Caso Jenkins no es un asunto familiar, es la mayor defraudación filantrópica de la historia

Caso Jenkins no es un asunto familiar, es la mayor defraudación filantrópica de la historia

Guillermo Jenkins ha sido la única voz que ha revelado el delito patrimonial: Carlos Serna
Por Redacción 4 Marzo, 2021

El proceso penal que involucra a los miembros de la Fundación Jenkins ---antes Mary Street Jenkins- no es un pleito familiar, se trata de la mayor defraudación filantrópica de la historia, aclaró Carlos Serna, el abogado que representa a Guillermo Jenkins de Landa, el hijo primogénito de la familia Jenkins, quien denunció a sus padres y hermanos por abuso de poder, administración fraudulenta, desfalcos, fraudes, lavado de dinero para saquear a la institución de beneficencia que creó su abuelo, William Oscar Jenkins.

El litigante en entrevista con este medio insistió en que Guillermo Jenkins ha sido la única voz que ha revelado el delito patrimonial contra la fundación que antes de 2013 establecía que serviría para promover la cultura, la educación, la salud y el deporte en México. Además de señalar la desviación testamentaria que claramente aduce que los fondos de ninguna manera debían ser considerados una “herencia” para los descendientes directos.

Aseguró que el único interés de su cliente, Guillermo, es ser restituido como miembro patrono y secretario de la fundación de la que fue destituido luego de que en 2013 advirtiera y denunciara los cambios estatutarios y acciones legales que desviaban los fines tácitamente dictados por su abuelo.

De hecho, entre los documentos interpuestos en la Junta de Beneficencia de Puebla y a las demandas correspondientes la solicitud es revertir los movimientos ilegales para que los estatutos regresaran al estado en el que se encontraba desde el año 2013.

En el testamento de William O. Jenkins precisa las razones por las que sus hijos no serían herederos de todo su patrimonio, y señala a la Fundación, creada con el nombre de su esposa, como única destinataria de estos fondos.

“…que siempre he tenido la firme convicción de que, en bien de sus hijos, los padres no deben dejarles grandes fortunas como herencia, sino más bien enseñarlos y ayudarlos a trabajar para que ellos mismos ganen lo que necesiten, teniendo la creencia del propio señor testador, que nadie con capacidad de trabajar debe gastar dinero que no haya ganado por su propio esfuerzo…”, aduce el testamento en 1963

Él no se quedará con los 700 millones de dólares que es el patrimonio de la fundación en litigio que tienen que ser restituido… al contrario, exige ser parte de la vigilancia para cumplir con la voluntad de su abuelo”, precisó.

 

Órdenes de aprehensión a los Jenkins

Ayer se difundió que un juez de control del Centro de Justicia Federal de Almoloya de Juárez, Estado de Méxicolibró una orden de aprehensión en contra de seis integrantes de la familia Jenkins, por su probable responsabilidad en el delito de operaciones con recursos de procedencia ilícita y el desfalco millonario de 720 millones de dólares, unos 14 mil 400 millones de pesos.

Carlos Serna sostuvo que el caso denunciado en la Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada de Puebla, así como en la Procuraduría General de Justicia, hoy Fiscalía General de la República, nunca prosperó sino hasta el cambio de gobierno en México y Puebla.

 “Sospechoso que una Junta para el Cuidado de las Instituciones de Asistencia Privada de Puebla, que lo única razón de existir es encargarse de revisar el funcionamiento de agrupaciones dedicadas a apoyar causas sociales, haya ignorado por 5 años estas denuncias y haya pasado por alto estos fraudes absolutamente documentadas”.

Sin acusar directamente a actores políticos, sí señaló que coincidía con las declaraciones de Miguel Barbosa Huerta al respecto del contubernio de personajes involucrados para congelar las denuncias del fraude en los gobiernos de Rafael Moreno Valle, José Antonio Fayad así como durante el interinato de Guillermo Pacheco.

“Este gobierno pudo haber “nadado de muertito” o “dejado en la congeladora” pero vemos un compromiso de llegar a la verdad, en los últimos sexenios el delito de cuello blanco no era un delito que perseguir, era una forma de vida. Las cosas están empezando a cambiar”, dijo.

En el proceso se da cuenta que Roberto, María Elodia, Margarita y Juan Carlos Jenkins de Landa, así como Elodia Sofía de Landa Irizar de Jenkins y Juan Guillermo Eustace Jenkins, crearon otra asociación civil, denominada Bienestar de Filantropía, a la cual transfirieron los fondos de la fundación original.

Integrantes de la familia Jenkins habrían hecho movimientos financieros a través de bancos con sede en Barbados y Panamá, ambos paraísos fiscales para heredar la fortuna de la que no eran destinatarios pero que hasta antes de este marzo, legalizaba que tanto ellos como sus hijos y generaciones venideras, serán los únicos beneficiarios de ese patrimonio.

 

La fundación que hasta el nombre perdió

Carlos Serna describió a este medio el saqueo de la fundación que creó William Oscar Jenkins con el nombre de su fallecida esposa Mary Street Jenkins, Fundación que ha perdido hasta el nombre, pues a la fecha sólo es Fundación Jenkins.

Los acusados en múltiples maniobras legalizaron ser declarados beneficiarios del patrimonio que el filántropo William O. Jenkins dejó. En 2014 donaron el patrimonio de la Fundación Jenkins a otra de nombre Bienestar de Filantropía, ubicada en Aguascalientes, y se llevaron 720 millones de dólares a Barbados.

En 2015, la llevaron a Panamá, donde le cambiaron el nombre: Fundación para el Desarrollo Latinoamericano. el Consejo de dicha Fundación aprobó un reglamento en el que se establece que el “disfrute del patrimonio fundacional” y del producto del mismo le corresponde a Elodia Sofía de Landa Irizar, viuda de Guillermo Jenkins Anstead, y a cuatro de sus hijos: Roberto, María Elodia, Margarita y Juan Carlos Jenkins Landa.

Además, quedó determinada la forma en que los descendientes de los cuatro hijos podrán heredar el derecho a ese “disfrute” una vez que fallezcan los “beneficiarios”. A Elodia de Landa, quien quedó viuda el 2 de diciembre de 2016, tras la muerte de Jenkins Anstead, se le autorizó disponer hasta de 600 mil dólares anuales, además de gozar de otra anualidad de 120 mil dólares, misma cantidad acordada para cada uno de sus cuatro de sus hijos, a excepción del primogénito Guillermo.

 

“Generosidad”

La Fundación Mary Street Jenkins benefactora de la Universidad de las Américas Puebla,  el Museo Amparo, el Colegio Americano, Club Alpha, registra sus bienes y propiedades donadas 19 inmuebles --la mayoría de ellos ubicados en Puebla-- 21 vehículos; un helicóptero Augusta; casi 60 obras de arte; acciones en las sociedades Proyectos Nuevo Siglo, Reforma Bicentenario y Katzi LLC.

La fundación que en julio de 2016 reportaban 81 millones 358 mil 525 de dólares en cuentas bancarias y valores, donó a Puebla en su peor catástrofe registrada por el sismo de 2017, 50 millones de pesos, es decir 2 millones de dólares.

El anuncio del donativo lo hizo el sábado 23 de septiembre de 2017 en un desplegado publicado en el periódico Reforma en el que dice lamentar las pérdidas ocasionadas por el sismo: “La Fundación Mary Street Jenkins, por conducto de la Fundación para el Desarrollo Latinoamericano, gestionará hasta 50 millones de pesos para proyectos de educación y la reconstrucción de escuelas que fueron afectadas en todo el Estado de Puebla”.

*BC