos sin la intervención del Estado.

*OC